ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 15 "𝘌𝘴𝘱𝘰𝘴𝘢𝘥𝘰𝘴"

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Número Ocho se encerró en su habitación por días, si, sabia lo que Cuatro hacia, pero aun así le había dolido escucharlo de sus labios.

Un par de golpes en la puerta de la habitación despertaron a Ocho. - T / n ¿puedo pasar?

- Adelante. - Número Ocho se cubrió hasta la cabeza con las cobijas.

Alguien se sentó en el borde de la cama y soltó un pequeño suspiro.

- Lo lamento mucho, en serio... Yo no sabia lo que hacía y tu me conoces, sabes que siempre me paso con las pastillitas...

- Dejalo así Klaus.

Número Cuatro se limpio la nariz y asintió con la mirada baja, varias lágrimas cayeron por sus mejillas.

- Yo no quiero perder tu amistad. Eres la única en esta maldita casa qué de verdad me toma en serio. Eres la única que me entiende, la qué me cuida, la qué me defiende... Tu sigues mis tonterías, me apoyas en todo.. - quitó la cobija del rostro de la chica y la tomó de las mejillas con cuidado. - Haré hasta lo imposible por que me perdones Pulguita...

Número Ocho quito las manos de Klaus, esté agacho la cabeza y dio un paso hacia atrás antes de romper en llanto.

- Tu, yo, películas, golosinas, noche de hermanos. ¿trato? - Ocho le dedico una pequeña sonrisa y este la abrazo con fuerza.

- Gracias, en serio, gracias...

El abrazo de ambos duro más de 5 minutos, Cuatro lloraba sobre el hombre de Ocho y esta solamente acariciaba el cabello del chico. Si, ambos estaban lastimados, pero en el fondo sabían que algo así podía llegar a pasar.

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- ¡Eres un estúpido Cinco! - Ocho grito bajando las escaleras, el contrario hizo lo mismo yendo detrás de ella hacia la cocina.

- ¿Estúpido yo? Yo no me volví el mejor amigo de mi ex.

- Tu ex es un maniquí. - abrió la nevera buscando algo para comer.

- ¿Y? Aún así no soy su mejor amigo. - se encogió de hombros recargandose en la pared.

- ¿Por qué te molesta tanto que sea amiga de Klaus? Según tenia entendido tu me odias.

- No te odio, solo no te tolero.

- Wow T / n, Siéntete especial. Cinco no te odia. - Número Dos entro a la cocina buscando algo para comer.

Número Cinco rodó los ojos y desapareció.

- ¿Por qué discutían esta vez?

- Le molesta que Klaus y yo seamos amigos.

- Dios, los celos de Cinco lo consumiran poco a poco.

- ¿Celos? - Número Ocho negó con su cabeza y comenzó a preparar un sándwich de crema de maní y malvaviscos. - Lo nuestro es un pasatiempo, sin sentimientos.

- Repitelo las veces que quieras, pero ambos sabemos que para uno de los dos no es así. - Sonrió tomando una manzana y salió de la cocina.

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- ¡Maldigo el día en que naciste, idiota!

Número Ocho le saco la lengua como respuesta. Cinco solo se quedo cruzado de brazos mientras sus hermanos intentaban hacer qué ambos permanecieran a distancia para evitar que se golpearan.

- ¡Número Cinco! ¡Número Ocho! ¡comportense!

Todos voltearon a ver a Reginald y los antes mencionados asintieron con la cabeza.

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- Cinco, T / n. Papá me pidió que les diera una misión ambos.

- ¿Yo con él? ¿en una misión? Ni Loca.

Allison rodó los ojos.

- Oí el rumor de que ambos iban a la habitación de Diego.

Y así fue como Cinco y Ocho terminaron en la habitación de Número Dos. Al recuperar el control sobre si mismos ambos se quejaron.

- Deben estar bromeando.

- Se quedarán esposados hasta que aprendan a convivir bien.

- O hasta que se maten entre si. - Número Dos se sentó en su cama y los miro.

Cinco trato de teletransportarse pero fue en vano.

- Papá nos ayudo, esas esposas son anti-poderes.

Frunció el entrecejo y salió de la habitación con rabia, jalando a la chica. Ocho puso una mueca y siguió al chico.

- ¿A donde vas?

- ¿No es obvio? Iremos a intentar ahogarte en la fuente del parque.

La chica rodó los ojos y se propuso a seguirle la corriente al chico.

- Vale, vamos.

Esta chasqueo los dedos y ambos aparecieron frente a la fuente. Cinco la miro sorprendido.

- ¿Cómo diablos hiciste eso?

- ¿Qué? ¿Esto? - volvió a chasquear los dedos y aparecieron esta vez en Griddy's Doughnuts.

- Dios, me estas asustando.

- Te voy a contar un secretito, pero esto es entre tu y yo. - alzó sus cejas mirándolo, esté solo asintió con confusión. - Los de la academia no conocen ni un cuarto de los poderes qué tengo.

- ¿Más de un poder? Pero si con el simple hecho de copiar poderes ya posees más de uno. - frunció el entrecejo y se sentó en una mesa procesando la información.

- Yo tampoco lo entiendo. Hasta ahora solo controlo el copiar poderes y cambiar de realidad solo chasqueando los dedos. - Miró a su alrededor y se acerco un poco a él. - ¿Recuerdas el otro día cuando el clima cambio de repente?

Número Cinco solo asintió con su cabeza.

- No fue ninguna coincidencia.

- Papá debe saber esto. - Se levantó y camino hacia la puerta. Ocho negó.

- Nadie debe saberlo, Cinco. - Lo miro fijamente y este cayó inconsciente. - Es por el bien de todos...

Lo cargo y camino hacia la academia.

The Time Is Over  | Five & Tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora