Aang y Katara son ahora una feliz pareja que desea formar una familia, sin embargo, las cosas se pondrán más difíciles cuando el deseo de Katara de ser madre se vea arruinado por cosas que ni siquiera ella puede controlan. Aang podrá superar la idea...
Tenzin se había despertado temprano llorando con hambre mientras los primeros rayos del sol se asomaban por el horizonte. Había pasado una semana desde que lo di a luz y yo tenía nuevas fuerzas, me sentía una mujer diferente después de todo lo que Aang me había hecho ver unos días atrás.
Me levanté a alimentar a Tenzin mientras Aang seguía dormido. Disfruté de verlo aún recostado en la cama boca abajo y con el torso desnudo, me sentía la mujer mas afortunada...
-Buenos días amorcito...- le dije mientras él intentaba incorporarse y abrir los ojos.
-Buenos días... te ves preciosa- dijo después de por fin poder abrir los ojos, lo cual me hizo sonreír - odio la idea de tener que dejarte tan pronto, pero he descuidado los demás templos demasiado, tengo que asegurarme que todo esta bien - soltó mientras se levantaba y se dirigía a mí.
-No te preocupes, voy a estar muy bien...- respondí mientras él me miraba con ternura y me regalaba un beso en la frente.
-Lo sé, pero te voy a extrañar demasiado, a ti y a mis bebés - dijo acariciando la mejilla regordeta de Tenzin.
Ese día despedimos a Aang muy temprano, los niños ni siquiera estaban totalmente despiertos cuando su padre ya se encontraba alzando el vuelo sobre nuestro querido y viejo Appa.
- Mami, podemos dormir? - dijo Kya jalando mi falda con los ojos completamente adormilados.
-Claro que sí podemos... les parece si duermen con mami?...-
-Siiiiiiiiiiiii - dijo Bumi quien ahora me abraza con mucha fuerza mientras caminábamos por los pasillos.
Nos metimos en la cama los cuatro, Tenzin rodeado por mi brazo, Kya justo debajo de él y Bumi del otro lado, ellos quedaron rendidos en cuanto tocaron la cama, mientras que yo me permití disfrutar de la bellísima escena. Por un momento mi dolor se volvió insignificante al ver a mis tres preciosos hijos justo ahí, me convencí que arriesgar mi vida nuevamente por otro bebé no era motivo suficiente como para abandonarlos.
Entonces recordé a mi madre, lo que hubiera dado por recuperarla. Por mucho tiempo su muerte fue un motor que me movió a realizar cosas inimaginables, pero no desearía jamás que mis hijos tuvieran que pasar por ese dolor, no ellos, yo no iba a abandonarlos jamás. Ellos jamás tendrían que sentir lo horrible que es perder a una madre cuando aún eres un niño, no valía la pena.
Esa mañana comencé a tomar las pastillas que el doctor me había recetado.
De repente y casi como nueva costumbre, mis hijos llegaban repentinamente a mi cuarto a dormir conmigo cada que Aang viajaba, les encantaba dormir ahí, a veces incluso ellos se levantaban a atender a Tenzin cuando él se despertaba en plena noche. Kya y Bumi se sentían responsables de cuidarme cuando Aang no estaba y hacerlo los hacía sentirse orgullosos.
Así pasaron algunos años, exactamente cuatro. Tenzin ya había dejado de ser un bebito y se había vuelto en un niñito serio y muy tranquilo. Toph solía ir a la isla a dejarme a su hija Lin, quien era solo un año menor que Tenzin, ellos eran inseparables.
Por las mañanas, los niños asistían a la escuela en Ciudad República como cualquier otro niño. Por las tardes yo me dedicaba a entrenar un par de horas con Kya, ella era ya una jovencita de ocho años extremadamente hábil he inteligente, Bumi por su parte se dedicaba a ser Bumi era ya un adolescente de trece años ruidoso y extremadamente gracioso, siempre haciendo locuras, molestaba a los acólitos con ingeniosas travesuras, o daba enormes recorridos por toda la isla, nadie la conocía mejor que él. Tenzin y Lin pasaban el rato jugando y molestandose como solo dos pequeños de su edad sabían hacerlo.
-Mamaaaaaa, mamaaaaaa!! - escuché gritar a Tenzin entre los arbustos, yo estaba con Kya en una pequeña piscina donde solíamos entrenar. De los arbustos vi al pequeño correr desesperado hacia mí.
-Que pasó? - me detuve en seco al ver su rostro. Entonces de atrás de él apareció Bumi con una mascara de la Nación del Fuego, similar a la de Zuko, solo que esta era roja. Tenzin se tropezó y Bumi se puso justo sobre él mientras soltaba rugidos.
-Ya dejameeee!!!- gritó Tenzin lleno de ira, y puso su mano sobre Brumi, al contacto, una ráfaga de aire salió disparada de la mano de Tenzin, la máscara salió volando y terminó lanzando a Bumi al suelo. Tenzin volteó a verme con los ojos bien abiertos. Yo respondí exactamente igual, mi bebé estaba haciendo aire control.
Los cuatro nos quedamos en silencio un momento, entonces Kya nos sacó del trance.
- Tenzin... eres un maestro aire!- gritó muy emocionada por su hermano.
-Oh genial, no creas que eso te va librar del monstruo chupa sangre niño cabeza de aire - dijo Bumi molestandolo.
Mi corazón casi se salía de la emoción, después de todo lo que había sufrido al creer que tal vez Aang no tendría un hijo maestro aire de mí, por fin podía respirar tranquila y satisfecha.
Avisamos a Aang en seguida, no sabía si sería una buena idea, él estaba de viaje y no quería molestarlo pero definitivamente esta noticia ahora era una prioridad, él llegó la tarde del día siguiente.
-Pero cuéntamelo otra vez hijo, como fue!? - dijo Aang con Tenzin en sus piernas mientras cenábamos en el comedor.
-Papá ya te lo conté cinco veces, puedo cenar? - dijo Tenzin fastidiado.
-Jajajaja, esta bien amorcito yo te lo contaré las veces que quieras, sí? Deja a nuestro hijo comer en paz - le respondí.
-Es que no puedo creerlo, mi niño es un maestro aire, lo es! Sabes qué significa eso Katara? - volteó a verme con los ojos llenos de ilusión - mi cultura, mi gente, mi mundo tiene esperanza Katara! Él en un futuro será padre y maestro de una nación entera. Es una locura!! - no podía creer lo emocionado que estaba, sus ojos se llenaban de lágrimas, entonces se puso de pie.
-Acólitos, amigos, familia querida, por años ustedes han sido quienes han revivido a mi cultura, pero hoy les pido que celebren conmigo a mi hijo Tenzin, quien es y será siempre el símbolo de la esperanza, su llegada a este mundo ayudará a culminar con el propósito del avatar que por un momento parecía casi imposible de lograr, el equilibrio entre las naciones, hoy con mi hijo como cabeza, los nómadas aire se levantan de nuevo! - finalizó.
Los acólitos se levantaron, aplaudiendo y gritando, Tenzin por su parte había pasado de disfrutar de su plato de fideos a estar de nuevo en los brazos de Aang siendo lanzado por los aires. Yo estaba contenta por eso, Kya y Bumi por su parte no parecían comprender muy bien por qué tanta emoción, pero igual aplaudieron y celebraron a su hermano.
Qué va a pasar ahora con Aang y sus otros hijos? Con Aang y Katara?
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