Ya eran las 10:45 cuando algo me despertó, unos ruidos como de construcción venían del patio. Se escuchó cómo cerraban la llave del baño, obvio era Lucas, me recosté de nuevo y fingí estar dormida.
—¡Hey Lova!— Dijo gritando desde la entrada del baño y me aventó una pantufla -Ya despiértate-. Levanté la mirada y se estaba lavando los dientes y sólo una toalla le cubría la cintura para abajo.
—¡Ay que asco!—. Le grité regresándole la pantufla.
—¿Qué?— Preguntó él dirigiendo su mirada hacia abajo —¿No habías visto un abdomen bien tonificado?
-Si, lo que me da asco es que te estás lavando los dientes con mi cepillo.
-Ah, perdón-. Dijo el limpiando la pasta dental que cubría su boca, se acercó al pie de la cama y me tendió el cepillo.
-¿Nunca dejarás de ser un asqueroso, cierto?- le pregunté levantándome de la cama.
-Es parte de mi encanto mi amor-. Respondió él.
-No. Me. Digas. Mi. Amor-. Le dije y le arranqué la toalla de la cintura para meterme corriendo al baño para encerrarme y tomar un baño.
(...)
Me vestí, me puse un peto, una camiseta blanca y unos tenis blancos DC; tuve que usar un nuevo cepillo de dientes y ya estaba lista.
Salí del baño y vi a Lucas acostado en la cama envuelto entre las sábanas como tamal y se entretenía con la T.V. encendida en un programa de policías mientras le gritaba al protagonista.
-¿Te sientes bien, Lucas?- le pregunté, aventándole la pantufla que él me lanzó antes.
-Si, estoy bien. Es solo que no entiendo cómo no saben que el malo siempre fue el tímido.
-Cálmate, ése capítulo es del 2013 y ya estamos en el 2015 y al final termina muerto.- Le dije y me senté en la cama -¿Por qué aún estás acostado?
---Gracias por arruinarme el final; y estoy acostado porque cierta niña se metió corriendo al baño y no pude tomar mi ropa y no me iría caminando con mis partes al aire.
-Dios, aún no desayuno y ya estás traumándome Lucas. Iré a preparar algo y tú vístete por favor; haces que se me revuelva el estómago al saber que estás desnudo en mi cama-. Le dije para finalizar y salí del cuarto.
(...)
Preparé cuatro sándwiches, dos míos y dos de Lucas. Salí de la casa y vi que habían varios hombres como de mudanza acomodando sillas, una mesa extremadamente grande y varias cosas más incluida una especie de carpa blanca que cubría todo el jardín trasero.
-¡Louise!-. Gritó mi madre. Me acerqué pero ella continuaba al teléfono. Luego mi padre se unió a nosotras.
-A la cola', yo llegué primero-. Le mencioné sin ocultar el humor.
-Cálmate niña que yo te hice. Tu madre te compró un vestido para la cena de ésta noche; está en nuestra habitación y dile a Lucas que puede usar uno de mis trajes-. No le respondí ya que sabía muy bien que él no aceptaría un no como respuesta ya que ésto es muy importante para él; y no preguntaría cómo es que sabe que Lucas está aquí ya que es obvio que asistiría.
Subí rápido y Lucas seguía igual a como lo dejé.
-¿Tampoco piensas vestirte?- Le pregunté desde la puerta.
-En un rato, tu cama me ama tanto que no me deja levantarme.
-Ya párate, son las 12:30 y los socios de mi padre junto con el tuyo llegan a las 16:00 y debes peinarte-. Le mencioné con cierto tono de triunfo ya que él nunca se pasa un peine por la cabeza.
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KEOVA
JugendliteraturPavlova, una chica mexicana de diecisiete años que un día conoce a Kevin cuando estuvo a punto de atropellarla y se da el clásico "amor a primera vista". Ellos creen que antes de ése día no se conocían pero el pasado dice más. Los secretos que tuvie...