Len permanecía acostado mientras leía, pero le era un poco difícil concentrarse, ¿por qué se sentía tan... nervioso? Agitó la cabeza un poco, ¿por qué no podía dejar de pensar en eso? Simplemente había sido un mensaje, nada más que un mensaje, unas cuatro simples palabras.
"Te tengo una sorpresa".
¿Qué era esa "sorpresa"? El receso había comenzado hace unos pocos minutos, y como siempre él estaba en su santuario. Algunos minutos pasaron, hasta que oyó a alguien acercarse con pasos rápidos, al levantar la mirada de su manga, se encontró con una sonriente rubiecita que caminaba hacia su dirección, sosteniendo en una de sus manos una bolsa blanca.
Ella se dispuso a sentarse en el césped, a unos pocos metros del encapuchado. Él simplemente miraba cómo ella abría la bolsa, sacando de dentro una caja blanca, no más grande que una caja de zapatos.
—Hola, Len.
—Hola —devolvió el saludo—. Hm... ¿Qué...?
—Cierra los ojos.
—¿Eh?
—Cierra los ojos, es una sorpresa.
Él hizo una pequeña mueca, ¿por qué tenía que cerrar los ojos? Rin simplemente se mantenía esperando, por lo cual él terminó obedeciendo, a la par que se sentaba.
—No espíes.
—No lo haré.
La blonda sonrió, abrió la caja y comenzó a acercarse más al chico. Len solamente veía oscuridad, pero lograba oír como Rin abría la caja.
—Puedes... abrir los ojos.
En cuanto oyó esas palabras, el blondo abrió los ojos, encontrándose con que la pequeña rubia le ofrecía un pastelillo rosado, sosteniéndolo por sobre sus palmas. Sus ojos fueron hacia Rin, para luego ir al postre, Rin, postre, Rin, postre. Ante la actitud de Len, Rin sonrió con un poco de pena, acto seguido le asintió.
—K-Kaito dijo que te gustan las cosas dulces y... y yo sé preparar algunos postres, así que...
Len tenía la mirada en el perfecto pastelillo, se veía tan... cremoso y dulce... Un poco de baba parecía escaparse de una de las comisuras de sus labios. Rin pareció notar el estado de Len, por lo cual movió un poco el postre, dándose cuenta que Len lo seguía con la cabeza. Izquierda, derecha, arriba y abajo, Len lo seguía, Rin no pudo evitar reírse un poco, provocando que Len espabilara, poniéndose rojo y girando la cabeza hacia otro lado.
—Lo siento —rio Rin—. Es para ti, Len.
El blondo miró el postre que la blonda le ofrecía, tras dudar un poco, Len lo aceptó, agarrando el cupcake con ambas manos, para luego darle una mordida, dejando que todo el dulce invadiera su boca. Rin lo observó, las mejillas de Len estaban levemente coloradas, sonriendo felizmente mientras comía, incluso parecía que sus ojos tenían más brillo que de costumbre, sin duda a Len le gustaban las cosas dulces.
Al terminar, él se relamió los labios y miró a Rin, cosa que hizo que la pequeña se sonrojara de gravedad, Len se veía... menos serio que de costumbre. Dándose cuenta de su manera de actuar, Len abrió un poco los ojos, para luego limpiarse la boca con el dorso de su mano y enderezando su postura.
—Ejem —tosió en su puño—. Gracias por... ¿Por qué me trajiste esto?
—¿Eh? Bueno... es... un agradecimiento.
—¿Um? ¿Por qué?
—Por ayudar a Neru anteayer... De verdad lamento haberte pedido que...
—No hay problema —interrumpió.
—Pero...
—Yo me ofrecí a hacerlo, ¿no? No hay problema, Rin.
La blonda se veía un poco preocupaba por aquello, por lo cual Len sonrió, era... tierno que ella se preocupara por estas cosas. Intentando calmarla, puso su mano sobre la cabeza de la chica, acariciándola como si fuese una niña. Rin simplemente sonrió ante el contacto.
—Hice más, le di algunos a mis amigas, pero dejé la mayoría para nosotros.
Al decir eso, Rin abrió una vez más la caja, revelando su contenido. Varios pastelillos estaban acomodados en filas, Len al ver eso tragó saliva, el primer postre había sido muy dulce, quería más.
—Puedes comer todo lo que quieras.
Aceptando rápidamente la oferta, él quitó su mano de la cabeza de Rin, para agarrar uno de los postres, dándole una mordida, saboreando una vez más el glaseado. Ella al ver eso sonrió, le gustaba que Len disfrutara de algo hecho por ella, acto seguido agarró un pastelito para ella, comenzando a comer también.
Así estuvieron un buen rato, charlando y comiendo. Rin pareció hartarse de lo dulce después de comer seis pastelillos seguidos, Len en cambio no se detuvo hasta vaciar la caja, ¿era normal que no se cansara del azúcar? La imagen para Rin era un tanto tierna a la vez que divertida, Len sonreía felizmente mientras tenía parte de los costados de su boca manchados con crema rosada, lo peor es que él no parecía darse cuenta.
La blonda quiso ser cortes, así que se le acercó, lo tomó de la barbilla con una mano y le limpió la crema con su pulgar. Len normalmente se habría sonrojado por aquello, pero su atención se centró en el dedo gordo de Rin, el cual estaba cerca de él, con una buena cantidad de crema. No dudó, abrió la boca y Rin se puso totalmente roja, ahora él tenía en su boca el dedo de la blonda.
Su cerebro tardó un poco en procesar eso, pero en cuanto lo hizo, abrió los ojos totalmente, retrocediendo completamente rojo.
—¡L-L-Lo siento, y-yo no...!
—D-Descuida —habló Rin—. Es... lindo poder ver este lado tuyo...
Él sonrojo simplemente se intensificó, ¿qué acababa de hacer? Lo único que hizo fue esconderse dentro de su capucha, algo que Rin encontró increíblemente lindo. Interrumpiendo el momento, la campana que marcaba el final del receso comenzó a sonar, a lo cual ambos dirigieron sus miradas al edificio.
Tras dedicarse una mirada, ambos se despidieron, yendo por lugares diferentes por pedido de Len. El blondo caminó encapuchado por los pasillos, esquivando estudiantes hasta al fin dar con su aula. El receso con Rin había sido... agradable, pero era tiempo de volver al infierno. Tomó un poco de aire y luego lo soltó, abriendo la puerta y entrando al aula, más de una mirada fue hacia él.
Sin musitar palabra e ignorando a todos, él fue a su lugar, sentándose y sacando su libreta. A los segundos un grupo de chicos se formó alrededor de una mesa cercana a él, claramente a propósito, ya que ese "grupo" sólo consistía en Akaito y dos chicos más.
—¿Hacemos apuestas? ¿Qué creen que estuvo haciendo? —preguntó Akaito.
—Tal vez estuvo con algún amigo.
—Ja, claro que no, Len no tiene amigos, es muy triste.
—El burro hablando de orejas —comentó Len, incapaz de ocultar su sonrisa.
—¿De qué hablas?
—Es un dicho, se refiere a...
—Sé a lo que mierda se refiere, pero a diferencia de ti, yo sí tengo amigos.
—Claro, ¿quiénes? ¿Esos dos seguidores que tienes a tus costados? Que no sepas la diferencia entre un "acompañante" y un "amigo" es algo muy triste.
—¿Estás buscando pelea, tarado?
—Tú eres quien la busca, yo sólo me burlo de ti, ya habíamos hablado de esto ayer.
![](https://img.wattpad.com/cover/217645912-288-k505994.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Yo te Amaré (Rin x Len)
FanfictionRin Kagene, una chica la cual siempre fue rechazada cuando se trató de declararle su amor a alguien. Len Kagamine, un marginado en su clase, que sólo abre su corazón a muy pocas personas. Tras ser consolada por aquel chico desconocido, Rin se sien...