CAPITULO 18: CON LAS MANOS EN LA MASA

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-Vamos Caleb – Annie tiraba de su brazo - Dime que nunca has querido entrar a la sala de comando

-Bueno – Caleb la tomo de las manos – Si, pero esta prohibido y mi hermana sabe que robamos comida de la cocina

-Bueno – Annie lo pensó por un momento, pero sus ganas de explorar el lugar eran más grandes – Ella y Colin aun no regresan, ¿o sí?

-No – respondió el chico – No lo se Annie, no quiero que nos metamos en problemas

- ¿Me vas a decir que no tienes ganas de romper las reglas? – la chica sonreía – Piénsalo de esta manera, Colin y Beth están afuera viviendo una aventura, nosotros podemos vivir una mas chica, y menos divertida aquí adentro, romper las reglas siempre es divertido, ¿Qué dices?

-Pero que se la última – el chico se acerco a su novia – No quiero meterte en problemas.

Entraron al bunker y comenzaron a bajar hacia el nivel 1, caminaron hasta llegar a la sección en la que se encontraba el centro de comando, sin darse cuenta, un guardia apareció detrás de ellos.

-¿No deberían estar en sus actividades? – Pregunto el chico parado frente a ellos

Annie tomo la mano de Caleb, que lo atraparan a él no era tan peligroso, era el hermano del Alfa, pero ella en comparación, era miembro de una de las secciones mas bajas y probablemente, si alguien los descubría, seria sometida a algún castigo.

El chico se puso nervioso, pero rápidamente pensó en una idea que los sacara de aquel apuro.

-Hace unas semanas olvide una foto en la sala de comando – respondió el chico – La deje cuando entre con mi hermana

-¿Su hermana? – El guardia se veía confundido

-Soy Caleb Maxwell, hermano de la Alfa

El hombre ahí parado los miro con confusión, como si quisiera creerles y al mismo tiempo tuviera un mal presentimiento

-Disculpe señor – mencionó el guardia, recuperando su postura rígida – Pero este nivel solo está permitido a los miembros guardias

-Solo quiero ir por la foto de mi madre – respondió Caleb - ¿quiere que llame a mi hermana?  - el chico hizo una pausa - Es verdad, no esta en el bunker

El guardia lo pensó por un momento, pero sus ordenes eran claras -De todos modos, no tengo autorización de dejarlo entrar

-Está bien, vaya por Ethan – Caleb comenzaba a ponerse nervioso – Pero le aseguro que no estará feliz de que lo moleste justamente hoy, cuando el sol se comienza a poner y mi hermana y su jefe, aun no regresan, ¿No deberían estar buscándolos?

Caleb sabia que lo que había echo no estaba bien, pero era cierto, la noche se acercaba, Beth y Colin aun no regresaban; y había visto a Ethan rodeando la cerca, lo cual solo podía significar, que se estaba comenzando a preocupar. El guardia se notaba nervioso, como si no supiera que hacer.

-Lo voy a dejar pasar – pronuncio al fin – Pero apenas tome lo que olvido, deben marcharse.

Los chicos sonrieron y se fueron caminando por el pasillo, cuando estuvieron dentro, quedaron asombrados con la elegancia de la mesa y la cantidad de pantallas que ahí se encontraban.

-Se puede ver todo el bunker desde aquí – Menciono Annie

-Mira – Caleb apuntaba a una de las pantallas con el dedo – Ahí esta Josh 

-Y Camille – menciono la chica mientras señalaba a su compañera de cuarto.

Caleb se puso de espaldas a las cámaras y miro a Annie – No debimos hacer eso

-Mira – respondió la chica

-No Annie lo digo enserio – le tomo la mano – Se que te encanta esto, pero...

-Caleb – La niña desvió su mirada de las pantallas y al fin lo miro, tomo su mano e hizo que este se volteara para ver lo mismo que ella se encontraba mirando – Es Harriet.

Una de las cámaras proyectaba el centro médico, en el cual, se podía observar a Harriet con un frasco grande, que dentro, contenía una víbora de franjas negras y rojas; la chica la observaba fijamente; unos segundos después, metió el frasco dentro de una maleta y comenzó a caminar.

- ¿Qué hace con una culebra? – el chico se comenzaba a poner nervioso – Es peligroso.

-Bueno, depende para que la quiera. - respondió Annie

La doctora bajo hasta el nivel 3, en el cual se encontraban las habitaciones de los Rodio y se metió al pasillo de la sección 1.

-Caleb creo que ... - Annie miro a su novio que se encontraba parado a su lado

-Creo lo mismo que tú.

Antes de poder terminar la frase, ambos salieron corriendo, llegaron al nivel 3 y se introdujeron en el pasillo de la sección 1; no vieron a Harriet, sin embargo, la luz encendida de la habitación de Beth, les ayudo a saber dónde se encontraba. Caminaron hacia la puerta y tomando la manija, Caleb abrió; Harriet se encontraba abriendo el frasco a un costado de la cama de Beth.

-Fuiste tu – menciono Caleb asombrado – Todo este tiempo fuiste tu.

-Caleb – intervino Harriet – No es lo que parece

- ¿Entonces qué estás haciendo? – Pregunto Annie - ¿Tienes alguna explicación creíble?

-No importa lo que diga – Harriet los miro – Han visto demasiado.

Sin pensarlo 2 veces, la chica abrió el frasco y aventó el contenido hacia Annie; la serpiente salió volando y cayo sobre la chica, Annie grito pidiendo ayuda a Caleb; este tomo el animal y lo aventó a un costado, después, con la silla que se encontraba ahí, la aplasto hasta dejarla muerta.

-Caleb – Annie se miraba el cuello, donde unas pequeñas gotas de sangre caían – Creo que me mordió

-La serpiente de coral - menciono Harriet con una sonrisa en el rostro– No muerde, mastica.

- ¿Qué has hecho? – Caleb miro de Harriet y después regreso la vista a Annie

-Yo no he hecho nada – respondió la doctora – tu has sido el que se entrometió en mi camino

-Annie – Caleb observaba a su novia con preocupación - ¿Te sientes bien?

-Claro que se siente bien – intervino Harriet – La mayoría de los signos comienzan a mostrarse después de las doce horas.

Annie seguía sin hablar, se encontraba asustada, no era capaz de pronunciar palabra alguna; Caleb le limpio las gotas de sangre que caían de su cuello y después, miro de nuevo a Harriet.

-Haz algo – comenzaba a desesperarse – Haz algo por favor

La doctora sonrió, había logrado encontrar una manera de mantener al chico callado, pero no por mucho tiempo.

-Bien – dijo al fin – Salvare a tu novia si te quedas callado, luego ella y yo, nos iremos para siempre.

- ¿Qué? – Caleb abrió los ojos como platos

-No, no me iré contigo – Respondió Annie

-Si lo harás niña tonta – menciono Harriet – En el momento en el que te ponga la cura, tu novio correrá a decir la verdad

-No lo haré lo prometo – intervino Caleb – Tienes mi palabra

-La palabra de un chico desesperado no vale nada – Harriet comenzaba a enfadarse – Tú decides, la dejas vivir, aunque no sea contigo, o la vez morir en tus brazos.

HISTORIAS DEL BOSQUE: El despertar de los lobos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora