Dia 14: BDSM

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Nota: Esta historia está en la línea de "Compromiso" y "Familia" aunque también puede ser leído se manera independiente.

***

Sentados sobre la alfombra, Bucky y Steve abrían un a uno los regalos que amigos y admiradores les habían enviado por sus quince años de matrimonio. Regalos que habían llegado sin fiesta alguna. Y quizá como decía RJ eran unos viejos aguafiestas. Seguido, su hijo al saber que no habría fiesta, se había ido a pasar una temporada con Sam, alegando que ya que ni siquiera harían algún viaje, por lo menos estén a solas una semana.

Bucky realmente no entendía, y Steve le parecía que la mejor forma de celebrar era una cena en familia, o quizá pasear un rato. Pero su hijo de Dieciséis años había bufado irritado diciendo que para eso existía acción de gracias y navidad, y que ya era suficiente de que todos los años en su aniversario hagan una cena.

—Hagan algo de esposos, y nunca pero nunca me lo cuenten porque juro que me borraré la memoria —les había dicho.

Bucky habia reído, los chistes de borrado de memoria le daban gracia, por lo irónico y tonto que sonaba.

Por eso ahora estaban solos, abriendo paquete tras paquete, leyendo tarjeta tras tarjeta de los obsequios que llegaban en la entrada de su casa. Lo raro era que eso no pasada desde su boda. Entonces Steve había dicho algo como que quizá quince años era algo especial que tendría incluso un nombre como boda de papel o bodas de oro.
Bucky pensaba que más especial era casarte con más de cien años de edad.

De repente, mientras Bucky observaba un portaretrato con el marco diseñado de estrellas, escucho un ruido, como el peso de algo caer. Levantó la vista hacia su esposo que se encontraba de pie cerca al tacho de reciclaje, ya cerrando la tapa.

—¿Que fue eso? —pregunta desde su posición.

—Solo basura —responde Steve, volviendo hacia él, pero sin sentarse —¿y bien? Comemos aquí o saldremos.

—Creo que prefiero que nos quedemos, además sabes que prefiero tu comida que la de algún restaurante de cinco tenedores.

—Lo dices para no ayudar a cocinar —Ríe Steve alejándose hacia la cocina. Bucky sonríe y comienza a levantar los papeles de regalo para tirarlos al tacho de reciclaje. En el momento que abre la tapa y lo ve. Lo que Steve había tirado. Un libro, y almenos que no sea un libro nazi no entendía porque Steve tiraba un libro.

***

Steve pego un grito ahogado cuando lo vio. Bucky estaba leyendo ese libro de mierda que algún inbesil había osado enviarles.  Había visto en su título BDSM y sin  saber o recordar que significaba esas siglas lo había abierto. Era horrible. Había gráficos de cómo amarrar a una persona, posiciones y otras cosas supuestamente sexuales. Era obvió que terminaria en la basura. Pero ahora Bucky lo tenía en sus manos y en lo que había demorado en hacer la cena ya parecía haber avanzado varias hojas.

—¿Que sucede? —Bucky lo miraba por su reciente reacción.

—¿Que haces con esa cosa?

—Lo vi en el tacho... Me dio curiosidad—Bucky se encoge de hombros y baja la vista al libro.

—Mira —Steve suspira poniéndose una mano en la cadera— No se quién idiota lo envío. Pero ...

—Esto es muy raro —continua Bucky —se que existe gente que siente placer en maltratar a la gente pero ¿a nivel sexual?

Demonios, apesar de los años y años a veces Bucky era demasiado inocente. Aunque Steve tampoco había profundizando en tema, pero alguna vez Natasha y Tony le había puesto al día de esas cosas. Para burlarse de él por supuesto. Pero, recuerda que cuando ella vio su expresión se rió un poco pero nunca más hablo del tema.  Sin embargó, Stark,  si no supiera que su amigo ya no estaba más en ese mundo sospecharia que fue él quién lo envío.

Fictober Stucky 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora