¿Verdadero o falso?

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Nunca me había gustado la escuela. Nunca me había gustado el hecho de tener que ir a un lugar en el que te enseñaran cosas que ellos pensaban que eran fundamentales para la vida en este planeta, está bien, tampoco no iba a admitir que no era útil, porque estaría mintiendo, aunque no todas las cosas que aprendías podrían llegar a ser usadas a lo largo de tu tiempo de vida. La cuestión era que estaba segura de que la escuela no me gustaba, porque no me iba bien en ella. No era como Tris, que disfrutaba de cada mínimo dato informativo que soltaban los profesores en sus clases, o que hacía la tarea de la semana entrante con días de anticipación, que tenía un plan de estudio que seguía al pie de la letra, y que sacaba nueve o diez en todos sus exámenes. No era cuestión de desear ser como Tris, si no preguntarse por qué esto no me llamaba tanto la atención como a ella. Podía jurar que el año pasado estaba mucho más comprometida con los temas escolares, pero éste año, ni siquiera me importaba la 'F' en pluma roja que estaba mirando con tanta atención apoyada en mis casilleros.

—No te preocupes Kelsey, puedo darte clases particulares y te pondrás al día para el siguiente examen en menos de una semana. —Marvin parecía incluso más preocupado que yo mientras miraba la nota con desagrado.

—No hay problema, puedo ponerme al día yo sola, sé que tienes que comenzar a mandar la solicitud para Harvard. —Marvin negó con la cabeza efusivamente.

—Harvard puede esperar, quiero ayudarte. —Metí el examen en mi mochila sin importar que se rompiera y tomé a Marvin de los hombros.

—Harvard no puede esperar Marvin, entiéndelo. Yo puedo sola con esto, le pediré sus notas a Tris y a Jake, y ya verás que me irá bien en el próximo examen. —Ninguno de los dos parecía muy convencido sobre eso.

—Pero si no apruebas el próximo examen... —Levantó su dedo autoritariamente y reí, Marvin no podía ser autoritario ni aunque quisiese.

—Lo sé, lo sé, nos encerraremos en la biblioteca hasta que mi pobre cerebro lo entienda. —Él asintió complacido y me saludó para irse por el pasillo porque las clases habían acabado. Suspiré una vez más, sabiendo que Tris se enteraría de mi mala nota quisiera o no, y se pondría en modo mamá, regañándome hasta ponerse bordo de tanto hablar.

Dispuesta a olvidar todo el asunto del examen, comencé a caminar hasta el estacionamiento de la escuela, intentando llegar a casa de una vez para poder, por fin, tirarme en la cama y dormir unas cuantas horas necesarias antes de hacer nada productivo. Donnie me saludó con la mano mientras intentaba abrir el jeep con la llave.

—¿Alguna cosa interesante para hacer hoy? —Tiré mi mochila de mala gana al asiento trasero y cerré la puerta para hablar con Donnie.

—Dormir. Probablemente hasta las ocho de la noche, cuando todos estén en sus sueños más profundos, y atacar la heladera sin piedad, para volver a dormir hasta que la escuela empieza y me tenga que vestir para venir hasta aquí nuevamente. —Donnie negó la cabeza con desaprobación.

—Tu vida es menos interesante que la de una zanahoria.

—¡Hey! Las zanahorias salen en televisión todo el tiempo, son las verduras más famosas que conozco. —Le hice una seña para que subiera al auto mientras reía y me acompañó en el asiento del copiloto.

—No tanto como las manzanas. —Hizo una pausa al escuchar el ruido del motor esforzándose por arrancar. —Las manzanas sí que son famosas. —Aplasté el acelerador con una sonrisa, mientras observaba que los alumnos se corrían a medida que avanzaba con el automóvil. — Dios, que conversación más aburrida, ¿acaso no tienes algo picante para contarme? —Las palabras "algo picante" hicieron que soltara una carcajada estrepitosa que casi le vale la vida a una chica que caminaba distraídamente.

Aaron II - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora