Narra Yaku
– ¡Apártate! – con ambas manos empujé el cuerpo de Kuroo hacia el otro lado – ¡Ni se te ocurra acercarte a mí!
– ¡Eso mismo te digo, Yaku! – dijo Kuroo mientras se levantaba y se cubría el rostro. Creo que él estaba más rojo que yo – ¡Demonios!
– No sé qué decir... – pude alcanzar a escuchar a Lev – ¿Guau?
– ¡Qué aterrizaje! – dijo Inuoka.
– Creo que se vio más raro que otra cosa – opinó Fukunaga.
– Yamamoto, ¿aún sigues respirando? – dijo Kenma con indiferencia – Ya pasó.
– Yo... – Yamamoto estaba muy sorprendido de lo que había sucedido entre Kuroo y yo – ¡En serio me quedé sin palabras!
* ¡Qué vergüenza, todos lo vieron! ¡Ya trágame tierra! *
– ¿Por qué el escándalo? – preguntó el entrenador Nekomata. Al parecer fue él quien nos abrió la puerta y no vio lo sucedido – Vamos, vamos. Todos regresen al partido.
Todos los chicos regresaron a sus posiciones. Mientras que Kuroo y yo pensábamos en hacer los castigos que nos faltaban en una distancia que no nos llegáramos a tocar.
– ¡Kuroo, Yaku! – nos llamó la atención el entrenador Nekomata – Mejor hagan su castigo en pareja para que sea mucho más rápido y puedan hacer después el ejercicio con el balón.
– ¡Entrenador, por favor! – le suplicó Kuroo – ¡Lo haremos igual de rápido si lo hacemos individual!
– ¡Yo concuerdo con Kuroo, entrenador Nekomata! – me uní a Kuroo. No quería saber ni tocar nada de él – ¡Déjenos por esta vez!
– ¿Por qué se comportan de esa manera? – dijo el entrenador Nekomata mientras cruzaba los brazos – ¡Ya no quiero quejas y pónganse a hacer sus castigos de una vez!
Sin poder suplicarle más, el entrenador Nekomata nos empezó a decir los ejercicios que debíamos hacer juntos. Yo miré a Kuroo y el me miró a mí, no pudimos resistir en tener contacto visual entre ambos sin recordar el beso incómodo.
– Bueno... – yo miraba el suelo. Estaba muy incómodo – ¿Quieres hacer primero las abdominales o las lagartijas?
– Pues... – la voz de Kuroo se oía muy nerviosa – La que tú decidas.
– Este... No lo sé... Creo que sería mejor que empecemos con las lagartijas.
– Está bien.
Kuroo y yo empezamos a acomodarnos. Sólo debíamos de resistir el contacto físico de nuestras manos y ya. No era tan malo, podía resistirlo. Mientras hacíamos el ejercicio, Kuroo y yo no compartimos contacto visual, también cuando teníamos que chocar la mano, nos rozábamos con las yemas de los dedos.
Al acabar las lagartijas, empezamos a hacer las abdominales. Así que, Kuroo era el que me agarraba los tobillos mientras que yo trataba de hacer las abdominales.
– Veintidós, veintitrés, veinticuatro... Ah... – di un pequeño descanso. Todavía me faltaban hacer abdominales – Ya no puedo... Me rindo.
– Vamos, Yaku. Si no lo acabamos rápido no podremos participar de lo que resta del partido de práctica – sentí cómo Kuroo ponía más peso en mis tobillos – Si quieres yo cuento contigo. Pero...
– ¡¡Aquí vamos!! – me motivé a mí mismo y con todas mis fuerzas hice una abdominal. Mala idea. Creo que cuando Kuroo puso su peso en mis tobillos, la abdominal salió disparada, causando que nuestras frentes se chocaran – ¡¡Auch!!
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Sólo entre gatos (Kuroo x Yaku)
Fanfic"Del odio al amor hay un sólo paso" me decían. "Si te molesta alguien es porque le gustas" me dijeron. ¿Estos dichos serán ciertos si hablamos de aquel gato negro? ¡No lo creo! Yaku Morisuke tendrá que encontrar la manera de que Kuroo lo deje de mo...