Dia 29: Monstrous

131 15 6
                                    

(Continuación de fantasmas)

Tercera parte

I

Las dos inmensas puertas se abrieron dejando paso a un camino iluminado. El cielo estaba cubierto por un manto oscuro sin luna ni estrellas, sin embargó la magia de los árboles alrededor iluminaban el camino con una luz tenue. Era como si cada hoja fuera una luciérnaga.

Steve y el lobo blanco siguieron el paso a una hada de cabello oscuro, dejando atrás el imponente muro de granito que protegía el castillo. El castillo de las hadas.
Cuando llegaron a la entrada, dos hadas se presentaron. Era una hada de mirada educada pero sin sonrisa y el otro un hombre que escondía con frialdad en sus ojos.
Steve los reconoció, eran los dos que acompañaban a la reina hada en la reunión que presenció hacia mucho tiempo.

—Sea bienvenido Alfa de los cambia formas —habló el hada, observando al lobo blanco. El lobo solo hizo un movimiento con la cabeza.
El hada volvió la cabeza hacia Steve, frunció el ceño pero continuó:

—Bienvenido hijo de Tumaru. Les llevaré con la reina —indico el hada girandose sobre sus talones.

—Creo que ya es tiempo que dejes esa forma, Buck —susurro Steve al lobo. El lobo gruñó por lo bajo y cuando cruzaron la entrada hacia el salón tomo su forma humana.

—Hay suficiente espacio para mi forma lobo aquí —se quejo Bucky.

Y era cierto. Era un gran salón iluminado, espacioso, se notaba enredaderas por los lados laterales, las mesas parecían estar hechas de troncos pero que se veían elegantes, el techo parecía caer como cristales suspendidos en el aire, y en el lado izquierdo una escalera de color marfil donde sus pasamanos eran flores silvestres.

—Pero a menos que la reina entienda tus aullidos, no creo sea necesario.

Bucky se había convertido en lobo antes de llegar a los muros, le había dicho que las hadas no siempre son amigables. Incluso si está era una invitación de ellas. Steve sabía que solo era la manera de alardear del cambia formas.

—Da lo mismo, no es como si hubiera muchas ansias de hablar con la reina —continuo Bucky.

Antes que Steve pudiera decir algo más, estaban detrás de las hadas y una puerta dorada con detalles que parecía ser hechos de fuego.
Esta se abrió mostrando otra sala igual de grande que la anterior pero, en el centro había una mesa con asientos alrededor, y más allá una silla hecha de un grueso árbol cuya copa las hojas caían es cascada de flores rojas. Y sentada, estaba la reina.

Steve y Bucky se acercaron, siguiendo a las hadas que se desviaron y sentaron a cada lado de la reina. Pero esta se levantó.

Con hermosa cabellera roja y plateada, ojos azules y rostro pálido, la reina les sonrió.

—Agradezco su presencia, Alfa y príncipe de los dragones.

Steve escuchó a Bucky reír por lo bajo, y no le quedó mas que apretar los labios en una sonrisa hacia la hada.

—Es un honor estar aquí, y recibir su invitación —respondió Steve.

Esta vez Steve rodó los ojos hacia Bucky que se había quedado en silencio. Él cambia formas tenia una sonrisa burlona en la cara.

—Si, lo que él dijo —señalo con su cabeza— sin emargo más que honor me siento intrigado de su invitación, no es como si no me halagara pero, quisiera saber qué es lo que quieren.

Steve suspiro por paciencia, al final Bucky había dicho lo que quería. La tarde que había llegado la invitación de las hadas, Bucky en forma de lobo había aparecido en la falda de la montaña de los dragones. Y después de una vegonsoza situación con su padre, en que Bucky se había presentado no como Alfa sino como su pareja oficial, le había dicho que las hadas se traían algo entre manos. Pues no tenía nada que ver con bondad dicha invitación.

Fictober Stucky 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora