Orquídeas de Hielo

9.TRES ALMAS

Holi, Hola :3 ¿como les va?

No se si saben, pero mañana Whattpad estará fuera de servicio por reparaciones, entonces aprovechare y actualizare hoy *U*

Este capitulo esta corto, pero disfrutable ajajaja así que disfrútenlo mucho.

A LEER

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La mañana recibió a Colombia mejor de lo que se pudo imaginar, cuando sus ojos se abrieron, el sol brillaba a pesar de que hacia frio y su cuerpo se sentía calientico cada que se movía en esa suave cama, pero lo más importante, un gran país lo miraba sonriente mientras su mano se paseaba tranquila por su largo cabello.

-Buenos días –Dijo Colombia con una sonrisa, mientas sus manos acariciaban los pronunciados pómulos del otro.

- Buenos días Coco- Contesto el ruso al tiempo que enredada uno de esos suaves mechones de cabello entre sus dedos. Si algo había que le gustara a Rusia era el dorado cabello de Colombia, esas suaves hebras le recodaban a los campos de trigo donde solía jugar con su padre y sus hermanaos cuando era pequeño.

- ¿Sabes cómo mejoraría este día? –Pregunto el moreno mientras aprovechaba su agarre en las mejillas contrarias y acercaba al ruso hasta su rostro- Si dejas de molestar mi cabello y me das mi beso de buenos días.

-Impaciente –Respondió Rusia que, sin hacer esperar más a su rubio, junto por fin sus labios en un beso.

Un beso que logro estremecer a ambos países, sus labios se movían lentos sobre los contrarios, disfrutando del delirante sabor de la boca del otro mientras sus manos recorrían con cuidado el cuerpo contrario. Colombia dejaba que sus dedos marcaran la ancha espalda de Rusia, mientras este usaba una mano para sostener su cuerpo y no aplastar el vientre de su amado y la otra apretaba la cadera del latino con fuerza, sacándole varios suspiros dentro del beso.

Poco a poco, el frio de la mañana había dejado de importar para esos países, sus cuerpos se iban calentando mientras los besos se volvían más húmedos, más desesperados, llenado la habitación de susurros obscenos, y sus manos recorrían con ganas la piel contraria, buscando tatuar su textura en sus palmas, se sentían bien y aunque había cosas por hablar, ninguno tenía pensado detener lo que estaba pasando. Pero la vida nunca había sido justa con los nuevos amantes y al igual que en el hospital, un rubio de mechones azules, iba a ser el encardado de interrumpir su pasional momento.

-Доброе утро, брат / Buenos días hermano- Comento alegre Ucrania mientras abría la puerta del cuarto de Rusia, en sus manos, descansaban unos documentos y un par de cafés que le habían dado en la cocina.

- ¡Ucrania! –Contestaron sorprendidos ambos países, logrando que el intruso notara lo que había interrumpido.

-блять / Mierda –Dijo el rubio de mechones azules cuando vio a su hermano, muy contento encima de Colombia, ambos tenían un pronunciado sonrojo que logro sacarle una sonrisa.

- ¿Qué haces aquí? –Pregunto enojado el ruso, había olvidado que su hermano no conocía el concepto de "tocar antes de entrar"

-Te traje el reporte militar que me pediste, pero mejor vuelvo en un rato, cuando termines- Comento el menor con una sutil sonrisa, dispuesto a abandonar la habitación de una vez.

- ¡Espera!

Fue que Ucrania se diera la vuelta y Colombia por fin pudo reaccionar, levantándose rápido de la cama, dispuesto a detener al otro país, olvidándose por completo que estaba embarazado y ese tipo de movimientos bruscos podían marearlo.