Capítulo 19.

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-Con la cantidad de veces que hemos estado cerca de ella en los aseos -dijo Ron con amargura durante el desayuno del día siguiente-, y no se nos ocurrió preguntarle, y ahora ya ves...

Al despertar a la mañana siguiente, Harry nos sorprendió a mi y a Ron con la noticia de que la chica que había muerto hace cincuenta años por culpa del monstruo que aguardaba en la Cámara de los Secretos era Myrtle la Llorona. Algo que nos hizo darnos un golpe mental a los tres por no suponerlo mucho antes de ir hacia Aragog.

La aventura de seguir a las arañabas había sido muy dura. Pero ahora, burlar a los profesores para poder meternos en un lavabo de chicas, pero no uno cualquiera, sino el que estaba junto al lugar en que había ocurrido el primer ataque, nos parecía prácticamente imposible.

En la primera clase que tuvimos, Transformaciones, sin embargo, sucedió algo que por primera vez en varias semanas nos hizo olvidar la Cámara de los Secretos. A los diez minutos que empezaba la clase, la profesora McGonagall nos dijo que los exámenes comenzarán el 1 de Junio, y sólo faltaban pocos días.

Tres días antes del primer examen, durante el desayuno, la profesora McGonagall hizo otro anuncio a la clase.

-Tengo buenas noticias -dijo, y el Gran Comedor, en lugar de quedar en silencio, estalló en un alborozo.

-¡Vuelve Dumbledore! -dijeron varios, entusiasmados.

-¡Han atrapado al heredero de Slytherin! -gritó una chica de la mesa de Ravenclaw.

-¡Vuelven los partidos de Quidditch! -rugió Wood emocionado.

Cuando se calmó el alborotó, dijo la profesora McGonagall:

-La profesora Sprout me ha informado de que las mandrágoras ya están listas para ser cortadas. Esta noche podremos revivir a las personas petrificadas. Creo que no hace falta recordarles que alguno de ellos quizá pueda decirnos quién, o qué, los atacó. Tengo la esperanza de que este horroroso curso acabe con la captura del culpable.

Hubo una explosión de alegría. Miré a la mesa de Slytherin y no me sorprendió ver que Draco Malfoy no participaba de ella. Ron, sin embargo, parecía más feliz que en ningún otro momento de los últimos días.

-¡Siendo así, no tendremos que preguntarle a Myrtle! -nos dijo-. ¡Hermione tendrá la respuesta cuando la despierten! Aunque se volverá loca cuando se entere de que sólo quedan tres días para el comienzo de los exámenes. No ha podido estudiar. Sería más amable por nuestra parte dejarla como está hasta que hubieran terminado.

Harry me miró. Veía que me encontraba seria.

-¿Qué ocurre? Pensé que estarías feliz. Regulus y Hermione estarán ya con nosotros.

-Y lo estoy -dije con una sonrisa sin mostrar los dientes-. Es solo que...

-¿Qué pasa?-preguntó Ron ceñudo.

Suspire hondo.

-No es que quiera ser el centro de atención o hacer notar mi inteligencia -dije obvia-. Pero ayer en la noche estuvieron varias ideas rondando por mi cabeza.

-¿Ideas? -preguntó Harry-. ¿A qué te refieres?

-Bueno, Aragog dijo que el monstruo que vive en la Cámara de los Secretos es algo que le temen las arañas, ¿verdad? -mis amigos asintieron-. Y ese monstruo es algo que escuchamos solamente Harry y yo...

Los chicos se miraron entre si, sin entender nada de lo que decía.

-Estas diciendo que... -dejo una pausa Ron, esperando mi respuesta.

Violet Scamander y la Cámara SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora