~ Yoonmin ~ 👑 ||Omegaverse||
Un rey cegado y dominado por la lujuria, el poder, la dominación, prepotente, orgulloso, amado por muchos y odiado por otros, queda a cargo del Reino de Daegu cuando su padre muere.
El Rey Min, desea librarse unas hora...
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(Narra Jimin )
Desde que salimos del orfanato me he sentido un poco decaído, la pequeña Nari llamo tanto mi atención que quería llevarla conmigo al castillo, pero eso no sería posible.
Comprendo que existen reglas que se deben cumplir y nosotros como Reyes también debemos respetarlas.
Una de ellas es, que jamás un Rey o Reina debe adoptar un cachorro, deben ser hijos de sangre real, eso no me agrada, no tiene sentido ¿Saben?
Yo no era ningún príncipe o alguien de la realeza y aún así fui aceptado para ser el esposo del Rey, la gente del pueblo parece aceptarme muy bien, entonces... ¿Por qué no puedo tener una niña del orfanato?
La cachorrita es muy linda, solamente tiene cuatro años, su cabello es largo y negro, sus ojitos son expresivos y lindos ella es una verdadera princesa.
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— ¿Amor? — Yoongi se detuvo frente a mí y yo salí de mi ensoñación.
— ¿Mhg?
— ¿Estás bien?, Desde que salimos del orfanato has estado en silencio y muy distraído ¿Qué sucede? — Me preguntó.
— Nada Yoon, ¿Podemos hablar en casa después? — Le sonreí y el acarició mi mejilla.
— Está bien cielo, vamos sólo nos falta el hospital y creo que la reunión que estaba programada en el centro del pueblo quedará pospuesta, empieza a oscurecer y parece que se avecina una tormenta.
Volteé a ver hacia el cielo y me sorprendió ver una enorme nube negra, empezaba hacer mucho frío, quizá desde hace unos minutos y no me di cuenta por estar tan distraído pensando en Nari.
Caminamos hasta el hospital, era pequeño pero muy bien ubicado y desde que entramos note que tenían casi todo lo necesario, bueno eso hasta que fuimos hablar con el doctor encargado que claro resultó ser el doctor Oh Sehun.
— Su majestad, es un gusto verlo por aquí, ¿Ha estado bien estos últimos días? — Le sonreí y devolví la reverencia de hace unos segundos.
— El gusto es mío doctor Oh, creo que he estado de maravilla — Sonreí ocultando mis ojitos y volteé a ver después a Yoon, quien estaba firmando unos papeles a unos pasos de nosotros.
