¿Cómo pudo?, ¿Cómo pudo abandonar a una recién nacida?. Esa mujer no tiene corazón. Los abandonó por ser primero mujer que madre. No se compareció de nadie. Esa mujer es un monstruo. Aquel anciano tuvo que hacerse cargo de una recién nacida. Trabaja...
-Iré a recuperar el amor de mi vida-dije mirandolos a todos y Damara niega y se acerca.
-Por favor, no me dejes-dijo entre lágrimas y yo la empujó.
-¡Todos son unos malditos mentirosos!. ¡Por su culpa lastime y herrí a la mujer que amo!. ¡Las abandoné cuando más me nececitaban!-grite furioso y lágrimas salían y derepente mi celular comienza a sonar lo saco de mi bolsillo y veo que es Dione. Decido tomar la llamada.
-Hola-dije y veo como Damara se me queda mirando. Más bien todos. En la otra línea escucho un sollozo.
-Hola-dijo Dione con voz entrecortada por sollozos. Rápidamente me empiezo a poner nervioso.
-¿Que ocurre?. ¿Está todo bien?-pregunté y escucho suspiros de llanto en la otra línea.
-No-dijo Dione y siento más nervios.
-Ca..calmate, ¿Qué ocurre?-dije y todos me miran.
-Ev..evangeline y tu hija están luchando contra la vida y la muerte. Tienes que venir al hospital. Evangeline sufrió un infarto, la ambulancia viene en camino hacia acá-dijo Dione y me quedo completamente sorprendido. Mis ojos se llenan de lágrimas y el teléfono cae de mi oído.
No puede ser...
No...
-¿Que ocurre Damien?. ¿Estas bien?-preguntó mi padre acercándose y mis lagrimas recorren mi mejilla.
-Ell..ellas-fue lo único que logre decir.
-¿Quien?-preguntó y yo estallo en llanto y agarro las llaves de la camioneta y corro hacia ella.
-¿Que ocurre?. No puedes conducir en ese estado-dijo mi padre y yo lo miro con rabia.
-¡No te acerques!. ¡Largate de mi vida!. ¡Los amores de mi vida están luchando contra la vida y la muerte!-grite y mi padre se queda petrificado y me monto en la camioneta y arranco. Mis lágrimas no dejaban de salir.
No las podía perder...
*****
-¡Abran pasó por favor!-dijo uno de los paramédicos y veo al papá de Evangeline que estaba desconsolado y no soltaba la mano de Evangeline. Yo me acerco a la camilla y veo a Evangeline. Estallo en llanto.
-¡Las estamos perdiendo, necesitamos la sala de operación!-dijo un doctor y yo empiezo a negar.
- No estás sola, no te dejaré mi niña-dijo él padre de Evangeline desconsolado y se la llevan y nos dejan a fuera. Los dos caminamos para sentarnos y veo como él me mira con rabia.
-¿Que demonios haces tu aquí?. Tu fuiste uno de los causantes de que mi hija este hoy así-dijo el padre de Evangeline molesto y veo a Agatha. Voy hacia ella con rabia.
-¡¿Qué demonios haces tu aquí?!. ¡Por tu culpa y su plan perdí a los amores de mi vida!. ¡Ustedes hicieron todo esto!-grite furioso y Agatha sólo estaba llorando.
-¡Lárgate maldita sea!-grite y el padre de Evangeline se para al lado de Agatha.
-Sí alguien se tiene que largar eres tú. Si en verdad amaras tanto a mi hija como dices. Le hubieses creído, no la hubieses abandonado cuando más te nececitaba. Abandonaste a tu hija. ¿Cómo te atreves a venir aquí?. ¡¿Cómo?!-dijo el padre de Evangeline furioso.
-¡Ya basta!. ¡Aquí nadie se tiene que ir!-grito Dione detrás de nosotros.
