Action (Leonardo Dicaprio)

Capítulo 9: Cita perfecta.

Cerré la puerta de mi casa y Leo me esperaba con la puerta del auto abierta como todo un caballero.

– Muchas gracias –Sonreí. Él se subió a mi lado y nos dirigimos a un hermoso restaurante francés, donde desde nuestra mesa podía verse la inmensidad de la noche en la playa.

Leo apartó mi silla de la mesa para que me sentara y luego él tomó su lugar frente a mí.

– ¿Qué te parece el lugar? Espero que te guste la comida francesa.

– Me encanta, es precioso – Sonreí.

– Bonjour mademoiselle, señor – Un mesero con acento francés vino a dejarnos el menú para elegir nuestra comida.

– Bien, el francés no es mi fuerte así que no entiendo casi nada de lo que hay aquí.

– ¿Quieres que ordene por ti? – Preguntó riendo.

– Esta vez me arriesgaré a confiar en ti –Reí.

– ¡Oye! – Rio – Te sorprenderé. – Guiño un ojo e instintivamente mordí mi labio inferior, ¿Acaso alguien podía ser tan jodidamente perfecto?

El mismo mesero que antes nos había traído el menú se acercó nuevamente para tomar nuestro pedido, Leo comenzó a hablar en francés con el empleado y yo solo sonreía al verlo.

– Bien, la comida está en marcha –Dijo acercándose a la mesa. 

– La verdad es que estoy impresionada, ¿En dónde aprendiste a hablar tan perfecto francés?

– Bueno, viajes, películas, fans… Instructores y traductores – Rio. – ¿Y tú? ¿Hablas algún idioma? Además del inglés, claro.

– Inglés, español y estoy aprendiendo a hablar alemán.

– ¡Wow! ¡Qué complicado! Y… ¿Cómo dices “Eres una mujer hermosa” en alemán?

– Bueno, no estoy muy segura, pero creo que es algo como “du bist eine schöne frau”

– Pues entonces, du bist eine schöne frau, Skylar.

– Danke, sie sind ein schöner mann auch Leo (gracias, usted es un hombre hermoso también Leo) – Me sonrojé ante la situación.

– Bien, en este momento me siento un completo imbécil, ¿Podrías decírmelo en español, por favor? – Ambos reímos.

Junté coraje de algún lugar desconocido y traduje aquella reveladora frase – Dije: Gracias, usted también es un hombre hermoso, Leo. – En mis mejillas ya no existía el color de mi verdadera piel, lo había reemplazado un tono carmín muy intenso, pero no solo yo sentía algo de pudor, también pude ver en él cómo sus mejillas tomaban algo de color.

– Me gustaría que salgamos otro día, siempre y cuando le parezca prudente…

– Dejemos que el tiempo lo decida entonces, aunque debo admitir que no me molestaría, estoy pasándola de maravilla con usted. – Dijo Leo.

– También yo y… gracias.

– ¿Por qué me agradeces? – Dijo dejando su copa de vino sobre la mesa.

– Bueno, por esta hermosa velada y por defenderme de Ian.

– Ese muchacho necesita urgentemente un psicólogo. Y… no tienes por qué agradecerme, tú lo hubieses hecho por mí. – Dijo. – Es tarde, creo que es hora de volver, mañana hay que continuar con los ensayos.

– Si, creo que tienes razón.

– Gracias por traerme – Dije una vez que paró el auto.

– ¿Quieres dejar de agradecerme? – Dijo riendo mientras volteaba a verme.

– ¡Está bien! ¡Lo siento! – Reí con él.

– ¿Quieres entrar por un café? – Pregunté para romper el hielo.

– Bueno… Pero sólo si lo preparas tú.

– Está bien, haré el intento – Reí.

– Sigo sin poder creer como todo esto es para ti.

– Bueno, es lindo estar aquí, aunque a veces me sienta un poco sola… ya sabes…– Dije entregándole su café.

– Si, te entiendo, también vivo solo y hay veces que me gustaría tener con quien compartir tanto espacio, es… una casa muy grande – Me miró y se sentó en el sofá. 

Hubo un momento donde todo era silencio, solamente nos mirábamos y tomábamos café, pero no era incómodo, todo lo contrario, nos comunicábamos a través de la mirada.

– Skylar, quizás pienses que voy rápido o hasta me consideres un loco – Dijo dejando el café en la mesita pequeña delante del sofá.

- ¿Qué ocurre? - Dije imitando su acción.

- Bien, no se como decirlo verdaderamente, estoy algo... nervioso.

- Tranquilo, puedes contarme - Mi mano se posó inconscientemente sobre la suya y nos miramos fijamente por unos segundos, los segundos mas mágicos de toda mi vida.