Dia 28: Fantasmas

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Continuación de cambia formas

Segunda parte

I

Bucky observaba la luz amarilla de la lámpara sobre su mesa de centro de su sala. Sin ningún pensamiento en concreto se concentró en aquella luz cálida, sus ojos le ardían y sentía el cansancio en todo su cuerpo. Sin embargo el sueño terminaba de llegar a él, así había estado durante una semana.

—Era cierto —escuchó detrás de la puerta, era Steve. Reconocía aquella voz sería y correcta donde fuera.

—Puedes entrar —Dijo Bucky y la puerta se abrió dejanjado paso al dragón.

Había pasado cuatro años desde que el Alfa de los cambia formas había conocido al heredero los dragones. Pero Steve dejó de ser aquel adolescente pequeño y delgado, creciendo casi al mismo tiempo que su compostura se había vuelto un poco más que huesos.

—Estas hecho un desastre —Steve habló soltando su saco de tela,  dejándolo pulcramente en un rincón de esa sala. Para luego acercarse y sentarse frente a él.

—Asi que has venido desde el norte a decirme solo eso, que amable —sonrio sin ánimo Bucky, frotándose el puente de su nariz.

—No, vine porque Natasha me enseñará su derechazo, y me acaba de decir que has estado más cinico que siempre.

Bucky baja los ojos, observando sus dedos.  Aún tiene la sonrisa en la cara pero es más suave, como si fuera a esconderse.

—Son pesadillas ¿Cierto? —escucha a Steve decirle. La voz de su amigo sonó suave, que incluso el tono de interrogación parecía nula.

Sin embargó, no se equivocaba. 
En sus años de vida, Bucky había tenido toda clase de pesadillas, empezado por la gente que perdió, y los que el asesinó. De pronto las demás pesadillas como el caer, ver el lodo azotar el sur del valle o estar por hundirse en el mar parecían simples sueños.

—Imagino que es un bajón —respondio Bucky omitiendo que estas son más seguidas- pero bueno —suspira alzando— así que te enseñará su famoso derechazo.

En esos cuatro años, Steve había ido y venido de norte a sur con mucha frecuencia, ganándose también la simpatía de la gente. Entonces hace más de tres años se habia unido a los entrenamientos de combate del ejército, en que Natasha y Clint eran los maestros. Y por supuesto Bucky en clases avanzadas. Donde se había ganado muchos "te odio" de parte de Steve cuando cada vez que regresaba del norte le triplicaba los ejércicios. Entonces Bucky se preguntaba si los dragones hacían algun entrenamiento o nacían siendo prodigios. Bueno, podían quemar un pueblo completo si se lo propinan.

—Sí. Pero no cambiens de conversación, Buck —advirtió Steve,  rodando los ojos— sabes que... Vengo a ayudarte.

Bucky se queda en silencio observado como los ojos de Steve están lejos de su mirada. En los años aprendió a reconocer sus moviéndos, sus gestos, sus palabras. Ha leerlo cada vez más y aunque ha leído mucho de él parece que aún hay una infinidad de páginas por leer.
Pero en ese momento sabe que Steve está avergonzado.

—Bueno, no sabía que los dragones podían hacer dormir —comenta Bucky, recostado sobre su espalda.

—¿Qué? —entonces Steve está ves si lo mira, observado como si le hubieran dicho algo tonto— los dragones no podemos hacer eso.

A veces Steve no era bueno con los sarcasmos.

—Pero si lo son los espíritus del bosque. Ellos te ayudaran. Pienso llevarte con ellos mañana mismo.

Fictober Stucky 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora