~ Yoonmin ~ 👑 ||Omegaverse||
Un rey cegado y dominado por la lujuria, el poder, la dominación, prepotente, orgulloso, amado por muchos y odiado por otros, queda a cargo del Reino de Daegu cuando su padre muere.
El Rey Min, desea librarse unas hora...
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(Narra Jimin)
Un exquisito aroma a Menta y Café ingresó por mis fosas nasales, haciendo que sonría inconscientemente pues despertar con aquel aroma que es de mi Alfa, siempre logra que me levanté con ánimos al cien.
Abrí mis ojos y lo observé, tan hermoso y bello como siempre, con su suave y lechosa piel, me encanta verlo por las mañanas, sentirme seguro entre sus brazos.
Acaricie su mejilla, hasta llegar a sus delgados labios, donde hice un pequeño movimiento que me permitió depositar un beso sobre esos suaves belfos.
- Amo despertar de esta manera - Me dijo con esa voz tan grave que hacía mi piel erizar. Sonreí complacido al despertarlo pues nuestro último día juntos había llegado a su fin.
Debíamos volver a nuestros deberes y ahora sumado yo, pues aún tenía cosas por aprender y mucho por hacer junto a Yoon.
- Yo también - Le respondí - Tengo una perfecta vista frente a mi - Abrió sus ojitos gatunos y me sonrió mostrando sus encías, tan bella como siempre.
- Pues yo tampoco tengo una mala que se diga, es más. Es la mejor vista de todas - Ambos reímos, empezó a repartir besos sobre mi rostro, contento los recibía.
Decidimos quedarnos un poco más en aquella cómoda posición, pues aunque no lo crean estos días no salimos de la habitación más que para pedir nuestras comidas.
Le dije a Yoon que me parecía de muy mala educación que ignoraramos a nuestros invitados de honor en estos días, pero claro que él me terminó convenciendo que esto era normal en una pareja recién casada, más de una posición como la nuestra, acepté y sólo me disculpé con Jin Hyung cuando lo encontré en el pasillo al salir y pedirle el almuerzo a Dahyun.
Todos estos días no habíamos salido, nos la pasamos acostados y bueno, haciendo el amor una y otra vez. Era increíble la forma en que nuestros cuerpos se necesitaban, se aclamaban y nos pedían a gritos estar unidos, las primeras dos veces si me dio mucha vergüenza aún si yo deseaba más, pues no sabía que mi cuerpo se acoplara perfectamente a ese tipo de necesidades.
Hicimos el amor con Yoongi de muchas maneras posibles, en muchas partes de la habitación, un sin fin de veces, era tan exitante pero a la vez tan romántico, pues en cada caricia siempre sentí el amor que ambos nos profesamos y tenemos uno por el otro.
Claro que hubieron momentos acaramelados donde solo leves caricias, risas y momentos dulces se hicieron presentes, comíamos en la cama o en la terraza, aunque los tres días pasaba lloviendo mucho, por lo que al menos dos veces logramos desayunar afuera. El clima era perfecto y más aún por las noches, donde quedaba perfectamente con nuestros momentos apasionados.
Pensar y recordar esos bellos momentos me hace sentir mucha vergüenza pues claramente los disfruté, pero entendí que es normal que me guste recordarlo y que en un futuro o muy pronto deseare más o simplemente ocurrirá y estaré siempre disponible para mí Alfa. Claro eso hasta que mi vientre no me lo permita.
