♥10♥

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-No entiendo por qué no podemos quedarnos Scorp y yo aquí, y regresar contigo a Inglaterra cuando hayas terminado tus asuntos -

Draco frunció el ceño, reacio a expresar cuál era la razón crucial para querer que su esposa e hijo regresaran a Inglaterra con el resto de su familia al día siguiente.

Temía de su capacidad de refrenarse de hacer el amor con ella.

Cuanto más tiempo pasaba en su compañía, más la deseaba.

Era una adicción que no satisfaría hasta que no entendiera mejor su matrimonio.

¡Y, demonios, ni siquiera así estaba seguro de querer permitirle la oportunidad de envolverlo en su sutil sensualidad!

Ya estaba lo suficientemente confundido con los baches de su memoria como para permitirse el lujo de nublar todavía más su mente con sexo.

Aun cuando éste fuera alucinante, como sospechaba que sería.

Además, su esposa había dejado en claro que se resistía a compartir su cuerpo con él mientras no la recordara.

Le había dado a entender que su amnesia era subconscientemente deliberada.

Y él había tomado eso como que ella sabía que tenía motivos para hacerlo.

Sin embargo, eso no quería decir que a ella le gustara ser olvidada, o que le permitiría tocarla cuando él no podía recordar que la había hecho una Malfoy...

Ni siquiera podía recordar la primera vez que se conocieron.

-La habitación de un hotel no es el ambiente más cómodo para un bebé de nueve meses -

Ella le asestó una mirada colérica, su pequeño cuerpo estaba rígido de disgusto.

-Sólo alguien de tu ambiente tan refinado podría etiquetar a esta enorme suite como una simple habitación de hotel.

Muchas personas crían a sus hijos en departamentos mucho más pequeños que esto -

-Yo no soy una de esas personas y no hay ninguna razón para que mi hijo esté confinado aquí, cuando hay una excelente villa en Inglaterra, ideal para niños y organizada para su comodidad -

-Había planeado hacer las compras navideñas mientras estuviéramos aquí -

Draco se sintió bombardeado por los recuerdos de los excesos de su tía.

-Seguramente los últimos cuatro días han sido más que suficiente para comprar todo lo que querías... incluso para el comprador más voraz -

Los labios de Hermione se fruncieron, como si sus palabras la hubieran ofendido.

-Puede que te sorprenda, pero he tenido la cabeza demasiado ocupada los últimos días como para salir de compras -

-¿Me quieres hacer creer que estabas tan preocupada por mí que te abstuviste de las delicias que ofrece la meca del consumismo que es Nueva York? -

-No espero que creas nada bueno de mí.

No lo has hecho hasta ahora -Hermione se dio vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta -

Volaré a casa con tu familia.

Dios sabe que no mostrabas precisamente preferencia por mi compañía antes de que te olvidaras de mí y te convencieras de que soy la reencarnación del mal.

Sería ridículo pensar que ahora te ha surgido un deseo inesperado por estar conmigo -

Él la tomó por los hombros para impedir que se fuera, luego la giró hacia él.

El bebé navideño de MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora