- Gracias - Sonreí.
- ¿Por qué?
- ¿Es esa una pregunta coherente? - Reí. - Siempre me defiendes y eres el único que se preocupa por mí ahora. Siempre estaré agradecida contigo - Sonreí.
- Cualquiera en mi lugar hubiera hecho lo mismo. - Sonrió. - Pero ahora debes descansar así mañana por la mañana puedes volver a tu casa.
- Muy bien Skylar, todo está bien, no hay de qué preocuparse. Eso sí, si surge algún otro dolor vuelve y haremos nuevos análisis - Dijo el doctor examinando una radiografía.
- Muchas gracias Doctor...
- Scott, soy el doctor Scott. - Dijo sonriendo. - Antes de que se valla, señorita Collins, ¿Podría firmarme un autógrafo para mi hija? Dice que cuando ella crezca quiere ser como usted. - Dijo entregándome un bolígrafo y un pequeño anotador.
- Claro que sí, no hay ningún problema - Dije tomando el bolígrafo y el anotador. - ¿Para quien está dirigido? - Pregunté.
- Oh, Maddie, Maddie Scott.
Garabateé mi firma sobre el papel y debajo escribí: Para Maddie Scott, la hija del mejor doctor de todo Los Angeles, con cariño "xoxo" Skylar Collins.
- Aquí tiene doctor. Muchísimas gracias.
- Cuídate Skylar, ha sido un placer.
- Te espero afuera - Dijo Leo, quien había estado a mi lado todo este tiempo.
- ¡Doctor! - Lo llamé.
- ¿Si?
- ¿Puedo hacerle una pregunta?
- Digame.
- ¿Usted sabe como se encuentra el señor Somerhalder?
- Oh... no sé si debería decircelo, su pronóstico es muy complicado, está inconsciente y con lesiones graves desde que llegó aquí, se encuentra en terapia intensiva en este momento, y hasta ahora no tengo novedades. Lo siento mucho. - Dijo para luego abandonar la habitación.
Escuchar el pronóstico de Ian me había dejado en shock, seguía sin poder entender cómo había llegado todo tan al extremo.
- Bien, llegamos, hogar dulce hogar - Dijo Leo estacionando el auto en la puerta de mi casa.
- Nuevamente gracias Leo, en serio no se que hubiera hecho sin ti.
- Ya deja de agradecerme y... ¿Por qué no me invitas un café?
- Con mucho gusto - Sonreí. - Creo que encontré a alguien aún más adicto al café que yo. - Ambos reímos ante mi comentario.
- Quédate ahí, te ayudaré a salir del coche.
Leo bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta del acompañante para ayudarme a bajar, me trataba como una verdadera princesa y eso me encantaba.
- ¿Puedes caminar? - Preguntó sacándome de mi trance.
- Si, gracias.
Aunque le dije que podía caminar sola me tomó de la mano y sostenía mi espalda como si quisiera evitar que me cayera hacia atrás.
- ¿Podrías esperarme unos minutos? Quisiera tomar una ducha y quitarme el olor a hospital.
- Claro que si, no hay problema, aquí te espero.
Subí y me duché lo más rápido que pude, me arreglé un poco pero decidí estar cómoda, acababa de salir del hospital después de todo. (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=146246378&.locale=es)
- ¿Leo? - Pregunté mientras bajaba las escaleras. - ¿Estás ahí?
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Action (Leonardo Dicaprio)
أدب الهواةMuchos sueñan toda su vida con tenerlo todo. Muchos padecen un presente planenado un futuro. Casi ninguna persona que conozco vive pensando en lo que hará en este instante, todos suelen hablarme del futuro. "Cuando crezcas serás una gran actriz" "En...