Fictober Stucky 2020

Dia 1: Primera Cita

Steve siente frío. Aunque nunca en mil años lo diría. Pero Bucky lo está observando como si ya lo supiera. Así que fija su vista hacia el camino de regreso a casa después de clases, esperando llegar y tomar algo caliente.
-Oye, ¿puedo ir a tu casa? -Bucky pregunta con una sonrisa en la cara.
-siempe vas a mi casa, Bucky.
Y es cierto. Son amigos desde hace años, y ahora eran dos jovencitos de trece y catorce años respectivamente.
Bucky se encoge de hombros, y llegan a la casa de Steve. Pero cuando Steve busca su llave no la encuentra por ningún lado. Mierda, lo había dejado en su otros pantalones. Típico de él.
Bucky ríe detrás suyo y Steve le mira con un mueca de disgusto.

-Anda, vamos a mi casa hasta que tu madre vuelva.
-Le mandaré un mensaje para que no se preocupe.

Ambos caminan, la casa de Bucky está a dos calles, cuando al frío se le une la lluvia.

-¿Es enserio? -reclama Steve, y es que en definitiva, es un mal dia.
-Vamos a ese café -Bucky se a detenido, señalando al pequeño cafe de la señora Carter, el que su madre y él van a veces.
-Si corremos llegaremos a ti casa... -pero Steve ya no puede decir mucho, porque Bucky lo está jalando del brazo, y no es como si Steve no tuviera fuerza. Pero Bucky es más alto por media cabeza, y es seguro que en un año lo será por una.
Cuando entran al cafe, de sientan en una de las primeras mesas cerca a la ventana.

-Yo no tengo dinero, Bucky.
-Esta bien, yo invito, mi padre me dio algo de dinero cuando le ayude a limpiar la cochera.

Steve asiente, su padre solía hacer eso, claro, antes de irse a trabajar al otro lado del mundo. Ahora le manda algunos billetes en fin de mes, lo demás es para lo estudios. No sé atreve a pedir dinero a su madre.

-¿Que les sirvo?

Sharon Carter, la sobrina de la señora Peggy, es de la misma edad de Bucky. Les sonríe a ambos esperando el pedido. Bucky a estado mirando la carta de precios. Y mira a Sharon con una sonrisa que le hace sonrojar a la adolecente.

-Un café con una torta de chocolate ¿y tú Steve?

Steve mira la carta y busca lo más barato. Está bien que lo inviten pero no piensa dejar sin nada a Bucky. No, señor.

-Un café y una galleta de cacao.
Sharon asiente y se retira. Muy sonriente, más de lo normal, diría Steve. Y es que la jovencita si buen siempre a sido amable con su madre y el. Ahora actúa como si le fuera a salir corazones de los ojos. Steve mira a Bucky con una mueca.

-¿Que?
-Creo que le gustas.

Bucky abre los ojos algo sorprendió. Voltea hacia donde está Sharon, que al parecer está hablado con una hermosa mujer pelirroja.

-¿Tu crees?

Steve se encoge de hombros. Últimamente las niñas miran mucho a Bucky, y aunque suena a cliché de novela cursi, no las culpa, Bucky es...

-Me da igual, ni la conozco. O... - Bucky lo mira un momento como si pensara lo que dirá- te gusta esa chica.
-No, claro que no -responde Steve de inmediato.
Bucky alza una ceja y sonríe de lado.
-Steve, pensé que no teníamos secretos.
-Te estoy diciendo la verdad.
-Es bonita la chica.
-No me importa ... Digo, yo no me fijo en eso.
-¿En que te fijas entonces?
-No lo sé -se cruza los brazo, mirando a otro lado.

Pero, Bucky le está mirando como si esperara la respuesta. Steve realmente no lo sabe, es decir apenas tienen trece y no se a puesto a pensar en niñas y menos en tener una novia. Es decir, su papá a veces le pregunta pero es como si le hablara del clima. "El clima es el mismo, papá"

-¿Y bien?
-Pues... -Steve lo piensa, y viene a su mente lo que más lógico puede ser- conocerle, tendría que conocerle.
-Asi como...
-Aqui está su pedido -Sharon aparece con la sonrisa destellante, poniendo los cafés, la torta de chocolate a Bucky y la galleta de cacao a Steve. Pero también pone sobre la mesa, en un platito de cristal, dos paletas de chocolate en forma de corazón. O más bien es una paleta con dos palitos, que forma un corazón.
-Nosotros no pedimos eso -señala Steve, confundido.
-No se preocupen, la casa invita. -sonrie- mi tía le da a todas las parejas que vienen por una cita ... Y ella sospecha que el de ustedes es su primera cita.

Steve siente que la cara, las orejas le queman como nunca. Quizá hasta más que cuando le da fiebre.

-¡No! Nosotros no...
-Digale a su tía que muchas gracias -interrumpe Bucky, con su sonrisa torcida y despreocupada. -ahora para las siguientes, vendremos siempre aquí.
-¡Bucky!
Sharon se ríe y se aleja. Dejando a Steve estupefacto y a Bucky riendo por lo bajo.
-Bucky, ¿Cómo le vas a decir eso?
-¿El gracias?
-No, lo otro -Bucky lo mira, y ya está comiendo su pastel.
-Anda, ya toma tu cafe para que entres en calor.
Steve hace un sonido con la lengua. Y piensa que en realidad ya su rostro entro en calor.

Cuando salen del café, ya dejo de llover pero aún hace frío. La madre de Steve le a respondido que no regresará hasta dentro de tres horas. Así que caminan a dirección de la casa de su amigo. Aún siente frío, e inconcientemente su cuerpo tiembla. Entonces siente algo cálido sobre sus hombros. Bucky le a puesto su chamarra encima. Steve puede protestar, pero en su lugar se aferra a la ropa. Mirándolo un momento y luego hacia el camino.

-Sabes... -dice Bucky, con una voz tranquila- podemos considerarlo
-Conciderarlo.
-Nuestra primera cita.
Steve baja la vista, vuelve a sentir sus mejillas calientes, pero algo más.
-Es decir... Yo también saldría con alguien al que eh conocido... Mucho tiempo y me llegará a... Bueno, lo que digo es que si saldría con alguien sería... Contigo.

Y Steve siente ese algo mas con mayor detalle. Algo que envuelve su estómago, y parece aletear, y aquello le deja sin palabras. Hasta que se da cuenta que están en el recibidor de la casa de Bucky. Entonces cuando su mejor amigo está por abrir la puerta, Steve lo sujeta de la muñeca. Bucky lo mira. Y él levanta la vista para encontrarse con esos ojos. Y responde sin duda en la voz:

-Yo también.

Fin