♡✰Labios suaves y bien hidratados con sabor a melocotón. Unas caricias delicadas en el rostro que acompañan el movimiento ritmado de un beso lento, profundo y adictivo.
Todo pasa en una noche en la que Jisung se vuelve adicto a esos seductores beso...
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La noche es tranquila y fresca en la ciudad. La luz de la media luna brilla en el cielo cargado de nubes que están a punto de soltar una suave llovizna.
Las estrellas parpadean en el cosmo infinito soltando una energía blanca y abrumadora que vuelve los corazones valientes.
Esa misma energía hace que uno de los dos chicos tome la iniciativa de demostrar sus sentimientos a través de un tan anhelado beso.
Jisung abraza con fuerza la almohada que todavía tiene en su regazo. La habitación es silenciosa, solo se escucha una música de fondo que sale de la habitación de uno de los otros chicos.
El índice del otro todavía presiona su labio inferior. Aún no sabe cómo reaccionar a la solicitud de los otro de querer besarlo.
Por dentro, tiene ese deseo de querer descubrir qué se prueba besar esos labios delgados y bien hidratados, pero por otra, ¿qué significaba eso?
Al parecer no le toca de otra que descubrirlo por su cuenta.
Minho lee la aprobación en su mirada, así que se acerca un poco más, sus manos han empezado a sudar y siente que sus mejillas se van pintando de rojo.
Permanece en esa misma posición con las piernas cruzadas y sigue abrazando la almohada. Sus manos nerviosas no dejan de moverse pero vienen aprisionadas por las del otro. Ese gesto lo tranquiliza pero a la vez tenerlo tan cerca es realmente abrumador.
Siente su respiración en el rostro, la punta de sus narices se tocan.
—Sino te gusta, puedes detenerme —le sussurra despacio.
El tono ronco de su voz le hace sentir un hormigueo por todo el cuerpo. ¿Porqué le parecía tan atractiva la forma en la que le hablaba?
Todo esto parecía digno de aquellos fics que Lix leía y que él también ha leído en algún momento. Su mente trabajaba a mil en ese momento, siente que está a punto de hiperventilar.
No es el único en ese estado, porque Minho también siente nerviosismo, pero está completamente decidido a probar el sabor de esos labios suaves, antes que el otro cambien de idea.
Aunque a decir la verdad, esa ni siquiera es la primera vez, pero shh es un secreto.
Jisung es el único que permanece con los ojos entreabiertos cuando el otro inclina su rostro. Sabe que el beso va a estar bueno cuando percibe la húmedad de sus labios.
¿En qué momento se los humedeció? Se pregunta pero ya no hay espacio para pensamientos coherentes cuando los siente presionar delicadamente contra los suyos.
Al principio se trata de un leve roce con aroma a cereza. Mmh, no está mal.
Ya que el otro nota que no se ha alejado, vuelve a presionar, esta vez más decidido, dando suaves piquitos que de repente encienden una pequeña llama brillante en Jisung.
