Me dolía demasiado la cabeza, no sabía si era por qué había bebido demasiado en la fiesta o por qué me había caído por haber bebido tanto.
Pero aquella no era una resaca normal, se sentía extraña, más fuerte, no sentía ni mi propia cabeza, me dolía el pecho, mejor dicho me ardía demasiado, las piernas se me sentían entumecidas y para colmo lo que me había despertado habían sido varios golpes en la puerta.
¿Quién podría ser tan temprano?
Me froté los ojos sin abrirlos un poco, era mi casa había andado en ella muchas veces sin siquiera abrir los ojos, no pensé que necesitara abrirlos, me rasqué el brazó y caminé hacia la puerta, pero en mi camino hacia ella me golpeé el dedo pequeño con un sofá.
Abrí los ojos como platos y maldije en mi mente, me senté en el sofá y comencé a sobarme el pie, pero me di cuenta de que no estaba en mi casa, aquellos no eran mis muebles, mire a mi alrededor, el lugar era mucho más pequeño que mi casa, regresé a ver hacia la habitación. ¿Con quién me había ido la noche anterior?
Luke me mataría si sabía que había pasado de nuevo. La puerta se escuchó con más violencia y me asusté un poco, ¿debería abrir en un lugar que no era el mío?
Me acerqué con cautela hasta la puerta y giré la perilla con mucho cuidado, preparandome para golpear al que tuviese enfrente. Abrí la puerta con lentitud y lo que vi me dejo perplejo, asustado, tremendamente asustado.
Retrocedí con fuerza chocando con el sofá detrás de mí.
—¿Qui-quién eres? ¿Qué eres?
Pregunté y me di cuenta de que aquella no era mi voz, ¡aquella no era mi voz!
Me mire las manos, estaban pintadas de un color rosa chillón y se veían extremadamente femeninas, me llevé las manos a la cabeza para sentir mi cabello y me di cuenta de que lo tenía mucho más largo de lo que en realidad acostumbraba a tenerlo.
Toqué mi cuello y finalmente sentí mi pecho, tenía pechos. ¡De mujer!
—¡Basta de tocarme!
Gritó. No sabría como decirlo, era yo, era mi cuerpo, mi cara, mi voz, mi rostro, mi cabello. ¿Qué era yo entonces?
Corrí por el pequeño pasillo que había a un lado de la sala y encontré un baño. Me apresuré hacia el espejo y me vi.
Era ella...
—¡Despierta!
Me gritó en el oído, ¿qué clase de pesadilla había sido aquella? Abrí los ojos poco a poco para darme cuenta de que aquello no había sido ninguna pesadilla. Seguía viendo mi cuerpo frente a mí, quería gritar, golpear el rostro de lo que tenía en frente.
—¿Qué esta pasando?
—¿Crees que yo tengo una maldita idea?
Respondió él, ¿o debería decir ella? No, esto era demasiado extraño. Arrugó la cara y se llevó las manos hasta la entrepierna.
—¿Qué haces?
Pregunté con un tono de voz altamente femenino.
—Tengo que ir al baño.
—¿Y por qué no vas?
—No quiero tocarlo
La miré confundido hasta que finalmente lo entendí, estallé en una carcajada que la hizo fruncir el ceño, me sorprendí al escucharme reír, después de todo en los años que tenía de conocer a Valentina jamás la había escuchado reír lo cual me asusto más de lo que ya estaba.

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Tú cuerpo, mi cuerpo.
FanfictionValentina es la asistente de Luke, el agente de Tom Hiddleston, pero debido a varios giros en su vida, Valentina es una chica amargada y sarcástica, pero sobre todo odia a Tom y Tom la odia a ella. En una noche de fiesta en oficina, una extraña muje...