Vino El Amor.( Alvitz)

•capitulo 44•

"hay gente que además de gustarle tu cuerpo, le gusta tu alma.
Y además de quererte los sábados, también te busca los domingos"

Itziar.

A veces me preguntó si se necesita mucho tiempo para conocer a una persona y llegarte a enamorar tan profundamente, conoces a alguien y simplemente sabes que puedes confiar en el, puedes verlo, entre toda la gente y aún asi sientes esa conexión como si la hubieras conocido de siempre como si un solo día bastará para engancharse.

Es inexplicable ese sentimiento, quizás muchos dirán que me equivoco, pero lo que los han vivido saben que no miento que cada una de mis palabras son verdaderas como el corazón del más grande dios, se que no necesito años de conocer a Alvaro y aquí tumbada sobre su pecho sintiendo cada uno de los latidos de su fuerte corazón.

Viendo en su mirada un brillo tan hermoso casi como el amanecer mismo, me mirada como si fuese algo fugaz capaz de escurrirme entre sus dedos pero no era así....
Yo lo miraba como algo infinito que quiero en esta y mil vidas más, me decidí hablar..

-Álvaro - lo llame, de inmediato esbozó una sonrisa tan hermosa como el amanecer del cielo - ¿Estas bien?

-Si - suspire, su dedo índice recorría mi rostro con una delicadeza total que me hizo sonreír - solo que aún no puedo creer que estés conmigo.

- te quiero mucho - dije y su respuesta fue un beso en mis labios que me supieron a gloria - ¿te quedaras aquí o en otra parte?

-¿Estas segura lo que me estás pidiendo? - lo mire por unos segundos asimilando - lo que menos quiero es incomodarte princesa.

- Claro que si - sentí arder mis mejillas como fuego, tal vez no estoy viendo en en un espejo pero puedo deducir fácilmente que parezco un tomate, solté una leve risa - además solo platicaremos un poco y dormiremos no haremos nada malo.

- está bien -Sonreí más enamorada que nunca, ver sus ojos es lo único que necesito para tener tranquilidad - ¿Te puedo hacer una pregunta?

- si, claro - pestañee un par de veces, sintiendo como sus manos se entrelazaban con las mías por debajo.

-¿Cuantos novios has tenido? - esa pregunta hizo reír un poco internamente, a lo que el curvo una ceja esperando mi respuesta.

-alvaro...- desenlace nuestras manos para jugar con ellas - quizás te suene raro pero...pero...

-¿Pero? - lo mire, otra vez mis mejillas toman ese color rojo carmín puedo asegurarlo.

- tú eres mi primer novio - solté así sin más, baje la cabeza solo un poco.

-Eso quiere decir....- asentí, vi como su rostro comenzó a cambiar estaba tan pálido como el papel.

-¿Te sientes bien?....- tomo su rostro entre sus manos - te pusiste pálido, ¡Dios Álvaro! ¿Llamo a un médico?

-Perdón itz - se levantó de la cama con toda la intención de irse, me pare casi sintiendo como un bajón horrible me sacudió - yo...yo..no puedo verte a la cara... perdón.

-¿Por que me pides perdón? - pregunto tomándole el brazo derecho, sus pulsaciones estaban muy elevadas se podían ver como las venas de sus manos y cuello palpitaba con velocidad.

-Yo..yo pensé que ya habías tenido novio - lo mire con el ceño fruncido - cuando te bese...no lo noté...¡La diferencia!..soy un imbécil.

-Claro que si - solte una risa, el me miró cubriéndose su rostro deje de reírme tomándole las manos - hey no...claro que no lo eres pero es que hace un rato te dije que eres mi primer beso debiste suponerlo, sabes no me arrepiento de que haya pasado así al contrario me gustó que tú me lo hayas dado.