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Lo sucedido en Trost resultó exitosa, por primera vez la humanidad ganaba contra los titanes. Se había logrado tapar el agujero que el titán colosal había ocasionado.
Les tomó un día entero terminar con los titanes dentro de la ciudad, pero para alegría de Hange logramos capturar dos titanes.
Sin embargo había un chico, Eren Jaeger que podía convertirse en Titán y fue él quien tapó el pozo de Trost.
Esto abría más sus teorías, la posibilidad del titán colosal y el acorazado podrían ser humanos por igual.
Levi y Alice apenas habían podido pegar un ojo de todo el trabajo y todos los reportes que habían estado llenando.
El enano se había reunido varías veces con Erwin para discutir la situación de Eren Jaeger.
La legión necesitaba de su poder para avanzar, pero ella todavía estaba escéptica de la historia que Eren había contado, el que no recordaba nada y que su padre estuviera desaparecido para poder explicar la situación era raro y sospechoso.
Ahora estábamos discutiendo una forma de ganar la custodia de Eren Jaeger por sobre la de la Policía Militar.
—Alice, ¿Tu influencia no es suficiente? —Preguntó Erwin.
Ella tenía su mirada en la ventana todavía pensando en las posibilidades. —La situación con mi familia ahora es delicada, podría intervenir en nuestro beneficio si Freddie no fuese el actual heredero de los Schwarz. —Ella negó con su mano, recordando la última carta de su madre. —Además no conozco las intenciones verdaderas de mi padre.
—¿Incluso tu padre estará en el juicio? —Preguntó con interés Hange.
Alice asintió. —Lo más probable para intervenir en beneficio al rey... Aunque tengo una idea que hará que ni siquiera Darius Zackly podría negarse.
Erwin levantó la mirada interesado y ella continuó con su explicación.
—Una muestra que podemos controlar a Eren Jaeger sin correr peligro, ¿dijeron que el chico quería unirse a la legión? Estoy segura que podrá soportar la muestra de fuerza. —Afirmó con una sonrisa. —Lo haría yo misma, pero la violencia pública no es mi tipo.
—¿Qué tipo de violencia es tu tipo? —Preguntó en un susurro Hange negando con la cabeza.
—¿Insinúas que lo haga yo rata albina?—Preguntó Levi cruzado de brazos al sentir la mirada de la chica.
—Si no es mucha molestia. —Musitó juntando sus dos manos. —Después de todo una dama no puede golpear a un joven de quince años.
—Ahora si le importan los modales...—Susurro Hange. —¡No importa! Escuche que regenero su pierna y brazo, Nee~ Erwin ¿no puedo verlo solo un segundo?
