ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 12 Maratón 3/3

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Habían pasado ya varias semanas desde que Cuatro y Ocho se habían vuelto novios. Número Cinco era más amargado qué de costumbre.

Casi a diario salían a algún sitio, iban al cine, al parque, de compras. Cuatro le daba pequeños detallitos cada mañana; a veces una rosa, chocolates, alguna carta o algún juguetito.

Todo iba de maravilla con Cuatro y Ocho, o eso creían...

- ¿Lista para nuestra cita? - Número Cuatro se sentó en la cama de Ocho mientras está estaba en el baño terminando de arreglarse.

- ¿El vestido azul o el blanco?.

- Pulguita, con cualquiera te verás hermosa.

Número Ocho salió ya arreglada y tomo una de sus bolsas, acercándose a Cuatro.

- Vámonos, lindo.

Ambos salieron de la habitación y caminaron fuera de la academia. Tenían pensado ir al cine e ir de compras después.

Número Cuatro pidió dos boletos para una película, Número Ocho se encargo de comprar las golosinas y palomitas. Cinco se sentó en una de las bancas del lugar y observó a sus hermanos desde lejos.

- La película será en unas horas, ¿Es necesario comprar las golosinas ahora?

- Si, totalmente necesario...

Cuatro solo negó con su cabeza mientras reía. Caminaron hacia una tienda de ropa y Ocho se dedico a probarse cada prenda de ropa que veía. Cuatro se sentó frente a los vestidores y espero a que su novia saliera, en cada prenda trataba de dar la mejor opinión.

- ¿Qué tal esta chaqueta?

- Te queda increíble.

- ¿Y esta remera?

- Uff, maravillosa.

- ¿Y esta falda?.

- Uy mamita, te ves divina.

- ¿Qué hay de este short?

- Mi niña, ese enseña mucho. - se cruzo de brazos y negó con la cabeza frunciendo el entrecejo.

Ocho tomó varias prendas de ropa y se dirigió a la caja para pagar; ahora era turno de Cuatro probarse ropa nueva.

Número Cuatro tomó las bolsas de ropa y camino junto a su chica hacia la sección de ropa masculina. Dejo las cosas sobre una banca y comenzó a ver la ropa, seleccionando algunas prendas.

- Papito. Uff yo si te doy. Hermosura. Cosa linda, preciosa, bien hecha.

- Pulguita, no me he probado ninguna prenda aún.

Ocho soltó una risa y espero a que Cuatro se probara la ropa.

Después de terminar de comprar la ropa ambos regresaron al cine y entraron a la sala en la qué se estrenaria la película.

Luego de varios anuncios y cortometrajes al fin comenzó la película; Cuando Las Luces Se Apagan.

- Necesito ir al baño... - Número Cuatro susurro y se levanto sin hacer ruido, caminando hacia el baño del lugar.

Número Ocho asintió con la cabeza y tomo el celular de Cuatro revisando la hora.

- Klaus olvido apagarlo. - Susurro con una sonrisa.

Al finalizar la película ambos salieron de la sala. Cuatro daba su opinión de la película, Ocho solo caminaba callada con una pequeña sonrisa algo forzada, estaba exhausta y lo único que quería hacer era dormir.

- Anda a la academia sin mi, yo tengo que... Hacer algunas compras de chicas. - Cuatro asintió y tomo las bolsas caminando hacia la academia.

Número Ocho dejo de caminar y se cruzo de brazos, mirando de reojo hacia atrás.

- Se que estas ahí Cinco.

Número Cinco apareció detrás de Ocho y metió las manos en los bolsillos de sus pantalones, sin decir nada.

- Necesito tu ayuda.

Cinco se encogió de hombros y pinto una sonrisa en su rostro. Ocho le explico todo su plan y este solo puso una mueca de confusión. Aunque al final termino aceptando.

- ¿Sin sentimientos?

- Sin sentimientos.

Ambos se dieron la mano y aparecieron en la academia. Número Ocho inmediatamente subió a su habitación para quitarse el vestido y desmaquillarse.

Número Cinco apareció en la habitación de Ocho y se recargo en la pared, cruzandose de brazos.

- ¿Estas segura de querer hacerlo?.. Digo, Klaus y tú son...

- Si, 200% segura.

Cinco asintió y formó su sonrisa desapareciendo de la habitación.

Cuatro entro a la habitación de Ocho y se tiro a la cama abrazandola. Ocho lo miro alzando una ceja y lo abrazo igual.

- ¿Puedes dormir aquí? Tengo miedo de apagar las luces... - Cuatro coloco uno de sus dedos sobre la boca de la chica, en señal de que guardará silencio.

- Eso no se pregunta, tontita. Claro que sí.

Ambos terminaron por quedarse dormidos mientras se abrazaban.

7:30am; los primeros rayos de sol entraron por la ventana de la habitación de Número Ocho, Número Cuatro soltó un gruñido y se tapo el rostro con una almohada.

Ocho se levantó y se dirigió al baño para darse una corta ducha de no más de 15 minutos. Al salir ya cambiada vio a Cuatro aun dormido. Se acerco a él y lo empujó haciéndolo caer al suelo.

- Arriba, osito dormilón.

- Mmh... No mamá.. - susurro adormilado, Ocho le dio un beso y este abrió los ojos, siguiéndole el beso.

- Anda a bañarte. Faltan 15 minutos para el desayuno y sabes que opina papá de los retardos..

Número Cuatro bozteso y se levanto del suelo yendo a su habitación.

The Time Is Over  | Five & Tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora