097.

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—Mira,mamá.—gritó Lyanno cuando uno de los bebés dió una patadita,seguí en la mía con mi cel,después del incidente con mis padres decidimos que para mi tranquilidad sería mejor alejarnos de todo,y de todos,así que nos regresamos a nuestra casa.

Las indicaciones de los doctores fueron claras,reposo máximo así que el exagerado de Lyanno contrató personal para ayudarme cuando él tuviera que salir.

Cuando aún mi vientre no estaba crecido decidimos comprar las cosas para la habitación,decidimos que sería buena idea hacer un dormitorio común y más adelante ir acomodándoles sus habitaciones propias así que tan solo faltaban par de estantes para colocar los pañales y algunos perfumes y cremas hidratantes que quedaban en algunas bolsas.

—Vas a hacer que se adelante el parto.—dijo si mai,lo cierto es que daria a luz en un par de días,es curioso como pasó el tiempo,creo que en la historia de los embarazos el mío fue el más raro.

Primero averigüé que estaba embarazada por culpa de un accidente con un tipo que era un maldito cerro,después tuve un horrible accidente en el que estuve en coma muchas semanas,al revisarme dijeron que venían dos y poco después vieron que venían tres,muchos malestares y sustos después,aquí estaba,contando las horas para traer al mundo a mis bebés.

Si me hubieran dicho que Lyanno y yo seríamos papás de seguro no habría creído ni una sola palabra ya que ni siquiera yo estoy segura de cómo va a ser eso,éramos primerizos sin experiencia,es por eso que pedimos un poco de ayuda a mi suegra,ella tenía experiencia y bueno,creo que nosotros dos solos no podríamos.

—Ya reconocen mi voz.—dijo feliz.—Cada vez que hablo,mira.—bajé la mirada para ver cómo se movían.

—Duele,Ly.—dije en bajo,otra consecuencia de llevar tres nenes era que mi energía bajaba bien rapido,podía estar toda animada ahora y par de minutos después solo quería echarme a dormir.

—¿Cuando quieren que viajemos?.

—Cuando gustes.—respondí con una sonrisa.

Me levanté para ir al baño,mojé mi cara para refrescarme y me senté en el inodoro para orinar,me limpié en cuanto terminé.

Caminé un poco cuando tiré de la cadena y bajé mi mirada cuando sentí algo húmedo en mis piernas.

—¡Lyanno!.—grité,vi cómo llegó corriendo,me miró confundido y yo le señalé el suelo.

—Mmm..okay..¡ya vienen!.—gritó tomando mi mano.—Ya lo ensayamos,sabes que hacer Edgardo.—se dijo a si mismo,tomó la bolsa que preparamos para ir al hospital.—Vamos para el hospital,Ivy rompió aguas.—fruncí el ceño,no tenía idea de con quien estaba hablando.—Avisé a Jeimax,están grabando un tema con Jhay,de seguro van para el hospital en cuanto lo vean.

Tomé mi celular y caminé con él,salimos de la causa y nos metimos en el auto,tuvo que bajar la ventanilla porque los dolores no habían más que hacerme sudar y agobiarme,apenas podía respirar sin sentir dolor,cerré los ojos como si eso fuera aliviarme.

No sé por cuánto tiempo estuvo conduciendo,pero sentí alivio cuando vi el exterior del hospital,con ayuda me pusieron en una silla de ruedas y nos llevaron a una habitación,Lyanno no dejaba de caminar de un lado a otro notablemente nervioso.

Solo quería sacarlos,necesitaba que el dolor cesara pero por lo que decían los doctores aún me quedaba algo de tiempo.

—Estoy aquí.—dijo tomando mi mano.—Respira,tranquila,ya hicimos esto en el curso pre mamá,dale.—seguí sus indicaciones y aunque me ayudo a tranquilizarme un poco el dolor no cesaba,me miró apenado como si sintiera algo de culpa por verme sufrir así.

—Necesito que firme el permiso para operarla.—le dijeron a Ly.

—¿Por qué tengo que firmar nada?.

—Quizá haya complicaciones,revisamos su historial y es prácticamente un milagro que los tres bebés hayan llegado hasta aquí.—solté un quejido.—Necesito que firme el consentimiento para operarla,y la declaración en la que decide a quien salvar en caso de complicación.

—¿Que mierda habla el de la bata?.—escuche la voz de mi hermano,le arrebató el papel y comenzó a leer.—¿Le hacen escoger entre mi germana y sus hijos?.—sollocé.

—Los bebés.—dije en un susurro.

—¿Que dijiste?.—preguntó Jeimax.—No,ni hablar.

—Son mis hijos,escúchenme,elíjanlos a ellos,¿si?.—repetí.

—No pienso firmar tu sentencia de muerte.—dijo Lyanno.

(....)

Narra Lyanno.

Observé cómo cortaban el cordón umbilical al primer bebé,Ivy sonrió cuando una vez limpio,lo dejaron en su pecho,estaba estable eso era una buena señal,tal y como dijo el doctor era posible tener un parto natural.

Después de unos minutos salió la primera nena,Ivy apretó mi mano y me sonrió,acaricié su mejilla y dejé un beso en su frente.

Lo siguiente sucedió demasiado rápido,la máquina dejó de soñar indicando su pulso,sentí su mano fría,sentí como comenzaban a empujarme hacia el exterior y como poco después varios doctores entraban,no me dejaron pasar.

—Tienes que tranquilizarte.—pidió Lunay,negué con mi cabeza,vi como su cuerpo estaba rígido mientras la reanimaban,comencé a llorar asustado,¿que iba a pasar,que firmaste Jeimax,a quien sentenciaste?.

Los minutos pasaban y nos hicieron esperar en la sala de espera,no podía con la intriga ni con los nervios,uno de los doctores apareció con una cara neutral.

—Hicimos lo que pudimos,hasta el último momento.—sentí mi mundo viniéndose abajo.—Ella es muy fuerte,son muy fuertes en realidad.—suspiró.—A la última nena tuvieron que reanimarla y tendrá que estar unos días en una incubadora,es muy frágil,no sabemos las secuelas que puedan tener las complicaciones pero por lo que vimos vimos en los primeros análisis no tienen porqué preocuparse.

—Gracias.—dijo Jefnier.—¿Podemos pasar a verla?.

—Sí,los bebés están ahí también.

Caminé algo apresurado,cuando entramos vimos la incubadora cerca de Ivy.

—A veces sentir cerca a la mamá ayuda a la recuperación.—explicó la enfermera.—Tienen unos nenes preciosos,enhorabuena.

—Gracias.—le dijo Ivy.

—Estás bien.—dije tumbándome a su lado.

—Estoy bien.—repitió con la voz relajada,dejó un beso en mis labios antes de apoyar su cabeza en mi pecho.—La vi.

—¿A quien?.—preguntó Jef.

—A la luz blanca.—respondió en bajo.—Pero me empujaron antes de que corriera hacia ella.

—¿Ah si,quien?.—preguntó Jeimax.

—Ghosty.—dijo antes de cerrar los ojos,quise seguir hablando pero noté que se había quedado dormida.

—Ese perro no debe odiarte tanto,salvó a tu mujer.—bromeó Jefnier.—Nos la salvó.
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MI FANÁTICA.[LYANNO]. |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora