2. SILENCIO

626 51 67
                                    


¡¡Hola chicos y chicas !!  ¿Cómo va su domingo? 

Hoy les traigo un nuevo capi :D :D

 Nos vemos al final jejejeje a leer

-----------------------------------------------------------------

Llegaron a la ciudad de Moscú la mañana del martes, era un día tranquilo, el cielo azul era cubierto por esponjosas nubes blancas y la briza desordenaba el largo cabello del latino, tal como Ucrania había dicho, OMS los había ayudado a que su salida del hospital y país fuera en completa calma y discreción, si tenía en cuenta lo animado que era el menor de los soviéticos, Ucrania tenia energía de sobra para el pobre tricolor que, en esos momentos, lo único que quería era envolverse en una cobija y desaparecer del mundo.

Iban en una limosina negra atravesando toda esa bella ciudad que pocas veces había visitado, el clima frio a pesar de estar a mediados de junio erizaba su piel morena, era una suerte que Ucrania le hubiera comprado algo de ropa o en ese momento se estaría muriendo de frio. Se demoraron tres horas en llegar a su destino, primero porque varias veces, Colombia necesito de una pausa para vomitar al lado de la carretera y segundo, porque Ucrania quería aprovechar y conseguir los medicamentos y suplementos que necesitaba la futura mamá.

-Eh ave maría, esto si es un palacio de gobierno- Soltó sorprendido el tricolor mientras bajaba del carro, estaban frente a un gran edificio color crema, de tres pisos rodeado por varios jardines y un poco de bosque, además de un gran muro de roca y metal, sinceramente, era muy bonito, tenía muchas ventanas y la entrada era decorada por un arco estilo romano y varias columnas llenas de enredaderas.

-Colombia, el parlamento ruso queda en el centro de la ciudad, esta es la casa de mi hermano- Hablo tranquilo el otro país, era divertido ver como el colombiano se asombraba por pequeñeces.

- ¡No jodas! –Contesto asombrado, la casa del ruso era más grande que su propio gobierno o al menos eso parecía –Lo que es el primer mundo definitivamente.

Sin más que agregar, los tres entraron a esa impresionante casa donde varios mayordomos esperaban por el ruso, si por afuera era linda, por dentro era mejor, tenía un diseño antiguo, pero minimalista, llena de pinturas y otros objetos caros que el colombiano tuvo miedo de mirar, conociendo su suerte iba a terminar quebrando alguna de esas muñecas de porcelana o bustos de mármol y estaba seguro que ni empeñando su territorio podría saldar la deuda.

Se dejó guiar por la gran casa, memorizando cada lugar que Ucrania nombraba, se veía muy contento contando cada detalle mientras arrastraba su maleta, hasta que, en el segundo piso, se detuvieron frente a una puerta de madera, la cual Rusia abrió rápido dejándolos pasar.

Era una habitación grande, con balcón y chimenea de ladrillo incluidos, además de un baño y un armario donde guardar lo poco que tenía y para acabar de ajustar una gran cama doble que se veía suave y esponjosa como un algodón. Era un lugar bonito a ojos del tricolor, pero muy grande, él estaba acostumbrado a su pequeño y acogedor apartamento y esa habitación se veía algo triste para su gusto.

-Ucrania, esto es mucho, no lo puedo aceptar- Comento afligido- ¿No tienes una habitación más pequeña?

-Nada de eso camarada, necesitas un lugar amplio y cómodo para tus cosas y las del bebé- Alego el rubio, mientras subía su maleta a la cama- Así que no te preocupes, ¿Cierto hermano?

Pero cuando se giraron hacia la puerta, esperando una respuesta, se dieron cuenta que el ruso ya no los acompañaba.

- ¿Y este a qué horas se fue?

Orquídeas de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora