PREFACIO
Puede que hayan pasado horas, minutos o segundos pero me siento muy muy cansada cuando abro los ojos y me encuentro en una habitación de hospital muy diferente a la anterior, esta es extremada fría y metálica.
Observo a mi alrededor y no hay absolutamente nadie, solo yo. Intento levantarme pero aun me siento muy débil así que me mantengo tumbada, ya que no creo que Dominique tarde mucho en venir a hacerme compañía.
Pasan los minutos y puede que las horas, pero allí no aparece absolutamente nadie.
Silencio.
Estoy comenzando a agobiarme, ¿donde está mi bebé?
Me prometieron que no me separarían de el y ahora no veo ni siquiera su cuna vacía. Me toco el vientre y está casi vacío, no noto el peso del bebé en mi interior, pero noto algo extraño al tacto.
Espero unos minutos más pero la ansiedad y el agobio se presentan de imprevisto haciendo que hiperventile agitadamente.
Silencio.
Hago un último esfuerzo por incorporarme pero es en vano, ¿porqué mis piernas no reaccionan?
Hago movimientos con estas pero siguen ahí, completamente rígidas y sin dar ninguna señal de vida. Vuelvo a acercar las manos a mi vientre, ya que lo que antes sentí ahí no me trajo buena espina. Acaricio mi vientre como cuando mi bebé estaba aun dentro, subo las manos de arriba a abajo hasta que toco algo completamente mojado. Incorporo mi cuerpo en la cama y acerco mis manos a mi rostro.
Pego un grito de la misma impresión.
Mis manos ahora están cubiertas de sangre y una gran herida me recorre todo el vientre de cadera a cadera.
Sangre.
Pero.. pero... ¿pero que me ha pasado? Yo he tenido bien a mi bebé, el doctor me dijo que había sido un parto estupendo y que me recuperaría sin dificultad en unas seis semanas, ¿porqué ahora estoy sangrando?
Silencio.
Repentinamente una gota espesa de sudor comienza a caer desde el centro de mi frente y rápidamente acudo a limpiármela cuando descubro que es sangre, mi cabeza también tiene sangre.
Sangre.
Me pongo muy nerviosa, tanto que a duras penas consigo destapar las sábanas que cubren mi cuerpo y descubriendo así que mi piel está completamente pálida e incluso un poco violácea, giro mi rostro y veo mi reflejo en el cristal de la ventana.
- Ahhhhhhhh!!- grito sin éxito, ya que mi voz solo puedo oírla yo.
Silencio.
Un orificio ensangrentado decora el centro de mi frente y una gran incisión abre mi vientre en dos.
- Mi bebé! ¿Donde está mi bebé? - me pregunto desesperada nuevamente sin éxito.
Silencio.
Me tiro de la camilla y me arrastro como puedo por el suelo de la habitación hasta llegar al gran ventanal para pedir ayuda.
Silencio.
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Seis días "Sempiterno" [+18]
Romance¿Cómo recuperas tu vida cuando crees haberlo perdido todo? Obra registrada en Safe Creative (CC BY-ND 4.0)