Capítulo 15

82 5 4
                                    

Llegamos a la estación del metro en la que debíamos bajar y salimos corriendo.

-No entiendo por qué hacía tanto calor ahì dentro- dijo Kevin poniendo sus manos sobre sus rodillas mientras se tomaba un respiro.

-Ay Kevin, es porque había mucha gente, pero ya relax, ya salímos de ahí.

-Ya me dio sed, jajaja ¿no hay un seven eleven por aquí?

-Uhm si allá en la esquina, vamos.

Fuimos al seven y nos íbamos contando qué nos gusta y qué no; era genial pasar tiempo con él, es muy atento, tierno y caballero; cada que me pasaba del lado de los autos me jalaba y decía que yo debo ir del lado de la paréd y en ciertos momentos me quedaba atrás así que me tomó de la mano y decía que una niña nunca debía ir atrás de un hombre; nos seguimos caminando en un hermoso silencio tomados de la mano.

Llegamos al seven -Oye, ¿puedes agarrar una bolsa de frituras y dos aguas? Yo iré por un hotdog- dijo Kevin. Fuí rápido por lo que me pidió y me acerqué a él en silencio, se veía tan lindo haciéndose de comer; saqué mi celular y le tomé una foto, para mi mala suerte, tenía el sonido activado y sí se dio cuenta.

-Hey, ¿Qué haces?- me preguntó mientras ponía el condimento.

-Ay perdón, esque, te ves muy tierno haciéndote de comer, si quieres la elimino.

-No te preocupes, guárdala de recuerdo, eres mi novia de chocolate.

-Ay es cierto, ya lo había olvidado. Ya vamos a pagar, novio de chocolate.

Nos formamos para pagar, era medio raro, había mucha gente formada, supongo que la cajera era nueva; estuvimos ahí parados sin hablar, Kevin estaba detrás mío con dos hotdogs y yo llevaba dos botellas de agüa de limón y una bolsa de papás fritas. Mientras estaba viendo los dulces que están junto al mostrador un niño como de mi edad se acercó a mi;

-Hola, disculpa, ¿podrías pasarme unos chocolates, por favor?- dijo él muy amable.

-Si, seguro.- le pasé un snickers y unos ferrero rocher.

-Muchas gracias. Y, ¿Cómo te llamas?

-Ah, soy Pavlova Mayers ¿Y tú?

-Mucho gusto Pavlova, yo soy Luis. Tienes unos ojos muy bonitos.

-Ay jajaja gracias, que lindo de tu parte.

-Bueno, me preguntaba si, te gustaría ir, no lo sé, a caminar o algo así conmigo...- decía él pero Kevin lo interrumpió.

-Uy mi hermano, lo siento, pero no puede; ella es mi novia y tenemos cosas que hacer hoy y perdón que te moleste pero ya debemos pagar.

-Si, lo siento, no sabía que tienes novio, nos vemos.- dijo Luis y se fue con otros niños que supongo eran sus amigos.

Puse las cosas sobre el mostrador junto con lo que traía Kevin y volteé a verlo con una sonrísa burlona en mi cara.

-¿Qué? ¿Por qué me ves así? No me veas- dijo él poniendo una de sus manos sobre mis ojos.

-Hey quita- le dije mientras tocaba su mano -Te pusiste celoso de ése tipo ¿verdad?

-Jajaja cómo crees; para nada. Sólo que, si tú lo hiciste conmigo yo también debía hacerlo.

-Uhm touche. Es divertido salir contigo neta.

-Serían $52 pesos por favor.- Dijo la cajera, y como lo supuse, si era nueva porque había un hombre muy bien vestido atrás de ella diciéndole cómo debía atender y cosas así.

Nos atacamos de risa al salir del seven porque Kevin se asustó con un perrito chihuahueño que traía una pareja que casi se comían.

-Wow no inventes; ¿viste ése enorme perro que casi te come, Kevin?

-Ya déjame, esque no lo ví y me tomó por sorpresa.

-Uy no pero que miedo, se veía muy salvaje y ¿viste sus enormes colmillos? Jajaja eres bien nena, Kevin.

-Ahora si vas a ver niña- dijo él mientras cerraba la caja de su comida y las echaba en su mochila.

Me eché a correr porque sabía que me perseguiría, y así fue.

Me persiguió por un rato y pasábamos empujando a las personas por accidente pero después de un rato por reír me cancé pero por no querer que Kevin me viera me subí a un escalón y me escondí trás una paréd y me detuve a tomar un respiro pero sin darme cuenta llegó Kevin y me tomó de las muñecas y las puso junto a mi cabeza e hizo que quedaramos cara a cara, ya que al estar sobre el escalón alcanzaba su altura.

-Nunca te escondas de mi, siempre te voy a encontrar, chica.

-Uy que rudo. Que miedo que me das.

-Jajaja ya vámonos Pavlova, debemos ir por lo que te pidió tu mamá.

Seguimos caminando calle abajo y Kevin vio mi patineta y la safó de mi mochila.

-Aguarda, ¿sabes patinar?-  dijo él poniendo la tabla sobre su cabeza.

-Jajaja si, sé patinar desde los ocho ¿Tu sabes patinar?

-No, aunque te confieso que siempre quise aprender.

-Pues, aprovechando que aquí está plano y no están pasando autos, ¿te gustaría subirte a la tabla?- No esperaba respuesta, puse la tabla en el piso y mi pie al frente para que la patineta no se moviera, -anda sube, no tengas miedo, ésta vez yo te cuidaré.

Me tomó de los hombros e hizo que me dieran ciertas cosquillas, lo tomé de sus brazos y ahora me costaba más trabajo verlo a los ojos.

Ahora solo quitaré mi pie y debes impulsarte con la pierna que tenga más fuerza.- quité mi pie y la patineta comenzó a moverse, se impulsó un poco con la pierna derecha y caminé para que avanzara más; -¡No, aguarda!- le grité porque se emocionó e hizo que casi corriera a su lado pero enterraba sus enormes dedos en mis hombros.

Al cabo de un rato chocó la tabla con la banqueta e hizo que ambos calleramos, y fue una vergüenza ya que caí sobre él.

-Rayos, ¿Estás bien? ¿No te lastimaste?- le dije enderezándome y poniendo mis manos sobre su pecho.

-Si, no te preocupes, estoy bien. Lamento haber hecho que cayeras.

-Ay tranquilo. Todos se emocionan cuando aprenden, pero no pasó nada y creo que lo mejor será que caminemos.

-Hecho voto por caminar, oye, eres muy pálida ¿a caso eres una vampira?

-Uhm, en otra vida supongo. Jajaja ya vámonos que debemos ir por lo que quiere mi madre.

Nos paramos y seguímos caminando, Kevin me llevaba abrazada y nos íbamos riendo de como inventábamos lo que decían las personas a lo lejos, era genial crear lo que hablaban.

Llegamos a mi casa y era un poco extraño ver el carro de mis padres estacionado afuera.

-Listo, iré por la lista que dejó mi mamá, ¿quieres pasar o esperas aquí?

-Voy contigo, no quiero que otro perro salvaje me ataque.

-Ay eso del chihuahua va a ser insuperable. Ven vamos que a las 18:40 van a traer al niño que debo cuidar.

Abrí la puerta principal y pasamos corriendo por el jardín y saludé a Pacha mi bulldog que usualmente está durmiendo en mi habitación pero mi mamá como cada vez que está en casa debió sacarla.

Estaba sacando las llaves de mi mochila cuando me di cuenta de que la puerta estaba entreabierta; y me acordé que mi padre nunca cierra las puertas cuando llega y cuando se va.

Empujé la puerta para entrar y vi algo que sinceramente, nunca hubiera creído....

-¿¡Qué haces aquí!?- Dije, un poco confundída.

KEOVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora