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Su vida siempre había sido decidida por otras personas, su cabello blanco y  ojos rojos se volvieron una atracción entre los nobles y muchos adultos querían desposarla desde que era una niña de diez años

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Su vida siempre había sido decidida por otras personas, su cabello blanco y  ojos rojos se volvieron una atracción entre los nobles y muchos adultos querían desposarla desde que era una niña de diez años.

Alice Schwarz solo pensaba que todos esos imbeciles no tenían ni siquiera una pizca de delicadeza ni modales para pedir su mano.

Ella lo que más anhelaba era al menos decidir algo por si misma, todas las mañanas se levantaba y hasta su vestimenta era decidida por los sirvientes.

Se sentía afortunada de vivir entre tanto lujo, pero eso no dejaba de ser una jaula, era su propia jaula de oro.

Su vida en el muro Sina era tranquila, pero a ella le causaba curiosidad que es lo que había aún más allá de las murallas, quería conocer el mundo, sin los niveles sociales, sin etiquetas, solo ser libre.

Alice solía observar a las personas de la policia Militar, tenían un equipo de maniobras que siempre desperdiciaban.

Ella quería saber la sensación del aire chocar cuando volabas en aquellos artefactos, si quería aprender a usarlos debía unirse al ejército.

Conocía muy bien las tres facciones en las que se dividía, y para lograr ir al exterior era necesario unirse a las Tropas de reconocimiento, solo había un problema, las murallas estaban por algo, los protegían de los titanes, seres que comían humanos.

—Tu cabello es singular, es hermoso. —Uno de los nobles que la pretendía tomó un mechón de su cabello entre sus dedos, Alice evitó hacer cualquier mueca, solo sonrió y quitó la mano del noble.

—Lo se. —Contestó ella, aunque por dentro solo sintió repugnancia por el hombre.

Le asqueaba bastante que estas personas que planeaban desposarla, solo la miraran como un trofeo al cual presumir en sus fiestas.

El noble le sonrió. —Escuché que te fascinaba el equipo de maniobras que usa la policía militar, si aceptaras mi propuesta...

Siempre era así, siempre intentaban encontrar algo para chantejearla. Todavía le sorprendía que sus padres todavía no aceptaran ninguna propuesta de los nobles. Solo estaban esperando por el mejor postor.

—El cielo el día de hoy está hermoso. —Dijo ignorando la propuesta del mayor y observó el cielo.

—Discúlpela señor Müller, la señorita Schwarz suele distraerse con facilidad. —Explicó una de sus sirvientas al noble.

El Müller asintió conociendo los rumores que corrían de Alice Schwarz, pero si lograba desposarla sería el más respetado entre los nobles.

—Por supuesto. —Asintió el noble, no le sorprendia que los rumores de la hija mayor de los Schwarz estuviese loca como una mula.

No le importaba en realidad, siempre y cuando pudiera mostrar que el logró lo que otros no hicieron sería suficiente, asi que ofenderse por cosas que una niña malcriada hace es perder su tiempo.



Ángel  |  SNKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora