¿Cómo pudo?, ¿Cómo pudo abandonar a una recién nacida?. Esa mujer no tiene corazón. Los abandonó por ser primero mujer que madre. No se compareció de nadie. Esa mujer es un monstruo. Aquel anciano tuvo que hacerse cargo de una recién nacida. Trabaja...
-¡No me voy a ir de aquí!. ¡Todo estará bien!-grite mientras Evangeline desaparecía por las puertas de sala de emergencia.
Por favor, que no les pase nada...
Estaba recogiendo mis cosas para marcharme, pero escuche gritos de desespero y a lo lejos escuché "¡Ayuda!". Reconocí aquella voz al instante y me encontré con esa desgarradora escena. Evangeline tendida en el suelo. Con lágrimas en sus ojos y desesperada pidiendo ayuda. Tenía dolor, estaba sangrando. Tenía miedo de perder a su..., bueno, nuestro bebé. Decido llamar a Dennis para que este enterado de esto.
- Hola, buenas noches Sr. Dennis. Disculpe que lo llame tan tarde, pero es referente a Evangeline-dije y me siento en una de las sillas.
-Buenas noches, ¿Qué pasó con Evangeline?. ¿Está todo bien?-preguntó algo nervioso.
-Evangeline está en el hospital. Pero esta consiente-dije y veo una pareja frente a mi. La mujer estaba embarazada y al parecer tenía síntomas de parto.
-¡Iré para allá ahora!-dijo Dennis algo desesperado y sólo cuelgo.
El hombre agarraba la mano de la mujer y él decía cosas para animarla. Ella sonreía pero lloraba y se quejaba de el dolor. Eran una hermosa pareja. Me causó gracia y a la vez me llenó de ternura. El la abraza y deja un beso en su cabeza y luego deja uno en su vientre. Ni pensar, que si no hubiese actuado como un maldito cobarde nada de esto estuviese pasando. Me siento decepcionado de mi mismo. Pero ya es tarde para recuperar al amor de mi vida. Nadie sabe sobre el embarazo de Evangeline. Solamente Angelo, Dennis, Dione, Evangeline y yo.
Narra Evangeline
-Hola, ¿Cómo te sientes?-preguntó Damien cuando vio que abrí mis ojos. El acariciaba mi frente y estaba muy cerca de mi rostro. Se veía preocupado y que no había dormido nada, tenía unas ojeras y su voz era más ronca de lo usual.
-¿El bebé?-pregunté bajando la mano a mi vientre y Damien sornie.
-Está bien-dijo Damien y sonrio tranquila y cierro mis ojos y vuelvo y los abro.
-Gr..gracias por ayudarme. Sí no hubiese sido por tí mi bebé estuviese muerto-dije y Damien sigue en la misma posición.
- No tienes que agradecerme nada, es mi deber, soy el padre de este bebé-dijo Damien bajando su mano a mi vientre y mis ojos se llenan de lágrimas. Quería abrazarlo, quería decirle cuanto lo amaba. Pero me hizo mucho daño. El se queda mirando mi vientre y su mano sigue ahí.
-¿Ahora es tuyo Damien?-pregunté y el me mira y sus ojos están llenos de lágrimas.
-Siempre lo ha sido. Pero soy un imbécil, por mi culpa pasó todo esto. Deje ir a la mujer que amo. Todo por mis malditos prejuicios. Te abandoné cuando más me necesitabas. Me fui como un cobarde. No sabes cuanto me arrepiento Evangeline. Estoy muy arrepentido-dijo Damien entre lágrimas y yo estallo en llanto.
- Me lastimaste mucho Damien-dije entre lágrimas y el agarra mi mano.
- Lo sé, todos los días me reprocho por eso Evangeline. Estoy muy arrepentido-dijo Damien entre lágrimas y yo solo me armo de fuerza.
- Lo siento, pero ya es demasiado tarde Damien. No valorarse nada. Me hiciste daño y nunca lo podré olvidar. Me dejaste sola cuando más te nececite. No tiene caso de que sigas aquí. Vete Damien, no te quiero cerca de mi ni de mi bebé-dije entre lágrimas y Damien niega.
-¡Que te vayas!-dije en un susurro y el sale.
*****
-Hola preciosura-dijo Angelo y yo sonrio.
-Hola-dije sin animos y el me mira a mis ojos.
-¿Que te ocurre?. Estuviste llorando, ¿Qué paso?-dijo Angelo y yo sonrio.
-Nada, no te preocupes-dije y el me abraza y empiezo a llorar en su pecho.
-Bien, te entiendo-dijo Angelo y permanecemos así durante un largo tiempo.
-Vine a proponerte algo Evangeline y no sé si aceptes-dijo Angelo y lo miro a sus ojos.
-¿Que?-pregunté y el acaricia mi mejilla.
- Evangeline, eres una gran mujer y no puedo mentirte. Siento cosas por ti. Cada vez que estoy junto a ti, me siento vivo. Me siento feliz. Contigo puedo ser quien yo quiera sin miedo. Me he encariñado contigo de una manera que no sé ni como explicarte. Por eso, lo pensé y quiero hacerme cargo de ti y de tu bebé que si aceptas será nuestro. Quiero que aceptes ser mi esposa-dijo Angelo y yo me quedo petrificada.
¿Cómo pretende asumir una paternidad que no es suya?
No lo puedo permitir...
-Angelo, no lo puedo permitir. No puedo permitir que quieras asumir una paternidad que no es tuya-dije y Angelo sonríe.
- Sabes muy bien que me he encariñado con ambos, por favor piensalo que te estoy proponiendo-dijo Angelo y yo solo asiento.
Sólo de esta manera Damien se alejará de mi...
La puerta se abre y veo a Damien.
-Sí, acepto casarme contigo-dije y Angelo sonríe y saca una cajita y saca el anillo y lo coloca en mi dedo y sonríe y yo también y el me besa y yo a él. Me separo y veo que ya Damien no está.
-Gracias Evangeline, gracias-dijo y vuelve a besarme.
Narra Damien
Bueno, creo que las flores serán un buen detalle al igual que el peluche. Espero que le gusten. Fui a la farmacia y compre un ramo de flores y un peluche y subo al ascensor y voy hacia la habitación de Evangeline pero me detiene el doctor.
-Hola, Sr. Zabat, hoy enviaremos a la paciente de alta-dijo el doctor y asiento con una sonrisa.
-Vale-dije y el doctor se va y yo camino hacia la habitación de Evangeline y abro la puerta y veo a Angelo muy cerca de Evangeline y tiene la mano de Evangeline agarrada. Evangeline me mira y luego mira a Angelo.
¿Que significaba esto?
-Sí, acepto casarme contigo-dijo Evangeline y Angelo saca una cajita y le pone el anillo a Evangeline y mis ojos se llenan de lágrimas y dejo caer las rosas y el peluche y salgo de allí.
¡La perdí maldita sea!
Mi vida no tiene sentido sin ella.
Salgo de allí y mis lágrimas caían. Veia todo borroso. Salgo de el hospital y sólo escucho una bocina y cuando veo ya era demasiado tarde. No recuerdo nada más. Sólo sé que hay una luz muy fuerte.
Nunca olvides, lo mucho que te amé Evangeline.
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