Evangeline

Capítulo 1 (Jamás, había visto unos ojos como esos)

Narra Agatha

  Son las doce de la media noche. Mi marido no a llegado. No es la primera vez que me hace esto. Me lo juró por nuestra hija. Estoy sentada con mi pierna cruzada. En mis manos tengo una copa con vino. Sólo está la luz de la mesa de noche encendida que apenas me veo. Escucho el sonido de la puerta ser abierta y luego cerrada. Escucho unos pasos y el crujir de la madera. Doy unos golpes a la copa con mi uña y enciendo la luz.

-Agatha-dijo sorprendido y yo miro la chimenea y luego lo miro a él.

-Rompes tus promesas lo demasiado rápido que una cualquiera te abre las piernas. No me vengas con tus historias Demetrius. Recuerda y lleva esto siempre contigo-dije levantandome y rodeandolo y me acerco a su oído.

-La reputación es como esta copa-dije en un susurro y me separo de el y la tiro contra el suelo.

-¿Que haces?. ¿Porque la rompiste?-pregunto mirando la copa rota.

-Así es la reputación. Cómo la copa que está en el suelo rota. Esta en tus manos Demetrius, puedes terminar como esa copa. Puedes perderlo todo-dije y el me mira y sus ojos se llenan de lágrimas.

-Preocupate por tus asuntos, de los míos me encargo yo-dijo Demetius y yo suelto una carcajada.

-Eres mi esposo, tenemos a una hija muy hermosa. Estoy haciendo todo lo posible para que ella piense que todo esta bien. Pero estas arruinando las cosas. Tus actitudes son muy infantiles. No me provoques Demetrius no me conoces-dije molesta y me dirijo a la puerta y me detengo antes de abrir la puerta.

-Cariño, que descanses-dije y salgo de la habitación.

*****

-Buenos días a todos-dije bajando las escaleras y veo que está toda la familia reunida.

-Buenos días, esperábamos por ti-dijo mi suegro y sonrio y me acerco y el deja un beso en mi frente y me voy al lado de Demetrius.

-Que tengan buen provecho-dije y comenzamos a comer.

-¿Porque llegaste tan tarde ayer Demetrius?-preguntó mi suegro y veo a Demetrius que iba a contestar, pero yo lo interrumpo.

-Estaba en una reunión fuera de la ciudad. Por eso fue que llegó tarde. ¿Verdad mi amor?-dije mirando a Demetrius y el asiente.

-¿Que raro no?. Por ahora no teníamos reuniones-dijo mi suegro y yo suelto una carcajada.

-Son unos nuevos empresarios, quieren ser parte de esta nueva colección de invierno. Sus propuestas no fueron buenas. Por lo tanto Demetrius no aceptó. Nuestra empresa no puede aceptar cosas tan bajas. No podemos poner el prestigio de la empresa por el suelo-dije y mi suegro sonríe.

-Eso es cierto, nuestra empresa no se merece eso-dijo mi suegro y mi suegra me mira.

-¿Entonces que significa la copa rota que había en tu habitación?-preguntó mi suegra y sonrió de lado.

Maldición, siempre tiene que venir con algo.

- Se me cayó, fue un accidente. A cualquiera le puede pasar-dije y hago lo mismo que hizo y ella pone su cara sería.

-A ti siempre te pasa algo. Para todo siempre tienes una excusa-dijo mi suegra y sonríe.

-Mamá, ya la escuchaste. Fue un accidente-dijo mi cuñado y yo le tiro una guiñada.

-Oye mamá, tengo que ir a ver un vestido para mi graduación. ¿Crees que puedes acompañarme?-dijo Damara y la miro con una sonrisa.

-Claro mi amor, te acompañaré-dije y ella sonríe.