Action (Leonardo Dicaprio)

Capítulo 8: Cita casi arruinada.

Me duché, maquillé y cambié lo más rápido posible (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=146145256&.locale=es), quizás las ansias de ver a Leo hacían que me mueva más rápido. Estaba nerviosa, muy nerviosa para mi gusto y temía que esos nervios me jueguen en contra, tenía que ser yo misma pero a la vez no quedar como una niña tonta.
El tiempo entre pensamientos pasó tan rápido que el timbre me sacó de ellos. Me miré en el espejo por última vez y bajé las escaleras.
– Que guapa estás – Me miró de arriba abajo.
– ¿Qué es lo que quieres ahora Ian? – Pregunté fastidiada. Ian abrió la boca para comenzar a hablar, pero no se lo permití. – ¿Sabes qué? No me interesa lo que quieras, no estoy de humor para tus estupideces y tampoco tengo tiempo, así que por favor vete de mi casa, ya bastante castigo es compartir el set todos los días contigo.
Alguien aclaró su garganta en la puerta. – ¿Interrumpo algo?
– No, Ian ya se va, ¿Verdad?
– Muy bien, pero no creas que esto va a terminar aquí.
– ¡YA PARA CON TUS AMENAZAS IMBECIL! – Grité, Ian ya estaba yéndose.
– Bien, tranquila, ¿Estas bien? ¿Te hizo algo? – Me tomó delicadamente de los hombros.
– No, estoy bien, gracias, pero este chico logra sacar lo peor de mi – Dirigí mi mirada hacia él, traía un ramo de flores muy bello. Antiguo y cursi, totalmente mi tipo. – Lo siento mucho, no es la mejor manera de comenzar una velada – Intenté sonreír.
– No hay cuidado… ¿Comenzamos de nuevo? – Rio levemente. – Buenas noches, señorita Skylar –Tomó mi mano y la besó delicadamente.
– Buenas noches a usted también – Sonriendo hice una leve reverencia.
– Estas bellas flores son para usted, apenas las vi se me vino su imagen a la mente, espero que no lo considere inapropiado – Me entregó un hermoso ramo de jazmines, mis favoritos.
– Para nada, le agradezco el hermoso gesto, son mis flores favoritas –Reí –Pasa Leo, las pondré en agua y luego nos vamos.
Entró en mi living, y mientras me dirigía a la cocina por un florero con agua, Leo se dedicó a mirar muy atentamente por segunda vez el living de mi casa y toda su decoración. Cuando volví lo encontré observando una de mis fotos favoritas que tenía sobre la chimenea.
– Me la tomé en año nuevo, con mi padre – Caminé hacia él.
– Es muy bella – Sonrió.
– Bueno, ¿Nos vamos? – Preguntó para romper el incómodo silencio que se había formado, en donde nuestras miradas se cruzaron por unos segundos.
– Nos vamos – Sonreí.