Un Poco de Cafe [Tamaki x Reader]

Capitulo 2

Pov. Tamaki

Paso un mes desde la primera vez que fuimos al pequeño café y desde ese día cada fin de semana nos disponíamos a comer en ese lugar, pero hoy era diferente, por fin había tomado el valor para ir solo ya que a pesar de que Nejire termino haciendo amistad con ___. Yo aún no podía entablar una conversación con ella.

Estaba a una cuadra del café, a una cuadra para arrepentirme de lo que estaba por hacer, a una cuadra para pasar de largo y no entrar, a una cuadra para echar a perder todo el esfuerzo que había hecho para llenarme de valor e ir.

Entre pensamiento y pensamiento ya estaba allí, en la puerta del lugar, respiré hondo y entre donde ___ me recibió con una sonrisa—buenas tardes, por favor sígame—diciendo eso procedí a seguirla—¿vienes... solo o esperas a tus amigos? —pregunto algo curiosa—vengo... so-solo—estaba algo sonrojado, lo estaba logrando, estaba teniendo una pequeña conversación con aquella muchacha que me quitaba el aliento—¿Qué deseas ordenar? ¿Lo mismo de siempre? —para ese entonces ya estaba acomodado en la mesa— ¿q-que? —pregunte confundido a lo que ella se sonrojo un poco—¡oh! es que tú siempre que vienes con tus amigos pides café y un trozo de pastel—estaba en pánico, ella me recordaba no solo por mis amigos, sino que también recordaba mis gustos y pedidos—ah sí... justo eso—fue lo único que pude decir, se retiró dejándome atrás mientras echaba humo por las orejas de lo colorado que estaba.

Pov. ___

Cuando me dijo que venía solo mis ánimos subieron ya que creí que esperaba alguien especial. Este chico me gustaba mucho y quería conocerlo, hablar de muchas cosas pero parecía tímido y casi no hablábamos cuando venía con sus amigos.

—aquí está su orden, que lo disfrute— le entregue a Tamaki su pedido y el solo asintió sonrojado, este chico es muy tierno no puedo con él. Me retire y pase la tarde atendiendo otras mesas hasta que se hizo la hora de cerrar, no lo voy a negar todo el tiempo que estuve atendiendo las demás mesas y cuando podía relajarme miraba a Tamaki que se pasó la tarde leyendo y tomando el café que con mucho esfuerzo le prepare, él es demasiado para mí.

Pov. Tamaki

Pase mi tarde entera viéndola, era tan bonita, como atendía a otros clientes y sonreía a todo aquel que aprecia por la puerta.

¿Por qué esa sonrisa no es solo mía?

Las horas pasaron mientras intercalaba las miradas que se dirigían a ___ y las hojas del libro que leía, creí que ir y estar allí solo sin hacer nada sería tonto y ella me vería como un inútil solitario. Termine sumergiéndome por completo las palabras de este mismo sin darme cuenta que ya era la hora de cerrar del lugar y ella se acerba a mi mesa— am... disculpe las molestias, pero en unos minutos cerraremos—dios que vergüenza, ella seguro estaba agotada y quería irse mientras que yo estaba aquí siendo un completo estorbo.

Me despedí de ella, pagué y me fui del lugar—esta fue una buena tarde—me decía a mí mismo con un leve sonrojo. Para cuando llegue a la estación había perdido el tren que me llevaría a casa asique termine esperando el siguiente, a lo lejos la vi, era tan bonita que me quede como un bobo viéndola.

Salí de mi trance cuando me percaté de que ella se me estaba acercando, calma Tamaki, relájate y respira—hola Tamaki ¿esperas el tren?

—h-hola...si yo perdí mi tren.

—y ahora esperas el siguiente...bueno me alegra no esperar el tren sola, me hace sentir más segura— decía sonriente, era diferente y me encantaba, sonara egoísta pero solo yo estaba viendo esa tierna sonrisa—¿que...que tren esperas? —¿Por qué le pregunte eso? ¿soné como un acosador? —espero el 4H ¿y tú Tamaki?

Mis ojos se iluminaron—yo también espero...ese tren.

—¿de verdad? Bueno supongo que nos iremos juntos—dijo apuntando al mismo tren que esperábamos. Subimos y el trayecto termino, resulta que también nos bajábamos en la misma estación, estaba nervioso, el silencio entre nosotros era relajante, pero ella rompió este—así que... ¿vives por aquí? — es cierto estuvimos caminando juntos por un rato—si... mi casa q-queda a unas cuadras—estaba nervioso—entiendo, yo vivo en el complejo de departamentos a unas cuadras, en fin, yo doblo por ahí y tú?

—también voy...po-por ese camino

—fantástico, no sabía que éramos vecinos, eso es muy lindo—me sonrojé ¿ella pensaba que era lindo tenerme cerca? llegamos a su edificio y me despedí de ella, vivía a una cuadra de mi casa, ¿siempre estuvo tan cerca de mí? Esa noche no pude dormir, esa si había sido la mejor tarde de mi vida.