Capítulo 2

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Vanya

Todavía no puedo entender la muerte de mi padre, bueno, cuando salí de ensayar pasé por una tienda y vi la noticia de mi padre así que cogí un taxi y fui para aquella academia. Me trajo muchos recuerdos. El taxi me dejó en la entrada y entré. Entré y me encontré a Allison, mi hermana.

-¿Vanya? Que sorpresa -dijo ella acercándose-.

-Sí -me dio un abrazo y yo lo acepté, fue incómodo-.

-Ella no tiene que estar aquí - dijo Diego un poco enfadado, se le notaba mientras subía las escaleras-

-Sabes, Diego tiene razón, no tengo que estar aquí -antes de irme Allison me cogió del brazo y me dijo que no pasaba nada- vale, me quedo.

Alexandra

Estaba en mi habitación dormida hasta que vino Diego y me despertó, estaba muy a gusto durmiendo.

-Alex, ¿puedo pasar? -llamó diego a mi puerta-. voy a pas.. a que estás dormida...ok...venga levanta, ¡ARRIBA ALEX! -lo grito y ahí me desperté-.

-¡Qué coño te pasa! -dije enfadada-.

-Es el funeral de papá, creo que estamos todos aquí. Así que, levanta, que ya es tarde.

-Pues vete, no tengo ganas que me veas cambiándome.

-Vale, te veo abajo.

Diego se fue y me fui al baño a hacer mis necesidades y me puse unos vaqueros, camiseta blanca y mi chaqueta de confianza.

Cuando termine de vestirme me fui a abajo y me reuní con todos en el comedor para hablar de lo ocurrido.

-Todavía no entiendo la muerte de papá -empezó a hablar Luther-.

-Pero si solo fue un ataque al corazón, ¿no es así? -preguntó Vanya-.

-Ya según el forense.

-Y no lo sabría.

-En teoría.

-¿en teoría? -pregunté-.

-Solo digo que que como mínimo pasó algo -Luther me miró-.

-¿Qué? Yo no sé nada, yo estaba todo el día en mi cuarto y cuando salía no lo veía -respondí-.

-A lo que me refiero es que la última vez que hablé con el estaba raro.

-Oh, quelle surprise -dijo Klaus-.

-¿Raro en qué sentido? -preguntó Allison-.

-Estaba inquieto -respondió Luther-. Me dijo que no confiase en cualquiera.

-Luther, era un viejo amargado y paranoico que estaba perdiendo la cabeza -habló Diego-.

-Hablando de eso, -dije- hace como dos días me dijo lo mismo pero con...enfado -Luther ignoró lo que dije-

-No -dijo Luther respondiendo a Diego-. Debía de saber algo. Se que no te gusta pero tienes que hablar con papá -le dijo a Klaus-.

-No puedo llamar al más allá y decir: 'papá, ¿podrías dejar de jugar al tenis con Hitler y contestar?' -contestó él-.

-¿Desde cuando? Es lo que haces.

-Mi estado mental no es adecuado.

-¿Estás drogado? -preguntó Allison-.

-¡Si! ¿Cómo no podréis estarlo con estas tonterías?

-Quedate limpio, es importante -le ordenó Luther-. Luego está el monóculo extraviado.

Mi pequeña debilidad (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora