Valentina.

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-¿Por qué lo amas?
Pregunta Eleonora en cuanto se da cuenta de que mis piernas no se mueven.
-¿A qué te refieres? 
Grito yo sintiendo mis labios temblando mientras lo veo ahí sentado.
-Piensa en cada una de las cosas que te hacen amar a Tom y que sean esas las que te lleven hasta él. ¡Ve Valentina, yo se que puedes hacerlo!
¿Por qué amaba a Tom?
Me pregunté yo mientras lo veía a lo lejos.
Lo amo desde la primera vez que lo vi, desde que escuche su risa en la oficina de Luke, su cabello rubio desordenado, su humildad completa a pesar de haberse convertido en la gran estrella que era y la manera en la que trataba a todos siempre a su alrededor, nunca como una persona petulante o egoísta. Ese era mi Tom, la clase de hombre que ss detendría a mitad de la noche en una carretera para poder ayudar a un cachorro con una patita lastimada, y a ser sinceros en vida real probablemente aquel perrito era yo y el se había detenido para ayudarme.
Él se había de detenido por mi, buscando la manera de conquistarme a través de todo método, cuando no sabía que en realidad él se había ganado mi corazón desde el primer día y ko único que hacía falta era darme cuenta de que en realidad durante todo aquel tiempo lo único que necesitaba era dejar de estar enojada conmigo misma para poder dejar de estar enojada con el resto del mundo y él había sido la pieza clave para ayudarme.
Mis piernas se movían, corrían o mejor dicho volaban como tanto lo había deseado. Una pequeña sonrisa creció en mi rostro ante el pensamiento de nuevo de nosotros dos en la playa, el recitando sonetos de Shakespeare mientras yo cantaba distintas canciones, a la luz del atardecer frente a la playa.
Lo vi a lo lejos, pero de pronto parecía a punto de desmayarse y a ser sinceros comencé a tener la misma sensación, mis piernas comenzaron a flaquear como si estuviesen quedándose pegadas al piso con cada paso que daba corriendo. El estómago se me revolvió por completo, mire de nuevo en dirección a Tom y la gente comenzaba a reunirse a su alrededor debido a su mal aspecto.
-¡Tom!
Grité con toda la fuerza que me vi capaz, se puso de pie lentamente y dio un paso cuando cayó al suelo, estaba tan cerca de él pero a la vez tan lejos. La cabeza parecía me explotaría en cualquier momento debido al dolor, sentí un ardor que me quemaba desde el abdomen hasta el pecho, el ardor subía hasta mi garganta y mis ojos comenzaban a cerrarse en contra de mi voluntad, estiré la mano en un intento por estar cada vez más cerca de Tom, estire mis dedos con tanta fuerza que comenzó a dolerme el codo.
Sentía como mi paso se hacía cada vez más lento y el sudor me recorría la sien, frío y pegajos, dios esto era igual que cuando habíamos cambiado de cuerpo. ¿Sería posible que nuestros cuerpos comenzarán a hacer el cambio?
-¡Corre amigo!
Grito una chica a mi lado al verme pasar, y por una extraña razón su grito de apoyo hizo que mis ojos se abrieran un poco más.
-¡Tu puedes!
Gritó otro.
-¡Vamos!
Aplaudió otra chica, me llene de inspiración de pronto, piensa me dije a mí misma, piensa en lo que más amas de Tom.
Estaba a tan solo unos cuantos pasos y a unos pocos minutos de que todo se acabará para siempre cuando mis rodillas fallaron por completo y se me nubló la vista, me arrastre por el suelo pero el mareo había hecho demasiado conmigo. ¿Qué era lo que más amaba de Tom? Repetí en mi mente mientras escuchaba el sonido del reloj marcando la medianoche y mis ojos se cerraron en contra de mi voluntad.
Todo, yo amaba absolutamente todo de Tom.

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Espero hayan disfrutado de estos capítulos seguiditos jaja, nos leemos en unos cuantos días!  ;)

Tú cuerpo, mi cuerpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora