16. Hogar

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¡¡Feliz viernes mi gente!! ¿Cómo están? ¿Cómo los trata el día?

Espero estén listo para el penúltimo capitulo (T.T) si, es triste pero espero hayan disfrutado todo el camino hasta aquí :3 así que dejemos el drama y A LEER!!

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Dos semanas después, las cosas no podían ir mejor para los nuevos padres, no era fácil, lo sabían desde un principio, levantarse cada tres o cuatros horas para amamantar, cambiar pañales, bañarlos y una gran lista de etc. Pero ambos países trabajaban juntos, llevando con cariño y una sonrisa, esa nueva responsabilidad

Por seguridad y salud de Colombia y los niños, todavía faltaban unos días para que pudieran volver a Rusia, pero su estancia en el ala privada de OMS era una delicia, la organización les brindaba todos los servicios necesarios para cuidar de los pequeños. Claro que lo que no brindaba la amigable organización era un espacio para visitas largas.

Tal como se lo imaginaron, la familia latina fue la primera en acudir al hospital para conocer a los recién nacidos, llenando el piso de lágrimas, amor, risas y ridículos peluches de gran tamaño. Todos estaban felices, sobretodo España, que al igual que en el nacimiento de su primer nieto, lloro a lagrima viva, felicitando a su hijo y amenazando de muerte a Rusia si se le ocurría abandonar a su familia. Había sido un momento mágico a pesar de todo, Colombia disfruto de cada muestra de cariño, cada felicitación y palabras de apoyo, era lindo ver como toda su familia recibía a sus hijos.

Por el lado de los soviéticos, fue igual, aunque los únicos hermanos de sangre del ruso eran Kazajistán, Bielorrusia y Ucrania, al hospital se presentaron los doce países que habían sido criados por su padre, o sea sus hermanastros. Fue algo raro para Rusia, aunque tenía una relación cordial con cada uno de ellos y tratados comerciales, nunca se esperó que se presentaran con regalos para sus hijos, además de felicitarlo por su nueva relación (ONU se había encargado en la última reunión de esa semana, avisar del nacimiento del nuevo país), aunque fue extraño al principio, al final todos disfrutaron de una tranquila tarde.

Nyura y Lukyan eran unos niños tranquilos, aunque no se dejaban cargar por cualquiera, no se sentían intimidados o lloraban cuando eran el centro de atención, sobretodo su niño, que tenía energía de sobra y miraba curioso a cada país que conocía.

Y hablando del rey de roma, en ese momento, su pequeño, lo miraba curioso desde su cuna, mientras Colombia organizaba la ropa que les iba a poner después de bañarlos. Como todavía no podían volver, Rusia había mandado a traer mucha de la ropa de los bebés además de a Anna, quien ayudaba al rubio cuando su pareja debía ir a alguna reunión importante sobre el territorio de los niños.

Era una tarde tranquila, el invierno todavía no había pasado en Suiza, por lo que bellos copos de nieve caían del cielo lentamente, llenado el aire con su fría briza y con su etérea sensación de calma, aunque nunca le gusto el frio, ahora era más resistente, cosa que Colombia agradecía, claro que siempre podía refugiarse en el pecho de su pareja para buscar calor.

Con cuidado, Colombia cargo a su bebé, listo para ir al baño, Anna ya había dejado todo arreglado y solo necesitaba que su cuñado, cargara a su princesa, como padrino oficial, Ucrania pasaba toda la tarde junto a ellos.

- ¿Todo bien Ucra? –Pregunto Colombia cuando el pecoso no lo siguió.

-Si...solo me distraje un poco, no te preocupes- Respondido Ucrania con una sonrisa, queriendo engañar al moreno, su cabeza era una tormenta, llena de sentimientos y cosas que en todos esos meses no había dicho.

-Si claro –Dijo Colombia, mientras obligaba al país a sentarse de nuevo en la cama – Te recomiendo que no trates de engañar a alguien que acaba de dar a luz...mi sexto sentido esta al cien por ciento de su capacidad.

Orquídeas de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora