Action (Leonardo Dicaprio)

Capítulo 11: El accidente.

– Linda… tranquila, si vienes conmigo ahora no va a pasarte nada. – Dijo para luego dejar un corto beso en mis labios. – Ahora vamos a salir, iremos hasta mi coche para dar un paseo, y si alguien te pregunta algo – Me tomó del cabello. Se notaba a leguas que aún seguía ebrio. – Solo dirás que tienes que resolver unos problemas con tu novio, osea, yo – Sonrió y volvió a besarme.

– Me das asco – Dije aún con lágrimas en los ojos.

– Oh vamos bebé, seca esas lágrimas de cocodrilo que van a sospechar, tu eres actriz, sabes jugar a esto, ahora sal y haz la mejor actuación de toda tu carrera.

Tomé mis anteojos de sol, mi bolso, me arreglé un poco el cabello y antes de salir miré a Ian por última vez, seguía sin poder creer lo que estaba viviendo.

– Martin tengo que salir, tengo que resolver un problema urgente – Le dije al director.

– Sky, ¿Ocurre algo? Estamos a punto de grabar.

– Volveré enseguida, lo prometo – Intenté sonar lo más convencida posible, pero no se si sirvió de mucho.

– Está bien, de todos modos hay mucho por hacer, ¡Cuídate y regresa pronto! – Dijo Martin mientras se marchaba.

Mi celular sonó en ese instante, un mensaje de Ian: "Te espero en el estacionamiento junto a mi auto, no hagas ninguna estupidez porque te vas a arrepentir"

Quería convencerme de que Ian estaba actuando así por su estado de alcoholismo, que luego de todo esto iba a volver a la normalidad y a pedirme disculpas.

- Bien, aquí estoy - Dije intentado sonar ruda. Él se encontraba apoyado sobre el capot de su auto.

- Sabes lo que te conviene - Guiñó un ojo.

- Sea lo que sea apresúrate, tengo que grabar en media hora.

- Tu sube y relájate - Dijo subiéndose a su auto.

- Claro, porque es fácil relajarse con un idiota que conduce ebrio - Imité su acción.

- Callate estúpida - Encendió el auto y nadie dijo ni una sola palabra durante todo el camino a... quién sabe dónde.

- Por favor, baja la velocidad - Estaba aterrada, tenía el cinturón de seguridad puesto y me sostenía de donde podía. Él, en cambio, parecía no escucharme.

- Ian por favor, nos vamos a estrellar - Él continuaba en su mundo.

Cuando miré por la ventanilla de su lado vi como un enorme camión con sus dos luces encendidas, a toda velocidad y tocando el claxon se dirigía hacia nosotros.

- ¡IAN CUIDADO! - Grité. Hizo una maniobra pero no sirvió de nada.

Recuerdo como el airbag del auto se inflaba frente a mi cara para impedir que me golpee, veía todo muy borroso, el camión continuó con su camino como si nada hubiese pasado. Como pude, salí del auto y busqué en mi celular con la pantalla prácticamente hecha pedazos el número de Leo.

- ¿Sky? ¿Dónde estás? Te estamos esperando para comenzar a grabar.

- Leo por favor - Dije llorando - Te necesito.

- ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? Por favor no llores.

- Necesito que vengas, tuve un... un accidente con... el auto.- Mi voz se cortaba debido a las lágrimas que salían de mis ojos.

- ¿¡Un accidente!? Bien, escúchame, quédate en donde estás, no te muevas, dime en donde estás e iré a buscarte, lo prometo - Sonaba preocupado, jamás lo había escuchado así.