MI FANÁTICA.[LYANNO]. |COMPLETA|

126.

Narra Ivy.

—¿Y qué hacen ellos aquí?.—miré a Jef.—Que de marchen por dónde llegaron porque no tengo ganas de que amarguen mi día.

—Nos contaron sobre el accidente y nos preocupamos.—señalé la puerta.

—Lárguense,conmigo su hipocresía no da.—se miraron entre sí.

Lyanno cerró la puerta cuando mis padres y mi hermano salieron de la habitación,se acercó a la camilla.—Tranquilízate baby.—se tumbó junto a mi,resoplé antes de esconder mi cabeza en su cuello.—Ivy...—negué con mi cabeza.—No puedes dejar que te pongan así.

—Lo sé.—sorbí mi nariz.—Pero verlos solo me recuerda lo mal que se portaron conmigo y ahora,a estas alturas de mi vida pretenden ser buenos papás.—sentí como me abrazaba.—A veces solo quisiera tener unos padres mejores,unos con los que mi relacion no estuviera tan dañada,nuestros nenes crecerán sin abuelos.

—Que feo comentario,¿olvidaste a Lenny?.—comenzó a reírse.—Dale sonríeme un poquito mami.—negué con mi cabeza.—Bueno,al menos no llore más,ta' gastando lágrimas por personas que no lo merecen.—miré sus labios.—Atrevida,céntrese.

—Mami.—miré a Leah.

—Tienes que llamar antes de entrar.

—Están en un hospital y con su hija al lado,¿iban a chingar?.—se quejó Wandell.

—Chris,los niños.—dije alarmada.

—Papi me dijo que salí de su huevo.—Lyanno apartó la mirada y estuvo por par de segundos esquivando la mía hasta que se dió por vencido.—¿Como así?.

—Que niña tan traidora no la soporto.

—Uy que llorón,bien feliz que estaba cuando me lo dijo.—añadió Leah.—Ahora que mi mamá sabe no tiene como sonreír.—se subió a la camilla.—A ver bájate,es mi mamá.

—Es mi mujer.

—Pero puede tener otro marido.

—Y otros hijos.

—¡No!.—gritó Leah.

—Sí,si y si.

—Que no y no y no.

—No se casará con más nadie.

—Pues si lo hará porque eres un mal esposo que rompe las consolas de sus nenes y no los ayudas cuando te necesitan.

—¿Si?,pues búscate otro papá.

La nena abrió los ojos sorprendida y se tapó la boca con sus manos,cuando me miró supe lo que venía a continuación,sus ojos se aguaron y los llantos inundaron el cuarto.

—¿Como le dices eso ah?.—se quejó Chris.

—Ella me retó.

—Es una nena chiquita y es tu hija,ya te dije que no puedes andar discutiendo así.—se encogió de hombros.

—Dijo que te casarías con otro.

—Lyanno.—me miró.

—Okay.—suspiró.—Leah...

—¿Sin segundo nombre?

—Ajá.—miró a su pai.—Venga para acá.

—¿Todavía eres mi papá?.—Ly asintió con un movimiento de cabeza.—¡Bien!.—limpió sus lágrimas.—¿Oíste mami?.

—Sí,amor.

—¿En serio,Ivy,cuando estamos arreglándonos te da por llamarle con mi apodo?.

—Mejor ni me provoque porque la charla que tenemos pendiente tú y yo ta bien seria,no quiero encojonarme más.—tragó duro.