¿Alguna vez has odiado a una persona?, yo no.
Bueno, al menos, no tanto. Quizás detestar, o sentir una fuerte ira hacia esa persona.
En fin, lo que quiero decir, es que lo detestaba. Y quizás un poco menos. Quizás solo estaba molesta con él. En un término medio, si es que lo hay.
Y sí, estoy hablando de él: El señor oscuro. Y no me jodas con "¿es que se te olvido que lo quieres?" Pues no, no me he olvidado de aquello: no es como si pudieras hacerlo, tampoco. Pero estaba tan molesta con el cómo lo había estado cuando le coloque ese apodo. Supongo que no sabes por qué.
Desde aquel martes, junto a él árbol, no lo volví a ver. No apareció al día siguiente cuando teníamos que presentar el mural y yo me vi. obligada a mentir por él. Tampoco apareció después de esas dos semanas, llego el día en que teníamos que volver a casa por las vacaciones de navidad. Había tenido esperanza de poder verlo, pero nada, ni siquiera lo vi en la última clase de artes avanzado.
Suele suceder que cuando alguien confiesa sus sentimientos por otra persona, ese alguien espera hasta que responda, aunque sea una negativa. Y el señor oscuro ni siquiera me dejo decirle "Wou", como si supiera mis sentimientos por él. Como si penas que aún lo odiaba (cosa que no me duro más de dos semanas) o sintiera un poco de rencor hacia él. O que solo quisiera como un amigo. ¡Él es tan frustrante!
Él es tan imbécil, también. Era el señor imbécil oscuro. No espera, así no lo había llamado. Era el señor imbécil bueno para nada, pero aun así sexy oscuro. Me falto lo de los labios pornográficos, pero esos son detalles, que no agregare porque estoy intentando nombrar sus defectos.
Bueno, como iba diciendo, había perdido toda esperanza de que el señor oscuro apareciera para yo darle una bofetada de las buenas y luego besarlo hasta que se me vaya la respiración. Y bueno, tal vez también hubiese sido bueno decirle que lo quería.
En el bus que nos levaba de vuelta a casa, me senté con Jimin. Me abrazo fuerte, como si supiera que la alegría que me caracterizaba se me estaba yendo. Caí me eché a llorar. Quizás el no sabía porque estaba tan seria, pero siempre estaría ahí para mí. Al igual que Yoongi.
Durante el camino, lo único que hice fue mirar por la ventana mientras mi reproductor de música colocaba canciones de amor terriblemente deprimentes. Era como si todos estuviesen restregándome en la cara su vida amorosa. Sonjin estaba sentada con Yoongi, en los asientos de adelante, y susurraban cosas que yo con música no podía entender, pero que hacían que Jimin rechinara los dientes. Eso hasta que recibió un mensaje en su celular y se le dibujo una sonrisa de idiota. De seguro era una de sus conquistas de una noche, pero al parecer no había sido de una noche. Y no lo fue, pero ya lo sabrán, más adelante. ¿Ves? Todos tenían pareja o estaban realmente felices, menos yo y mi reproductor de música.
Cuando llegué a casa, me encontré con la familia completa decorando todo. Me dieron un chaleco con diseño navideño y me invitaron a ayudarlos. Durante es tarde, olvide por completo mi pequeño problema con el señor oscuro, y funciono durante los dos días, que fue lo que duro la decoración de la casa.
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La nieve caía frente a mis ojos, y yo la miraba distraída. Es bonito ver nevar: La nieve en general es bonita. Todo es blanco, limpio y puro me da la sensación de tranquilidad e incluso un poco de plenitud. Pero esa vez, me sentía terriblemente mal.
Y todo porque tenía sentimientos encontrados con el señor oscuro.
Lo quería mucho, pero estaba tan enojada con él por ser cobarde y escabullirse para no encontrarse conmigo después de haber dicho que me quería.
¿Sabes lo que es más frustrante? Que me lo dijo junto a él árbol,
Lo gracioso es que mama pensaba que yo estaba enferma. Me lo dijo esa misma tarde, después de haberme dicho que me alejara de la ventana porque hacía mucho frió y yo me podía resfriar. No lo comprendí del todo, porque papá se había asegurado de colocar ventanas aislantes, por ende, no entraría frió a menos que las rompiera, pero le hice caso, y me senté junto a ella.
Ella estaba tejiendo algo a su futuro nieto. Ahora soy tía y el niño ya viste lo que mamá le hizo, pero en esos momentos ella no dejaba de tejer. Mi hermano tiene veintiocho años y, por un desliz, su novia quedo embarazada. Mis padres se asustaron, pero mi hermano estaba tan feliz que el mismo día que su novia le dijo del embarazo, me obligo a salir con el y comprarle un anillo para pedirle matrimonio.
—Cariño —me dijo mi madre, después de darme unas palmadas suaves en mi pierna para llamar mi atención—. ¿Estás enferma?
—No mamá, ¿por qué? —le pregunte, de vuelta.
—Porque estas muy rara. Alguien borro tu sonrisa y me preocupa. Le voy a preguntar a los chicos que es lo que sucede.
—Los chicos no saben nada mama —le conteste, con una sonrisa fingida—. Ellos son hombres, y los hombres no se fijan en nada.
Entonces mama dejo de tejer y me miro con una expresión que nunca antes había visto en ella. Era entre sorpresa e incredulidad.
—¿Es por un chico? Evita que tu padre te vea así porque lo va a ir a buscar y lo dejar sin su pe...
—Mamá —la interrumpí.
—Hija, no tiene nada de malo, pero ya sabes que tu padre se pone histérico cada vez que se entera de que sales con un chico... —ella volvió a su labor de tejer.
—Ni siquiera hemos salido.
—Muy bien, señorita. Suéltalo.
Suspire pesadamente, mientras quitaba mechones inexistentes de mi rostro.
—Su nombre es Jungkook. Al principio lo odiaba porque tuvimos un encuentro el año pasado el principio día de universidad, pero tú sabes que siempre se me pasa el odio por la gente, así que después simplemente no le hablaba. Este año nos topamos en Artes Avanzados y tuvimos que hacer un mural, juntos. En la universidad hay un árbol que esta solo más o menos cerca de las gradas y allí la gente se confiesa de manera romántica. Decidimos que sería genial pintar allí algo. Y ni siquiera me di cuenta de cómo paso, solo lo descubrí cuando él me estaba dibujando para una nota, pensábamos tanto tiempo juntos que...
Mamá dejo de tejer de nuevo, pero esta vez, me dio un abrazo fuerte. A veces ella tiene estos arranques medios raros de cario, pero después de vivir casi alrededor de veintiún años con ella, te acostumbras.
—¿Qué paso después? —pregunto, cuando se alejó de mí. Esta vez no seguido tejiendo.
—Terminamos el mural y ese mismo día, junto a él árbol, me dijo que me quería. Pero no se quedó para que yo le dijera lo mismo, como si aun pensara que lo odio. Yo no lo odio, ni siquiera duro más de dos semanas mi odio hacia él y eso fue a principios del año pasado...
—¿Pero eso estas así?
—Estoy realmente molesta con él, mama. Pero lo quiero tanto que no sé qué diablos pensar.
—Sigue queriéndolo, pero no te molestes con él. Quizás está siendo un poco apresurado al tomar sus conclusiones, pero si lo ignoras o algo, sus creencias se verán reafirmadas. Es mejor dejar que las cosas fluyan, no empeorarlas.
Asentí, pensando en sus palabras.
Bien, no lo iba a ignorar ni tampoco iba a mostrare molesta con él, a pesar de que eso sería muy difícil. Pero aún seguía pensando que una buena bofetada estaría muy bien.
Y que después de la bofetada sería bueno algo así como un arranque de pasión como en las películas y besarlo.
