ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 10 Maratón 1/3

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- La gente normal suele hacer fiestas de pijamas. - Número Tres miro su plato de comida.

- ¿Qué tal si hacemos una?

- ¿Qué se supone que se hace ahí?

- Comes frituras, dulces, juegas, se maquillan entre si.

- Haces de todo, excepto dormir.

- Exacto.

Reginald puso un semblante serio y Grace sonrió poniéndose junto a él.

- Creo que es una maravillosa idea. ¿Por qué no hacen una en la habitación de..

- Podemos hacerla en mi habitación. - Ocho sonrió.

Todos asintieron emocionados. Cinco solo desapareció.

Por la noche se reunieron en la habitación de T / n, todos con pijamas graciosas. Cinco solo iba con su aburrida pijama azul claro.

- ¡Juguemos verdad o reto!

Se sentaron formando un círculo en el suelo. Cuatro puso una botella en medio y la giro.

- ¿Verdad o reto Luther?.

- Verdad.

- ¿Te gusta Allison?

Número Uno se ruborizo al igual que Número Tres.

- ¡No! No vale, ¿por qué preguntan algo que todos ya sabemos?

- Muy valientita la niña ¿no T / n?. Veamos. ¿verdad o reto?

- Reto. - Ocho sonrió y abrazo una almohada mirando a Cinco.

- Te reto a decir quien te gusta.

- Ni de broma.

- Hagamos esto más interesante. - Sonrió Allison. - Oí el rumor de que todos decían quien les gusta...

- Allison.

- Lila - Dos bajo la mirada.

- Luther.

- T / n...

- Nadie

- Cinco.

Número Ocho los miro a todos sin decir una sola palabra. Los poderes de Allison no habían funcionado con ella.

Cinco miro a Número Cuatro frunciendo el entrecejo y apareció en su habitación. Número Siete fue tras él.

- Qué incomodo momento.. - Número Cuatro rasco su nuca y se alzó de hombros.

- ¿Vamos a ver una película? - Número Ocho miro a todos y estos asintieron yendo hacia la sala.

- Veamos una de barbie.

- No, mejor veamos la de Anabelle.

- ¿Y si vemos Up?

- Vamos a ver Enola Holmes.

Número Tres puso la película y todos le prestaron atención.

- Uy papito.

- Vení qué te como a besos..

Número Tres y Ocho estaban qué se les caía la baba mientras miraban la tv. Número Uno y Cuatro soltaron un gruñido.

- A dormir todos. - Reginald se asomo por el barandal del segundo piso y se fue a su habitación.

Número Cuatro cargo a Ocho ya qué esta estaba ya medio dormida y fue a su habitación. Todos los siguieron y se acomodaron en el suelo, acostandose sobre cobijas y almohadas.

Al amanecer Ocho se sentó sobre su cama y miro a sus hermanos, Número Cuatro no estaba en la habitación.

Ocho apareció fuera de la habitación y comenzó a recorrer la academia buscando a Cuatro.

- ¿Se te perdió algo, Pulga? - este alzó una ceja recargado en la puerta de su habitación.

- ¿Eh?.. No, solo.. No te vi en la habitación. - Número Cuatro rodó los ojos sonriendo y se acerco a ella abrazandola.

- No me voy ni 5 minutos y ya me extrañas, pulguita.

Ocho correspondió al abrazo y ambos fueron a la cocina por un bocadillo.

Pasaron varios días y Número Cuatro era cada vez más distante a Ocho. Este la evitaba y se ponía nervioso cada vez que ella se le acercaba.

- No lo entiendo Allison. Usualmente Cinco es el que me evita, no Klaus..

- Son cosas de chicos T / n, tal vez se haya pasado de mano con sus pastillitas y eso.

Número Ocho soltó un suspiro y subió a su habitación dejándose caer en la cama. Un par de golpes sonaron en su puerta.

- No estoy.

Tock. Tock. Tock.

Ocho soltó un gruñido y se levanto abriendo la puerta, no había nadie.

Solo estaba una hoja de papel en el suelo.

- Diego, ya te dije que tus bromas no son graciosas. - Tomó el papel y lo leyó.

- Te estaré esperando en la parte superior de la casa a las 9pm. Lleva esa sonrisita qué tanto me gusta.

- C.

Ocho miro a su alrededor y mordió su labio inferior entrando en su habitación de nuevo. Dejo la carta en su mesita de noche y fue a la habitación de Número Tres, en donde le contó todo.

Allison soltó un grito de emoción.

- Tenemos que prepararte. ¡Vanya, trae mi maquillaje!

Estuvieron desde las 6pm hasta las 8:30pm arreglando y preparando a Ocho para su "cita a ciegas". Incluso Dos estaba ayudando, aunque era porque Tres había usado el rumor en él.

- Bien T / n, imagina que Diego es tu enamorado secreto y te da una flor. ¿Qué le responderás?.

- ¿Gracias?

- ¡No, no, no! Eso diría una chica fácil. Lo que tu no eres. Intenta otra vez, como lo ensayamos.

- Aprecio mucho esto, en serio. Pero ¿no pudiste ser un poquito más original? Digo, las flores son lindas, pero muy clichés.

- ¡Eso T / n!

Número Ocho alzó su pulgar con una sonrisa medio forzada; no diría eso ni de broma.

Y al fin llego la hora.

Ocho subió con bastantes nervios. ¿Y si resultaba ser una broma? Quedaría como una tonta.

En cada escalón encontró una rosa de distintos colores. Todas traían una pequeña nota en su tallo. Esta comenzó a tomar una por una, formando un ramo. Al llegar arriba siguió un camino de pétalos qué la condujo hacia el techo de la casa; estando ahí encontró un par de peluches; un oso blanco con un corazón negro y un oso negro con un corazón blanco.

Número Ocho tomó ambos peluches y miro a su alrededor algo confundida. Al parecer no había nadie en el techo.

El sonido de ramas quebrandose en el patio hizo qué se asomara.

- Oh por dios...

The Time Is Over  | Five & Tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora