Parker está a punto de bajarme de su auto. O de cortarme las manos, lo que sea que le resulte más fácil. Pero no es mi culpa que él tenga un gusto tan asqueroso con la música y que necesite de mi ayuda para saber lo que es bueno.
Él no parece pensar lo mismo, porque es como la quinta vez que aleja mis manos del estéreo del coche.
-Amelia.
-Parker.
-¿No tienes nada más importante que hacer?
-Educarte musicalmente siempre es algo importante, Parker.
Mi amigo suelta uno de esos suspiros que dice que ya se cansó de mí y finalmente apaga la radio, olvidándose por completo de que esto empezó porque él quería escuchar música mientras estamos aquí esperando. No es como que yo no hubiera podido entretenerme con cualquier otra cosa.
Al final me encojo de hombros y vuelvo a agarrar mi teléfono. Porque no sé si tengo cosas más importantes que hacer, pero seguro sí pueden ser más interesantes que observar a Parker mirando a la absoluta nada.
Una vez más, sé que hay algo que le preocupa, pero cada una de las veces que intenté preguntarle sobre eso él simplemente me sonrió y sacudió la cabeza. Si no hubiera sido por la sonrisa habría seguido insistiendo. Pero la sonrisa me dice que a pesar de que agradece mi preocupación, todavía no es el momento de hablar.
Por eso me limité a intentar distraerlo, pero supongo que meterme con su gusto musical no fue lo indicado para hoy.
-¿Quieres jugar una partida de Ludo?
-Te estás volviendo un poco adicta a ese juego.
-Y tú eres adicto al café, pero no me ves reprochándotelo, amigo.
Parker suelta un nuevo suspiro, pero aun así saca su teléfono, sólo que a último momento decido que hoy una partida de dos jugadores sería completamente aburrida, por lo que a último momento comienzo una partida de Beer Pong. No es tan divertido sin la cerveza real, pero mi cambio de juego le saca una sonrisa a mi amigo. Probablemente porque él es realmente bueno jugándolo.
Es por eso que unos minutos más tarde Parker me está destrozando como en nuestro tercer juego cuando un nuevo mensaje aparece en la pantalla logrando sacarme una sonrisa. Mi amigo debe ver mi reacción, porque no tarda en reír.
-¿El novio?
Mi sonrisa sólo crece un poco más en respuesta.
Enseguida desperdicio mi último tiro en el juego –no es como que lo viniera haciendo muy bien con los anteriores- y salgo de la aplicación para ir directo a los mensajes.
Bradley: Ya estoy de camino a mi apartamento.
Yo: Nosotros aún estamos en el aeropuerto. El vuelo se debe haber retrasado.
Bradley: Genial, entonces aún tengo tiempo.
Yo: Trata de ponerte presentable, Bradley Page, porque si mi mejor amiga no te aprueba, muy probablemente debamos terminar.
Su única respuesta es el emoji volteando los ojos, lo que me saca una carcajada. Me encanta que Bradley esté incursionando en todo esto de usar más que sus palabras en los mensajes.
También me encanta que esté nervioso por todo esto.
El pasado domingo, después de mi pésimo intento de aprender a conducir, aprovechamos la tarde para estar atascados en el tráfico. Lo sé, suena horrible, pero se podría decir que lo hicimos a propósito. Le dije que me gustaba pasear en auto, aun cuando aparentemente no me gustaba conducirlos, y dijo que todavía quedaban varias horas hasta que tuviera que regresar el coche, así que él se limitó simplemente a manejar.
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El Juego Termina Contigo [ GAME OVER #1 ]
RomanceMelly y Bradley viven en mundos completamente opuestos, ella con un teléfono siempre en la mano y él con la cabeza en la cocina y, como le gusta pensar, con los pies sobre la tierra. La gamer y el cocinero parecen no tener nada en común, sin embargo...