Aang y Katara son ahora una feliz pareja que desea formar una familia, sin embargo, las cosas se pondrán más difíciles cuando el deseo de Katara de ser madre se vea arruinado por cosas que ni siquiera ella puede controlan. Aang podrá superar la idea...
No sabía que pensar, la sangre corría por mis piernas oscura y espesa manchando las sábanas blancas y dejando en el aire de la habitación un olor nauseabundo.
Entonces Tarok cruzó la puerta, estaba pálido y aterrado.
- Katara que pasa!! - se acercó alterando viendo con asombro la escena.
- Por favor... llévame al baño, no puedo pararme - le dije ahogándome en mis propias lagrimas y estirando mis brazos hacia él.
Él me tomó y me metía en la bañera, abrí el agua caliente y el calor ayudo a disminuir el dolor.
- Vete por favor - dije llorando.
-Pero Katara... no voy a dejarte así - respondió alterado.
- VETE!! LARGATE YA!! - le grité.
Él salió del cuarto con herido y con confusión en su rostro. Acto seguido entraron Xing Ying y Yee-Li al cuarto de baño.
Pasé la noche entera expulsando todo de mi cuerpo con un incesante y agudo dolor. No había podido dejar de llorar en el proceso sintiendo los pedazos de tejido saliendo de mi ser, lo que se suponía entonces sería mi hijo.
Una de las acólitos llamó a curandera para ayudarme, lo cual evitó que muriera desangrada.
Las chicas se quedaron ahí toda la noche, me ayudaron a bañarme, limpiaron la habitación y después me dejaron de nuevo en la cama.
Hice que juraran no decirle nada a Aang, él estaba ocupado y no podía saber nada, no podía saber que yo había estado embarazada, esa noche debía ser borrada de la mente de todos.
Después de esa noche no soportaría verlo a los ojos, viendo en ellos la decepción por lo que había sucedido.
Me quedé recostada en mi habitación, llorando por el bebé que había perdido. Me sentía fatal, no lo había podido cuidar, lo había desechado de mí como si fuera una basura, qué clase de madre era? Una que no podía siquiera mantener a su hijo a salvo en su propio vientre? Me sentía asqueada de mí misma.
Mi corazón estaba destrozado porque en el fondo sabía que eso podía pasar, yo me había equivocado, había decidido seguir y no había pensado en las consecuencias. Había tomado una decisión estúpida aún cuando Toph me dijo que no lo hiciera.
Pero ahora nada de eso importaba, ahora solo debía asegurarme de que Aang no se enterara, y de recuperarme lo más pronto posible.
De repente Kya entró en la habitación, ni siquiera recordaba que ella había estado conmigo.
- Mami estas bien? - dijo con los ojos llorosos y se paró justo al lado de mí.
Yo la abracé fuerte y la hice entrar en la cama.
- Si estoy bien, solo tuve un dolor muy fuerte pero ya estoy mejor, muchas gracias por ayudar, eres mi heroína - le sonreí para que se sintiera tranquila pero no funcionó.
- Pero la sangre...- aún seguía asustada.
- Lo sé lo sé, no te preocupes, ya no hay sangre, mami esta bien - ella solo asintió y se acomodó en mi regazo.
Bumi entró un par de minutos después con Tenzin en sus brazos, él aun dormía, era muy temprano para todos. Por suerte ninguno de los dos se percato de nada durante la noche y ahora estaban ahí para pasar lo que restaba de la mañana conmigo.
La sensación era increíble, tenerlos conmigo después de vivir la peor noche de mi vida era lo mejor. Ninguno de los tres sabía con exactitud qué había sucedido, ellos me miraban aún con sus ojos llenos de amor inocente, justo lo único que necesitaba esa mañana.
Bumi ya era un adolescente y aún así amaba estar ahí conmigo. Los tres eran mi héroes.
Nos quedamos en la cama hasta tarde, le pedí a Xing Ying que le diera el día a Tarok, quería pasar ese día con mis hijos. Comimos en la cama e hice que los acólitos nos llevaran helados, tés y muchos postres. Pasaron el día jugando al rededor de mi, riendo y cantando, contagiando mi alma de felicidad.
Al día siguiente Tarok se presentó temprano. Su cara me dio a entender lo sorprendido que estaba de verme de pie. Le pedí que me acompañara al jardín.
- Tarok, necesito que por favor olvides lo que pasó esa noche sí? - dije rompiendo el silencio de la caminata.
- Katara pero es que no entiendo, por favor explícame, qué paso anoche? Si me das una razón coherente te prometo que lo olvidaré - supuse que tenía razón.
-Tuve... un aborto...- me miró con terror - no se supone que debía quedar embarazada, fue un accidente...-
- O sea que... no querías más hijos?...-
- Claro que los quiero, solo es que... no puedo tenerlos. Mi cuerpo no puede y... Aang no debe saber...-
- Que?! O sea que Aang no sabe? -
- No! Y no debe saberlo... quería ser fuerte, soportarlo y demostrarme a mí misma que podía. No quería que Aang supiera porque no quería ilusionarlo... - dije y las lágrimas comenzaron a correr sobre mi rostro - no quería... destrozarle el corazón. No quiero, soy tan estúpida...- el dolor me inundó y caí sobre mis rodillas. Él se acercó y me levantó.
- No lo eres Katara, eres la mujer mas increíble, y si no sientes la suficiente confianza de contarle estas cosas y que las soporte a tu lado, quizá él no sea el indicado para ti -
Me tomó el rostro con una de sus manos morenas y ásperas, acariciando mi mejilla con delicadeza.Yo lo miré confundida.
- Qué estas diciendo? - le pregunté alejándome de él.
- Nada Katara, lo siento. Sólo creo que deberías poder contarle esto sin sentir vergüenza... está bien, no se lo diré a nadie - me dijo.
- Deja de decirme que es lo que tú crees que es lo mejor para mi matrimonio - lo miré con severidad.
Comencé a avanzar al comedor y sentí sus pasos detrás de mí.
Quizá Aang tenía razón, sus palabras se sentían como veneno entrando en mis oídos, debía ser más cuidadosa con él.
No les pasa que quieres buscar fanart de Katara y les sale Zutara? A mi sí y lo odio 🙄🙄🙄
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