Me costaba reconocer en donde me encontraba, solo podía ver...blanco, todo era de color blanco y algo ... ¿Frío? ¿Hondo? ... las plantas de mis pies estaban enterrados y poco a poco todo los escalofríos me dominaban ... ¿Acaso era nieve?, pero ¿Qué hacia afuera? ...
Estaba asustado y fue peor al darme cuenta que no llevaba mi ropa, en cambio tenía un tipo de prenda atada al cuello con ... ¿Una pluma? ... incluso podría afirmar que me había achicado, igualando la estatura...de un niño. Mi mente se nublo de tantas dudas que no me había percatado de la situación en la que me encontraba.
El ambiente me daba angustia a pesar de estar vacío sobre un fondo de color celeste que siempre se ve sobre los árboles negros y podridos y ,más allá, sobre las colinas y tal vez montañas.
- ¡Hora de irnos, Larry! — Un grito me abatió y me pego fríamente en la oreja, tapándomela y haciendo que todo sonara de forma más clara mientras veía a mi alrededor, tratando de encontrar la fuente, hasta que, poco a poco, la voz fuera reconocible ...
Tal voz llevaba una raíz dulce y ahora estaba sacada en gritos mostrando temor y preocupación ... una voz que se me hacía muy conocida y que yo siempre ame con todo mi corazón ...
Esa voz...podría ser...no ... no, no, no.
En ese momento mi cuerpo empezó a correr de la nada, no lo podía controlar, simplemente seguía corriendo, sin algún objetivo o plan frente a mente tonta e improvisada.
-Por favor...esto no... no de nuevo — Fue lo único que mi ser logro decir sin algún resultado frente al destino horrífico que ahora debía presenciar.
- ¡Hijo no corras!
Ese día, por primera vez, me hubiera gustado haber acatado sus ordenes ...quizás...solo quizás... aun estuvieran conmigo.
- ¡Hora de irse, Larry!
Empecé a llorar desconsoladamente, no podía controlar mi cuerpo, solo seguía corriendo y corriendo a lo que empezó a nevar de una forma similar, lo podía asemejar con una tormenta, entonces...lo vi... el monstruo que me los arrebato, el cual se acercaba de una forma rápida y hostil, siguiendo su titulo que muchos le daban.
Sentí que mi pelo se erizaba con cada paso que daba. La culpa me abrumaba y cada vez sentía más presión en mi cuerpo, sobre todo en mi pecho. Quería parar y regresar. Mi corazón estaba demasiado adolorido, sentía como si quisiera reventar, como goteaba y se enfriaba.
Mi cuerpo se puso sudoroso y el frío aumentaba, mis ropas empezaron a dejarme marcas en el pelaje, el amarre de la pluma me ahorcaba y aún así seguía moviéndome.
- ¡HIJO!
Me caí al suelo ...
Mi cuerpo de la nada para y solo se cayó en la fría nieve. Aún así podía mover mis ojos, podía escuchar todo ... sonidos desagradables, entre ellos gritos que cada vez eran más fuertes y fuertes, tanto que pensé tener la fuente directamente en la oreja.
Hasta que todo se quedo en silencio ... mientras yo seguía ahí tirado, viendo la oscuridad, pero con ciertas zonas más tenues por donde pasaba la luz, como esa mirada del niño asustado que sigue con los ojos abiertos bajo las sabanas durante la medianoche.
Ruidos desagradables empezaron a aparecer ... gotas de agua, mordidas de bayas, tos, trapos mojados y tela húmeda, madera rompiéndose ... al menos quise imaginar que era así ...
Ya, dentro de poco, la oscuridad empezó a apoderarse todo, el mundo siguió hundiéndome más y más y cada vez sentía que la nieve era más espesa.
Mi cuerpo se torno frío y empecé a sentir toques en mi cuerpo, espalda, abdomen, cabeza y la punta de la nariz. Mis ojos estaban abiertos y aún no podía ver nada mientras pequeños pedazos de nieve se metían en mis parpados y hacían arder las membranas de mis ojos ... que irónico ...
Dentro de poco, mi boca se abrió y la nieve empezó a entrar, causando molestosos dolores por sensibilidad en mis dientes mientras mi lengua intentaba dispersar todo sin éxito.
Empecé a ahogarme como si todo fuera agua. Eso no era nieve, era blanco, pero demasiado espeso ... era una masa demasiada pesado y me estaba aplastando la garganta.
Mis ojos no resistieron más y ahora si me quede en total oscuridad. Ya no podía sentir la boca, solo los pequeños movimientos que hacía el estomago y los intestinos que poco a poco iban atenuándose mientras todo entraba.
Me sentí frío, sin aire ... el dolor iba desapareciendo poco a poco felizmente ...
-Si que fuiste un buen niño ¿No? — Identifique la voz al instante, quería llorar, pero mis glándulas no me lo permitían.
-Nunca hacías caso ... niño tonto —
Quise moverme, pero entonces empecé a sentir un fuerte ardor en mi cuerpo, demasiado fuerte que quería rascarme o incluso arañarlo ... pero no sabía donde se encontraba ...
El ardor se hizo tan fuerte e insoportable que en la vida real me hubiera arrancado la parte que fuera que provocara eso, todo mientras escuchaba horribles quejas que hacían a mi corazón sentirse peor.
-Maldito niño ...
No podía más ...
-MALDITO MOCOSO ...
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Bienvenido a casa Larry [Fanfic-TAITF]
Fanfiction-(Fanfic)-Después de las penurias que nuestros protagonistas sufrieron, el invierno se volvía peor, y ya no podían vivir en su árbol; por lo tanto, Larry propuso volver a su ciudad de nacimiento, con el fin de conseguir un lugar seguro, después de l...