Capítulo 18

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Narra Kuroo

– ¡Espera Yaku! ¡No podemos separarnos! – las velas electrónicas de esa sección se apagaron. No podíamos ver nada – ¿¡Dónde estás!?

– ¡Te estoy agarrando de la mano, idiota!

– ¡Eso no es...! Oh – al fin pude sentir su mano agarrando mi muñeca – Lograste espantarme, Yaku.

– En serio que no puedo contigo ¿Tú estabas aquí, no? ¡Ahora salgamos de aquí sin que nos den otro vuelco en el corazón!

– Por supuesto, saldremos de esta pequeña casa en menos de un minuto. Aunque sería trampa... – sentí que Yaku estaba avanzando con paso rápido – Oye, esperate ¿cómo quieres que salgamos si tú te adelantas?

– ¿¡Qué es lo que estás diciendo!? ¡Tú eres el que está avanzando rápido!

– ¡No te enojes! ¡Aprietas mi muñeca con fuerza!

– ¡Mentiroso! ¡Y tú me estás jalando!

– ¡Yo no lo estoy haciendo!

– ¡¡Ni creas que me seguirás espantando, Kuroo Tetsurou!!

– ¿¡Y cómo sé que tú no intentas espantarme!?

– ¿¡Por qué querría espantarte si ni siquiera te puedo ver!?

– ¡Actúas de maravilla, Yaku!

– ¡Ya deja de bromear!

– ¡No lo estoy haciendo! – quise adelantarme un poco y levanté su mano – ¡Estoy levantando tu mano ahora mismo!

– ¡No es divertido, Kuroo!

– ¡Lo digo en serio!

– ¿Lo sientes?

– ¿Qué cosa?

–...

–...

Al dar un paso más, la mano que me sostenía se quedó quieta. El silencio era absoluto, sólo se oían nuestras respiraciones y mi corazón latiendo.

– Ustedes... – dijo una voz realmente escalofriante y profunda – No debieron de separarse... – su voz masculina era casi como un susurro.

No sé cómo pero las velas eléctricas empezaron a parpadear, mostrando lo poco de la persona que estaba al frente. Por Dios, hasta había sonado de fondo la canción de "Candyman theme".

– Ahora... – empezó a salir humo en el suelo y el rostro de la persona que tenía sujetadas nuestras manos, traía una capucha que cubría todo su rostro – ¡¡SUFRIRÁN LAS CONSECUENCIAS!! 

Con un movimiento brusco, el rostro fue expuesto. Se apreciaba un rostro espantoso de un zombi junto con aquella sonrisa aterradora.

De repente, todo se apagó.

– ¡¡AHHHHHHHHH!! – empecé a gritar como loco. Me había espantado demasiado – ¡¡DEMONIOS!! – sentí cómo me habían soltado mi muñeca.

– ¡¡AHHHHHHHHHHHHH!! ¡¡KUROO!! ¡¡VÁMONOS!! ¡¡VÁMONOS!!

– ¡¡ESPERA, ESPERA!! ¡¡NO TE VEO!!

– ¡¡SÓLO CORRE!!

– ¡¡ESPERATE, YAKU!!

– ¡¡AHHHHH!!

– ¡¡TE TENGO!! – agarré su mano y me aferré en él pero no sé porqué esa mano no hacía ningún movimiento – Ay, no.

Sólo entre gatos (Kuroo x Yaku)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora