Silencio, la sala estaba sumida en un inmenso silencio después de la historia de Len. Rin no sabía que decir, apenas ahora se daba cuenta de lo poco que había sabido de Len. Él tuvo problemas, pero los superó, ¿y ella? Ella lloraba tontamente por un pelirrojo que no valía la pena para nada.
—Rojo era un pendejo —declaró Rin, a lo cual Len ahogó una risa.
—Sí, lo era, y lo sigue siendo al parecer.
—Len... ¿alguna vez te ha gustado alguien?
—¿Hm? No especialmente.
—Ya veo... ¿C-Crees que Naranja merece a alguien bueno?
—Sí, lo creo de todo corazón.
Las mejillas de Rin comenzaban a arder, su corazón latía a muy rápido y sus ojos estaban clavados en el rubio a su lado.
—¿Quién crees que podría ser esa persona?
—Diría que Azul, Azul es bastante bueno y Naranja lo es mucho más.
—¿Y si... Naranja quisiera a alguien un poco más amarillo?
Len abrió los ojos con sorpresa, eso no se lo esperaba. La chica ahora mismo estaba realmente cerca de él, inclinándose insegura. La cara de Len enrojeció, esto era... raro. Inconscientemente fue un poco hacia adelante también. Se habrían besado, de no ser porque el ruido de la puerta abriéndose hizo que ambos se separaran de inmediato y se sentaran normalmente, mirando hacia la televisión.
—¿Rin?
—H-H-Hola, que bien que llegaron —vociferó la rubia roja sin voltear.
—¿Qué haces despierta y...? ¿Quién es ese chico?
Len tragó saliva, para al instante pararse y encaminarse hacia ambos adultos. Ambos miraron claramente desconcertados al adolescente, ¿qué hacía un chico en la casa a esa hora?
—Un placer, señor y señora Kagene, s-soy Len Kagamine, un amigo de Rin.
—¿Se puede saber qué haces aquí pasada la media noche? —preguntó el hombre con voz grave.
—E-Estaba trabajando y me encontré a Rin en el camino, como no quería que caminara sola por las noches siendo tan tarde, decidí acompañarle y ella me invitó a pasar.
—Gracias por traerla, pero ya puedes irte.
—S-Sí, señ...
—¡Papá! —gritó Rin molesta.
—¿Eso es pastel? —preguntó la mujer.
—Sí, señora, de crema con naranja —contestó Len.
—Bienvenido a la familia —declaró, para ir tras el postre.
—¡Mamá!
—T-Tal vez debería irme, nos vemos mañana, Rin —se despidió el avergonzado muchacho.
—H-Hasta mañana.
Sin mucho más que decir y evitando al hombre que lo descuartizaba con la mirada, Len salió de la casa, para comenzar a caminar por las desoladas calles. ¿Qué había ocurrido? Él casi... Ella casi... Las mejillas de Len ardían como el fuego.
Desconcentrado, nervioso, no podía pensar en otra cosa que en ese casi beso. Su corazón latía sin control, ¿por qué fue que ella...? ¿Por qué él se dejó llevar? Era la primera vez en la vida que se sentía así, la cara le ardía, sentía un cosquilleo en el estomago y estaba emocionado por alguna razón. Ni él mismo se entendía.
Llegó a su casa sin problemas, abrió la puerta de la entrada y la cruzó, para luego cerrarla tras de sí. Estaba a punto de ir escaleras arriba, para acostarse y pensar qué rayos había pasado en casa de Rin, pero la luz de la sala se encendió, dejando ver a un hombre rubio que lo esperaba de piernas cruzadas en el sofá y que tenía una campera sobre su regazo, toda comprimida formando una gran bola, la cual acariciaba como si fuera una mascota.
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Yo te Amaré (Rin x Len)
FanfictionRin Kagene, una chica la cual siempre fue rechazada cuando se trató de declararle su amor a alguien. Len Kagamine, un marginado en su clase, que sólo abre su corazón a muy pocas personas. Tras ser consolada por aquel chico desconocido, Rin se sien...