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Narra Lyanno.

—Amor.—escuché como me llamaba.—Amor.—me removí en la cama.—Lyanno,¡despierta,rompí aguas,ya vienen los bebés!.

Me levanté bruscamente.—Auch.—miré a Ivy.

—Ay no no no...—fui rápidamente hacia el baño.—¿Te duele?.—la sangre no dejaba de salir y ella no hablaba.—Baby,¿sigues viva?,háblame.—ni siquiera pestañeaba.—Acho,van a matarme,he matado a su hermana y a sus sobrinos,me van a matar,¿y Chris?,maté a sus hijas...ahijados.

—Ly...—susurró antes de levantarse,la seguí hasta el baño,se enjuagó la boca pa limpiar la sangre que brotaba de la herida.—Que bruto eres,carajo.—me miró a través del espejo.—Duele.—sollozó.

—¿El golpe o el parto?.

—Era una broma para hacerte despertar pero no lo habría hecho de saber que me atacarías como si de un atraco se tratara.—comenzó a reírse.—Mierda.—echó el labio hacia afuera dejando ver la herida.

—Mala mia,me asusté.

—No pienso avisarte cuando vengan de verdad a menos que sea de día o el sol brille tanto que pueda dejarnos ciegos a todos.

—Ya,Ivy.—puse cara de corderito inocente.—No fue mi intención.

—Yo sé,estaba bromeando.—volvió a enjuagarse la boca.—Creo que ya no saldrá más,espero que no salga más.—regresó a la habitación.—Ven.

Fruncí el ceño cuando se puso delante de mi y colocó sus manos sobre mis ojos para impedirme ver.

—Eres alto papi,colabórame.—me agaché un poco.—Okay yo te guío.—fuimos caminando despacio,cuando sentí un poco de aire chocando contra nosotros imaginé que estábamos en el balcón.—Ya.—miré el exterior todo decorado.—¡Feliz cumpleaños!.

—Pero es mañana.

—Ya es mañana.—me mostró la hora en su reloj.

—¿Despertaste a mis chamaquitos pa felicitarme?.

—Obvio que sí lo hice y no solo a estos.—me guió hasta unas de las sillas.—¿Te gustó?.

—¡Me encantó!.—se sentó sobre mis piernas y la abracé por la cintura.

—Mientras dormías.—sonrió.—Me tocó hacerme la dormida también para que funcionara.

—Me engañaste.

—Solo por esta vez.—besó mis labios con delicadeza,continué el beso sin dudarlo ni un segundo,para cuando nos separamos no pude evitar quedarme mirándola,seguirían pasando los años y seguiré sin comprender cómo es que tiene la capacidad de hacerme tan feliz con cada mínimo detalle.—Te amo,¿sabias?.

—No sabía,señora Cuevas.

—¿No,señor Osorio?.—negué con mi cabeza.—Lo hago,muchísimo.—dijo mirándome directamente a los ojos.—Cada segundo a tu lado es un regalo para mi,le hicimos un remix a la tragedia de Romeo y Julieta,¿te diste cuenta?,sufrimos a la mitad y estuvimos como cerquita de morir pero míranos.

—No me hables lindo que me pongo sensible.—besé su cuello.

—Quería decírtelo.—susurró aferrándose más a mi.—Podría haber sido nuestra historia.—cuando acaricio la cicatriz me duele imposible evitar recordar ese momento,todo estaba yéndose a la mierda demasiado rápido y no teníamos como pararlo,íbamos a perdernos para siempre,pocas veces experimenté tanto miedo.—Bueno,dejemos de recordar lo malo y celebremos la vida,¿no?.

Mi teléfono comenzó a sonar,cuando acepte la llamada una sonrisa se plasmó en mi cara al ver a los trillizos y a Ghosty en pantalla.

—Cumpleaños feliz,cumpleaños feliz,te deseamos papi,cumpleaños felizzzz.—cantó Leah.

MI FANÁTICA.[LYANNO]. |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora