OLIMPIA DE GOUGES
La autora teatral y activista revolucionaria Olimpia de Gouges (1748-1793) fue la protagonista de la contestación femenina ante la opresión de libertades. En 1791 publicó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791) que era, de hecho, un calco de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea Nacional en agosto de 1789. Según el gran documento programático de la revolución, Olimpia de Gouges denunciaba que la revolución hubiera olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y liberador.
En la Biblioteca Nacional de París pueden consultarse folletos feministas que datan de 1788. El folleto de Olympia de Gouges Letre au Peuple, anterior a la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (de esta misma autora).
La mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos (...) la Ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y los Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus representantes, a su formación.
OLIMPIA DE GOUGES
Parafraseando el gran documento programático de la revolución, Olimpia de Gouges denunciaba que la revolución hubiera olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y liberador. Así afirmaba <la mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos> y que <la Ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y los Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus representantes, a su formación>.
El programa de Olimpia de Gouges era claro: libertad, igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho de voto, para las mujeres. Sin embargo, el planteamiento feminista no era compartido por los varones que dirigían la revolución, incluso entre los más radicales de ellos.
El encarcelamiento y ejecución de Olimpia de Gouges durante el período de la dictadura jacobina simbolizó el fracaso de las reclamaciones feministas durante la revolución.
JOSEFA AMAR Y BORBÓN
Algunas mujeres españolas plantearon desde una posición individual reivindicaciones encaminadas hacia la igualdad femenina (un ejemplo es la ilustrada española Josefa Amar (1749-1833) con sus libros Importancia de la Instrucción que conviene dar a las Mujeres (1784) o el Discurso sobre la Educación Física y Moral de las Mujeres (1769)).
Pedagoga y escritora de la ilustración, dominaba el latín, el griego, el francés, el italiano y el inglés. Ingresó en 1782 en la Real Sociedad Económica Aragonesa, siendo la primera mujer en pertenecer a dicha asociación, y en 1787 en la Junta de Damas de Madrid. Entre muchas actividades, fue ensayista y centró su producción en defender la capacidad de las mujeres en actividades intelectuales, políticas y de gestión, lo que generó controversia en su época.
Conocedora de las obras de los ilustrados e ideólogos franceses y la de John Locke. Su pensamiento pasó de una Ilustración avanzada a un liberalismo convencido. Aborreció la extrema religiosidad de la cultura de la época y se mostró en todo como una laica convencida; nunca citó a escritoras religiosas: para ella, como si Santa Teresa y sor Juana no hubieran existido.
En ese sentido, su feminismo fue más radical incluso que el de su contemporánea Margarita Hickey. Desaprueba que las niñas se eduquen en conventos de monjas y que incluso existan los conventos de monjas.
Una de sus ocupaciones fue la traducción de obras extranjeras, mayoritariamente científicas. Entre 1782 y 1784 tradujo anotados los seis tomos del Ensayo histórico-apologético de la literatura española contra las opiniones preocupadas de algunos escritores modernos italianos del abate Francisco Javier Lampillas contra Girolamo Tiraboschi . A éste añade además un Índice de autores y materias. Por esta traducción fue nombrada socia de mérito de la Sociedad Económica teniendo por tanto la misma consideración que cualquier socio.
Ninguno que esté medianamente instruido negará que en todos tiempos y en todos los países ha habido mujeres que han hecho progresos hasta en las ciencias más abstractas. Su historia literaria puede acompañar siempre a la de los hombres porque, cuando éstos han florecido en las letras, han tenido compañeras e imitadoras en el otro sexo.
JOSEFA AMAR Y BORBÓN
Defendió en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País la independencia y dignidad de la mujer, por medio de la traducción de uno de los libros europeos más famosos sobre el tema, el de Vicesimus Knox, Essays Moral and Literary de 1778, y de varios discursos que escribió y pronunció entre 1786 y 1790: Discurso en defensa del talento de las mujeres (1786), Oración gratulatoria . . . a la junta de Señoras (1787) y Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1790). En todos estos defiende el feminismo de la igualdad: el cerebro no tiene sexo y la aptitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social es exactamente igual, por naturaleza, a la de los hombres. Si existe alguna diferencia se debe a la educación.
Su discurso sobre la educación física y moral de las mujeres se divide en dos partes. La de Educación física está dedicada a asuntos médicos e higiénicos. La moral tiene como tema principal el aprendizaje de gramática, geografía, historia y aritmética, así como el de lenguas, tanto modernas como clásicas. No quiere cambiar la sociedad, sino que plantea una educación para las mujeres que las haga más útiles y eficaces además de ser ellas mismas felices.
Ese mismo año fue aceptada como miembro honorario de la Sociedad Médica de Barcelona.Trata de los cuidados relativos al embarazo, el parto, la lactancia, la crianza y alimentación de los niños y niñas, así como "el régimen de vida que conviene enseñar a las niñas".
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BEBER VINAGRE: manual sobre feminismo
NonfiksiEscribí este manual de feminismo (incluye vocabulario, historia, resumen de libros feministas y ensayo) a modo de estudio, aprendizaje y deconstrucción personal. Ánimo a todes a leerlo y cuestionarse tanto del mundo como yo. ¡Gracias por leerlo y...