-A pesar de todo, Damien es el papá de la bebé que espera Evangeline. Así que el tiene derecho de quedarse aquí. Yo lo llamé-dijo Dione y todos guardamos silencio.
*****
-¿Ustedes son los familiares de Evangeline Miller Ross?-preguntó una voz detras de nosotros y nos damos la vuelta.
-Sí-dijo Dione y el doctor nos mira.
-¿Quien es el padre de la bebé?-preguntó el doctor y doy un paso hacia delante.
-Felicidades, su hija nació. Es toda una guerrerita. Por un momento pensamos que la perdíamos. Pero no fue así, está en el nursery. Ya pueden ir a verla-dijo el doctor y una pequeña sonrisa se forma en mis labios.
-¿Cómo esta Evangeline?-pregunté y el doctor baja su cabeza.
-Bueno, no les puedo mentir. Deben prepararse para lo peor. Evangeline tiene un 8% a que sobreviva. Ojo, le haremos una operación de corazón abierto. La cual es super delicada. Por eso pensamos que no sobreviva la operación-dijo el doctor y yo estallo en llanto.
-Mañana le haremos la operación, pueden pasar a verla solamente de uno en uno-dijo el doctor y se va y siento una mano detrás de mi.
-Hijo ve-dijo el papá de Evangeline y lo miro y el me da media sonrisa y yo asiento y voy a la habitación donde está Evangeline. La veo que tiene unos tubos en su boca. Estaba completamente desnuda. Sólo tenía una sábana de hospital por encima. Me acerco a ella.
-Hola-dije en un susurro y mis lágrimas no tardaban en salir.
-Ahora sé que tu tenias la razón. Debí creerte, no sabes cuanto me arrepiento de no haberlo echo. No habrá boda, descubrí todo antes de que cometiera un gran error. Te humillé, te juzgué pero aquí estoy. Arrepentido, super arrepentido. No te voy a dejar sola mi vida, aquí estaré. No soltaré tu mano, aquí estaré-dije y lágrimas recorrían mi mejilla y dejo un beso sobre su mano.
-Permiso, tiene que salir-dijo una enfermera y asiento y salgo de la habitación y decido ir al nursery. Hasta que veo a aquella ternura. Una sonrisa se forma en mis labios y una enfermera viene con ella en brazos.
-Aquí tiene-dijo la enfermera y me la coloca entre mis brazos. Realmente aquella bebé era hermosa. Era una mini versión de Evangeline. Lágrimas recorren mi mejilla. Era tan pequeña, tan indefensa. Tenía los ojos de su mamá.
-Hola mi vida-dije en un susurro y acaricio su rostro con la punta de mi nariz.
-Soy tu papá-dije sonriendo y la bebé chupa su puño.
Narra Agatha
-Ahora tendrás que contarle a todos la verdad, tienes que decirles que tú eres la mamá de Evangeline. Ella va a despertar y hablará y será mucho peor-dijo Doriam y lo miro con rabia.
-¡Ella no es mi hija!. ¡Esa chica no tiene madre!. ¡Te tiene a ti!. ¡¿Qué es lo que quieres de mi?!-dije molesta y mis ojos se llenan de lágrimas.
-¡Te quiero a ti!. Me abandonaste mi amor, me abandonaste cuando más te nececitaba. Cada vez que veo esto, me recuerda a ti-dijo Doriam mostrándome la cicatriz de su mano.
-Tu fuiste el que la hiciste en contra de mi voluntad. En todo caso, está responsabilidad es tuya. Eres un maldito enfermo, nececitas ayuda Doriam-dije y me doy la vuelta y el me agarra el brazo fuertemente.
-Estoy enfermo, pero tú eres mi antídoto. Te nececito en mi vida Coral-dijo Doriam y me suelto su agarre.
-Ella no dirá nada. Me encargaré de eso-dije y camino hacia la salida.
Nadie puede saberlo...
Nadie puede saber que Evangeline es mi hija...
Nadie puede saber mi pasado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
