Yo te Amaré (Rin x Len)

19

Una vez más estaban en el santuario del blondo, la chica temblaba y sus ojos estaban cristalizados, parecía que podría romper en llanto en cualquier momento. Doloroso, para Len esto era completamente doloroso.

—¿Quieres hablar?

La chica negó con la cabeza y señaló el suelo, como pidiéndole a Len que se sentara allí, el chico aceptó, sentándose con las piernas cruzadas, al menos esa era la idea hasta que la chica del moño se sentó entre sus piernas, eso sonrojó a Len.

—¿Rin?

—¿Podrías abrazarme... por favor?

Tras dudar un poco, él obedeció, rodeando con sus brazos a la temblorosa rubia. Si ella estaba mal, él la cuidaría. Si ella se sentía fea, él le diría la verdad, que era una de las chicas más lindas que había conocido en su vida, no sólo en apariencia, sino también en corazón. Si ella necesitaba confort, él la abrazaría.

—¿Te sientes bien?

—No...

El rubio no sabía que decir o hacer, así que hizo algo que creyó le gustaría a la blonda. Sacó el móvil de su bolsillo, lo desbloqueó y puso la galería, para luego dejar el aparato frente a la chica.

—Len, ¿qué...? Te quiero.

El rubio no contestó, simplemente dejo descansar su barbilla sobre el cráneo de la pequeña, la cual se empezó a limpiar las lágrimas acumuladas, para poder ver mejor las fotos que Len se había sacado para ella. Algunas eran inocentes, siendo el chico sonriendo frente a un espejo o acostado en su cama, y otras eran un poco más morbosas, siendo del muchacho levantándose la remera mostrando todo su torso o sin remera alguna.

—¿Mejor?

—Sí... Len...

—¿Qué?

—¿Me cantarías algo?

—¿Eh? Claro, sólo dime la canci...

—Quiero una de tus canciones.

El blondo enrojeció un poco, pero terminó por suspirar, le quitó el móvil a la chica y buscó en su galería de música, hasta por fin dar con una instrumental que él mismo había hecho. Se escuchaba como un piano, algo tranquilo.

Hace mucho tiempo,

en un pequeño puerto,

Una chica sola, llorando está...

Una historia existió,

en el gran océano,

la leyenda de mil mares...

"Pide un deseo, una pequeña ilusión,

escríbelo en un papel,

y dentro de un frasco avienta sin temor,

el océano te lo hará realidad"

Que la fe que hay en ti,

tu frasco pueda llevar

que el deseo que el contiene

pueda en él brotar...

En silencio se desvanecerá

hacia las olas del mar...