Capítulo 10:

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Me había quedado dormida en el sofá pues Lucas y Rog se quedaron dormidos en mi habitación, se veían tan lindos dormidos que preferí no moverlos y dormir en la sala.

Eran las 06:00 cuando desperté por la alarma de mi celular. -Ahh debo recordar quitar la alarma de como si fuése aún a la secundaria- dije mientras me tallaba los ojos. Me levanté del sofá y fui a ver qué pasaba con Lucas y Rog.

-Hey chicos- dije mientras tocaba a la puerta -¿aún están vivos? No ya neta, quiero ropa para vestirme.

-Arg Pavlova no dejas ni dormir a gusto- dijo Lucas con tono de broma mientras abría -¿no crees que es muy temprano como para que ya te estés arreglando?

-Si lo sé, pero mi alarma sonó antes. Calla solo tomaré mi ropa y me iré al baño. Recuerda que mis padres ya se fueron asi que si quieren tomar una ducha está el baño principal o el de la habitación de visitas donde se supone debieron dormir tú y Rog.

-Si gracias Lova; y ya shh debímos pero nos quedamos aquí. Ahora si me disculpas, me dormiré otro rato- dijo Lucas mientras se acostaba.

Tomé de mi armario unos shorts negros con tirantes una camiseta estampada con la frase "Where Is The Love?" una sudadera de Mikey Mouse unas calcetas blancas hasta la rodilla con dos líneas negras y mis tenis supra.

Al salir de bañarme me vestí rápido por primera vez tenía ganas de hacer algo con mi cara, me refiero a arreglarla un poco. Salí del baño sin hacer mucho ruido para que Lucas y Rog no se me pusieran de gruñones y salí directo a la habitación de mis papás.

-Wow- dije al entrar, nunca lo había hecho, no me estaba permitido entrar a su habitación pero ahora que lo hice realmente estaba impresionada; todo estaba muy ordenado, las parédes estaban pintadas de un tono blanco con líneas grises verticales, todos los muebles estaban a juego con el edredón rojo quemado, era verdaderamente precioso, sentí que me había quedado con la boca abierta, lo único que hice fue tragar mi saliva y cerré la puerta.

Pasé la mano sobre la cama, el edredón estaba hecho de terciopelo y la cabecera era madera de roble; me sentía como en algo irreal. -¿Por qué nunca me habrán dejado entrar?- pensé, sinceramente no encontraba razón pero por ese momento solo quería disfrutar.

Fuí a su baño el cual estaba unido al armario igual que el mío -solo hay algo distinto- dije en voz alta -¡Oh si! Este baño está ordenado, el mío no- en cuanto dije eso me entró un ataque de risa y por accidente tiré el perfúme de mi madre y rompí las gáfas de mi padre;

-Ay Dios, ahora si estaré muerta. Supongo que por esto de que destruyo y desordeno todo es por lo que nunca me dejaron entrar.

Bajé corriendo a la cocina por unas toallas para limpiar y me di cuenta de que había un desorden en la casa, debía limpiar antes de que mis padres regresaran mañana de su viaje a Guadalajara con la abuela. Subí corriendo de nuevo a la habitación pero ya toda apestaba al perfúme de mamá; sabía que haría lo que nunca en mi vida: LIMPIAR LA CASA POR COMPLETO.

Limpié el perfúme y recogí las dos mitades de los lentes, tenía que llevarlos a reparar. Eran las 06:30 aún tenía tiempo, hice lo que se suponía que haría desde el inicio.

Abrí el mueble de mi madre y saqué su maleta de maquillaje que había dejado y al abrirla me asusté, salieron 3 pisos de diferentes marcas, colores y tamaños de maquillaje -¿En serio usa todo esto? ¿Todo el maquillaje que tiene es necesario?- dije un poco atónita, solo saqué su rímel y un labial rosa que me encantaba, me puse 3 capas de rímel y mis ojos se veían más enormes de lo normal parecían de ánime; me gustó. Después me puse un poco de su labial y quité el exceso con un pañuelo.

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