THEO RAEKEN
Todo es distinto cuando estoy con ella.
Me siento en casa, como si perteneciera.
Se perfectamente que no es atracción lo que ciento.
Se que ella tampoco me ve de esa forma, es mas como una hermandad.
Malia es una chica que en definitiva consideraría mi hermana.
Aunque avece peleamos lo resolvemos.
Hace dos años que compartimos el departamento.
Ambos nos criamos en orfanatos, "al menos es lo que nos gusta que crean"
Nos conocimos cuando unos señores se ofrecieron a darnos alojo cuando algunos orfanatos tenían crisis económicas, "el bosque era nuestro hogar"
Creo que también conectamos porque eramos los únicos seres sobrenaturales en esa casa y en los orfanatos en los que estuvimos, "ambos queríamos el territorio y las peleas se fueron acabando poco a poco"
Malia y yo fuimos adoptados y votados solo por un descontrol, "asesinamos a quienes se suponía eran las personas más importantes en nuestras vidas"
Malia fue abandonada a los nueve años porque perdió el control en su primer luna llena y pues yo, yo simplemente huí ya que cuando paso lo de mi descontrol me miraban como la peor blasfemia, "lo merecía, después de todo, era culpable"
Hoy nos mudaremos al condado de Beacon, California, a un pueblito algo grande, Beacon Hills.
Iniciaremos una nuevo vida.
Tal vez encontremos a nuevos amigos, "o viejos enemigos"
Tal vez hasta a una manada.
MALIA TATE
Una vida nueva era la que iniciaremos Theo y yo, "siempre iniciavamos de nuevo"
No se que nos deparara este nuevo lugar o como nos traten los de la manada que están en ese territorio.
No se si alguna vez Theo y yo llegaremos a ser realmente felices, "o nos quedaremos a medias por siempre"
Somos lo único que tenemos y en realidad espero algún día encontrar a personas que nos quieran y acepten de verdad.
Una familia, una manada, "personas a quienes no les importe nuestro pasado, solo nuestro presente y futuro"
Toda mi vida a sido una tragedia ni siquiera el nombre que tengo me lo pusieron mis padres biológicos y se que a Theo tampoco se lo pusieron sus padres biológicos, "eso era lo que él también decía"
Somos lo que en rango se conoce como Omegas, "pero éramos fuertes, valientes y astutos, un arma de doble filo, sin duda"
Y lo que dicen de ellos es que no sobreviven sin manada, "se equivocan"
Creo que Theo y yo somos la excepción a la regla, aun seguimos vivos y planeamos seguir así.
— ¿Lista?
Pregunto mi hermano y le asenti.
Salimos del departamento que fue nuestro hogar por dos años y nos dirigimos a la camioneta.
Subimos y Theo puso en marcha la camioneta.
— ¿Como crees que sean?
Le pregunte refiriéndome a los de la manada, "ya no quería ser de nuevo solo él y yo, aunque me agradaba, extrañaba tener más compañía, los gritos, apuestas y carreras por el bosque"
El se encoge de hombros, "siempre restándole importancia a las cosas"
— No hay que meternos en problemas.
Fue lo único que dijo y el viaje fue en silenció.
Hicimos unas cuantas paradas pero por fin habíamos llegado a Beacon Hills.
El lugar parecía prometedor y en verdad esperaba que lo fuera, "otro comiendo y quizás un nuevo fracaso"
THEO RAEKEN
Al estacionar la camioneta lo primero que hizo Malia fue bajarse.
Reí por lo bajo al verla entrar al baño de la gasolinera mientras yo bajaba y cargaba algo de gasolina.
Quería tener el tanque lleno para mañana que vallamos a la preparatoria.
Entraríamos al ultimo año de esta y en verdad quería que todo fuera perfecto.
Cuando Malia regreso el tanque ya estaba lleno.
— Tengo hambre.
Dijo y reí por lo bajo "siempre tenía hambre"
— ¿Venado?
Pregunte y una gran sonrisa apareció en su rostro.
— Amo la Pizza.
Dijo y asenti.
Aun no creía que ella amara tanto el sabor de la carne del Venado, digo, es buena pero en verdad esperaba que dijera enserio lo de la Pizza.
— ¿Quieres ir al bosque?
Ella asiente sonriente y subimos al auto para ir a la reserva.
Cuando llegamos ella de inmediato se quito toda la ropa y se convirtió en una coyote, seguí su ejemplo y me desnude y me convertí en un coyote, "aún le temía a mí otra parte y prefería no sacarla"
Corrimos hasta encontrar a un grupo de tres venados y compartimos miradas.
Con solo ver su mirada sabia que haríamos la estrategia que siempre utilizábamos "desde que aprendimos a controlar nuestra forma de coyote"
Yo iría a posicionarme al frente y ella los ahuyentaria para separarlos y saltaría a la yugular de uno de ellos, el mas cercano, obvio.
Y funciono, siempre funciona.
Terminamos comiendo casi la mitad del venado y lo demás lo llevamos ya convertidos en humanos a la camioneta, por suerte llevábamos algunas bolsas para no mancharla.
— Vistamonos.
Le dije entregándole su ropa.
Ella se vistió y yo igual.
Subimos a la camioneta y nos dispusimos a irnos a nuestra nueva casa, nuestro nuevo hogar y en verdad espero que sea el definitivo y sea tranquilo.
Continuara...
Espero les guste.
13-01-21
